Un fin de semana maravilloso


Tuve un fin de semana de película. Viví horas felices, intensas, llenas de actividad, risas, alegrías, abrazos, cincuenta y cinco rosas, tulipanes, orquídeas, poemas maravillosos, cartas, tarjetas, muchos mensajes electrónicos, un sofá cómodo que me hacia falta, dos libreros, mi LAP TOP, la instalación de línea DSL (rápida) de Internet, y muchos regalos…. y mi paciente marido, mi súper héroe, mi superman, mis amigas amorosas, las cercanas, las lejanas, la sorpresa inesperada de mi hijo menor, los regalos que me hicieron con tanta dedicación y cuidado al escogerlos. Que lindo cumpleaños he pasado. Inolvidable.

Al mediodía del Sábado (día siguiente de mi cumpleaños) cuando fui a casa de mi vecina Mayra a recoger prestadas unas sillas de plástico para el patio, conocí y reconocí a un pequeñito nacido en Miami de madre peruana y padre cubano, tiene apenas 5 anos, se llama Fernando y desde que nos vimos fue amor a primera vista. En segundos era como si fuéramos de toda la vida. Tenemos que habernos conocido en alguna de nuestras vidas pasadas. Almas viejas. Un solo problema, el tiene 5, yo 55, pero que les puedo decir a los veinte minutos me propuso matrimonio, me dijo mirándome a los ojos con mucha seriedad y picardía, con esos ojitos negros de largas y espesas pestañas, con esa carita linda de niño brillante, inteligente, valiente, extrovertido, que dice todo lo que siente, todo lo que piensa, me tomo la mano y fue donde su abuela a pedirle permiso porque quería ir a mi fiesta, quería saltar conmigo, entonces con su prima, se monto en mi auto y nos fuimos en busca de algunos alimentos e ingredientes que necesitaba para la comida de la noche, a buscar mas sillas, a buscar la ropa limpia. El pequeño, tan o mas inteligente que mi nieto que es una lumbrera, hablaba los dos idiomas a la perfección, un castellano con acento cubano, un Ingles muy a lo Miami. Nos tomamos unas Sprite y brindamos como si fuéramos novios, yo de su copa y el de la mía. Lo mas gracioso es que se llamaba Fernando, como mi amigo del alma, como mi abuelo adorado. Me hizo reír mucho con sus ocurrencias, con sus preguntas, con su prematura madurez.

Mi esposo me recibió furioso porque se me hizo tarde. El día no estaba para que yo estuviera coqueteando con hombres menores y faltaba poco para que llegaran las visitas a mi fiesta. El primero que llego fue mi amigo Rodrigo el tenor, que además de cantar lindo es medico y uno de los hombres mas cultos que he conocido en mi vida, después llego mi amigo Saúl que mide casi los 2 metros de altura, debe de ser el hombre mas alto del aeropuerto, llego en su Harley (moto maravillosa que cuesta como dos carros de lujo) con su casaca de cuero y sus botas negras, su pantalón de vaquero y esa voz de locutor que lo caracteriza, y su sonrisa traviesa, el tenor y el “Hombre Malboro” fueron la atracción de la noche, se pasaron contando chistes y mis amigos se doblaban de la risa. Nos dieron las 3:00 A.M. y se despidieron porque tenían que ir a trabajar al día siguiente. Pasamos una noche muy linda. Parecíamos todos viejos amigos, los que nos conocíamos y los que se acaban de conocer. En el ambiente se respiraba felicidad, armonía, una energía buena. Fue una noche mágica

Entre mis amistades estaba el esposo de una amiga mía de la infancia que estaba atormentado y preocupado por el temor de un cáncer que lo estaba invadiendo y que lo tiene delgado y demacrado. Mi amigo el doctor se sentó a su lado, lo oyó, sintió su miedo y lo tranquilizo, cuando se fue le había cambiado el semblante. Gran remedio la risa y que te den amor. Entre mis invitados también una amiga colombiana abrumada y preocupada por unos síntomas en la garganta que podían ser de índole cancerosa y otra de mis amigas se sentó toda la noche con ella llenándola de energía buena y de esa fuente de bondad angelical y logro un cambio en la expresión de Consuelo, si Adita reconoció a Consuelo y se hicieron buenas amigas. Esa noche del sábado pasado, todos nos olvidamos por unas horas de nuestros problemas, de los dolores, de los tormentos, de las preocupaciones.


Mi nueva amiga Marilyn y su lindo esposo George me dieron un abrazo tan tierno que me parecía mentira que fueran tan nuevos en mi vida. El regalo más grande que he recibido en estos últimos meses me lo han traído mis Ángeles, son todos estos amigos especiales. Todos estamos en la misma frecuencia.

No estuvieron presentes en cuerpo ni Fernando, ni Ana Raquel ni Mozzy, pero se que la hubieran pasado felices, y yo los recordé y les conté a mis otros amigos como mis tres Ángeles humanos literarios me escribieron linda palabras. Leí el poema maravilloso de Fernando López Peralta de Panamá, después una linda tarjeta que encontré dentro del libro que me mando Mozzy, Gloria Angélica de Lima y que recién me entrego Adita, y una carta enviada por mensaje electrónico por Ana Raquel Chanis desde Panamá, además un poema de mi padre (que jamás me había escrito ni una línea) que a todos gusto, otros de mis compañeras del colegio recordando mis fiestas infantiles en casa de mi abuela en Lima y todos los saludos y buenos deseos de muchas personas que se acordaron de mi.

A todos les agradezco su presencia en mi vida y esos momentos inolvidables de estos días del mes de Enero del 2009.

Marisabel

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