A mi hijo mayor


A mi primogénito
Con agradecimiento y amor infinito a Rómulo -mi héroe y mejor amigo-

Hay en tus ojos inmensos de niño
la luz divina de la esperanza;
en tu figura proporcionada
el cuerpito hermoso que encierra
de las promesas
¡La más bella!

En esos ojos claros, hijo mío,
he encontrado la fuente de la verdad
-la misión y el camino-

En esa mirada vieja y profunda
que tienes desde siempre,
encierras la sabiduría de tu inocencia.

Hay en tus manos pequeñas de artista
la destreza del que construye y mejora el mundo;
en tu risa alegre, juguetona y angelical,
la prueba mas grande de la existencia Divina.

Moran en mi corazón recuerdos maravillosos:
Días felices, inolvidables,
todos tus besos y todos tus te quiero
de cómo te vi crecer día a día,
tus días de niño feliz y travieso,
siempre ocurrente, siempre original;
tratando de ser además de mi hijo,
mi compañero, mi padre;
el padre de tu hermano,
mi vigilante y protector.
Mi fuerza
¡Mi mejor amigo!

Hay en tu cuidado de cada día,
la protección de mi Padre allá arriba.
Eres 20 años menor que tu madre,
pero 20 años más alto, más sabio.
Cómo sabes… Cómo me conoces.

Cuando seas hombre adulto
y seas padre que ama a sus hijos,
verás en sus ojos de niño
lo que veo yo en tus ojos cristalinos
¡Hijo mío!
Se te llenará el corazón de orgullo,
de júbilo, de gozo
y te apretarás fuerte, amoroso,
a su joven torso.

Pasarán tus manos acariciantes
por su cabellera sudada,
amarás con fuerza tu continuación,
tu sangre,
tu espíritu.
Sentirás lo más grande,
el amor de padre,
amor filial.

Hay en tus ojos, de profundo y dulce mirar,
la hermosura de la obra de mi gran Señor
¡Eres un niño tan hermoso!
mi primer ángel terrenal,
que me pierdo en tu belleza,
en tu luz, en tu inocencia
y siento la fortuna inmensa
de ser tu madre desde el primer día.
El éxtasis de mi maternidad:
haberme perdido en tu mirada pura de niño
y encontrado en ella al Niño Dios.

Comments

  1. Comentario a Madre e Hijo:
    Ambos inspiran una ternura infinta -aún en la distancia-

    Mary... desde la primera vez que leí estos poemas lo dije y lo mantengo: creo que en tus hijos encuentras el equilibrio preciso para tus más grandes creaciones.
    Hijo: QUE BENDICIÓN DE MADRE... qué responsabilidad la de ser un hombre que la llene de tal inspiración...

    Saludos

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