Una experiencia una tarde del lunes en Lima



Amiga linda,

Que tal tu fin de semana ? estas más tranquilita ? espero que sí. Le pido a Dios que tengas una semana bonita, felíz, pasiva y llena de felicidad.

Mira te mano una experiencia de hace poco tiempo. Creo que a todos nos ha pasado algo así alguna vez !

Te mando un besito con mucho cariño y amor.

Mozzy


Era la tarde del Lunes, soleada, sofocante y sin apuro en terminar. Ya todos vamos rumbo a nuestras casas, pegajosos por el día de trabajo, pensando mil cosas, la renta, las compras, el colegio, el celular. El tráfico está pesado, como ya es costumbre en nuestra caótica Lima, vamos en fila india, avanzamos apenas unos centímetros cada quince minutos, la hora avanza y la paciencia se acaba.

Qué será ahora ? una obra sin terminar ? el semáforo ? un accidente ? los minutos pasan y no nos movemos.

Mientras respiro mirando el techo del auto, voy planificando lo que falta hacer el resto del día, por qué ahora que tenemos tantos avances tecnológicos nos sigue faltando tiempo? Un bostezo, otro más, miro por el retrovisor y a mi lado derecho, todos estamos igual de aburridos e impacientes.

La imaginación vuela y pienso…. Que maravilloso será el día en que ya no se usen más las pistas, que todos viajemos por los aires como lo sugieren un par de películas del cable, sin gravedad y en autos-naves que nos lleven en minutos a nuestro destino, sin accidentes, sin contaminación ambiental, sin embotellamientos; seguramente mi hija lo verá….. de pronto un avance, ahhh ¡! Que fabuloso¡ !Mis neumáticos rodaron 360º y tuve que frenar, caray, esto se va para largo, el calor ya me sofoca, las ventanillas abajo y ni una breve brisa que nos devuelva la vida. Tomo un fólder de trabajo y me abanico el rostro, necesito aire! No es fácil pasar los veranos en Lima, de cada diez autos, apenas 2 tendrán aire acondicionado en condiciones apropiadas, el resto somos como todos los demás tendremos que aguantarnos acoplando esos ventiladores de aspas que funcionan con la batería del auto, o como es mi caso buscando entre documentos, recibos y diarios un improvisado y endeble abanico.


Otro suspiro, esta vez intento sacar desde lo más profundo de mí este calor que me desvanece…. Reacciono, estamos avanzando, las esperanzas vuelven a mí y consigo adelantar dos posiciones …. Y otra vez el frenoooo!!!! Car....j ¡!! Mi respiración se acelera y ya más descontrolada echo un vistazo descuidado por la ventanilla,…. craso error ¡! Cuidado ¡!!! Cuidado!! Se oye ¡!! viene un ciclista apresurado como todos nosotros, a cuanto ¿?? 60 kilometros por hora ¡!!! se ha llevado mi peineta favorita ¡!! La arrancó con todo y cabellos, se fue enganchada en unos de los botones de su camisa ¡qué barbaridad¡ no salgo de mi susto ¡ este incidente pudo haberme traído consecuencias fatales! .. qué horror Dios Mio ¡!! Bendíto seas ¡!! Mi confusión dura realmente tres segundos, pero en la dimensión desconocida en la que nos sumergimos ante una inevitable tragedia, ha pasado mi vida entera en un video clip….. recupero el aliento y la valentía y me enfrento al atrevido ¡!!! Salen de mi boca los más escabrosos insultos e improperios, todos me miran con los ojos abiertos de asombro, qué, qué, quéeeee ¿?? Les respondo en silencio con miradas fulminantes, nadie mantiene ya sus ojos en mí. Estoy alterada, totalmente descontrolada, respiro muy rápido y como si el calor fuera poco yo misma estoy hirviendo de furia….. epaaaa!!! Otro avance…… vamos, vamos, vamosssssssss…. Nooooo, paramos todos de golpe otra vez ¡!! Piso el freno y un inevitable P……madre ¡, es lo único que compartimos todos los desdichados que estamos juntos por circunstancias del destino, que mal hemos hecho ¡!! , qué estamos pagando ¿??


Vamos como aprendiendo a conducir, nuestros cuerpos toman la viada del avanzar y bruscamente se detienen, la inercia nos mueve a todos como en un despiadado baile alusinado…. Avancen por favor ¡!!! No hay caso, el freno es el Play de las injurias y palabrotas, una y otra vez …… mi limitado vocabulario se ve repentinamente enriquecido con los más extraños y vulgares insultos que van desde la “A” a la “Z”, curiosamente sin repetirse por que he inventado varios que se ajustan a esta necesidad ¡!

Inesperadamente empezamos a avanzar, el ritmo se hace más fluido, y mi carril se despeja dejando atrás a mis compañeros de tragedia griega, seguimos avanzando, no lo puedo creer!!! Ya casi llego a lo que parece ser el motivo del embotellamiento, “ ….habrá que hacer alguna maniobra pienso para mí…” ya casi, casito llego…… mi auto avanza y como en cámara lenta observo atónita la escena más desconcertante de la tarde, no se trata de un accidente, ni de una fuga de gas, ni una emergencia que a estas alturas hubiera justificado por mucho la espera y la crisis existencial. Un gran auto Ford del 1900 y tantos, inmenso como una lancha, dorado, impecable, va a duras penas quizás a 5 kilometros por hora, si lo empujáramos a pie iría seguramente bastante más veloz. Dentro, un Viejito chuchumequito !!!!! Tan antiguo como su auto, colgado del gigantesco y brillante volante, sujetado a él como un salvavidas, su visión apenas sobrepasa el reluciente tablero, alza el cuello como una tortuga intentando tener mejor visión, pero eso no es posible, el octogenario conductor lleva una gafas tan gruesas como lupas y haciendo un esfuerzo consigo percatarme que se trata de bifocales ¡!!! Dios nos coja confesados ¡! Será posible? Toda esta desesperación colectiva por el abuelito de alguien que no es capaz de mantenerlo en casa, a salvo y salvándonos a todos de la paciencia que le da los años!!.

Sigo avanzando, lo paso y continúo mi camino, él ecuánime, imperturbable sigue conduciendo a su propio ritmo, a la velocidad de sus propios movimientos.

Ya avanzada en mi destino, paro en un largo semáforo rojo y de pronto me viene la imagen de aquel anciano, y pienso ya calmada….. qué difícil debe ser la vida de los viejitos en una ciudad como Lima la caótica, con apuros, problemas, robos, sustos, ruidos, combis, taxis, intolerancia, racismo, prejuicios. Ya no vemos como hace unos años ancianitos conductores, fueron desplazados y arrimados al rol de peatones pasivos expuestos a todo, es el precio de convivir con nuestra sociedad tercer mundista, sí; nuestra ciudad es todo lo malo mencionado, pero también es hasta ahora una ciudad en la que los longevos aún conviven con sus familias, si acaso las carencias económicas ó la cultura “peruana” nos hace partícipes de la larga vida de nuestros abuelos.

Me invade ahora una pena muy particular, quién más notó ese gran Señor de los Milagros Colgado del espejo, el rosario de piedras blancas, el juguete dejado descuidadamente en el espacio del parabrisas posterior, la calcomanía “Yo amo a Cristo”, y la música suave que mecía sus pensamientos.

Cuánta experiencia, cuántos recuerdos e historias, qué maravilla sería escucharlo contar como si fuera ayer sus aventuras; me gustaría escucharlo, y disfrutar su compañía, la vida aún en su ocaso sigue siendo maravillosa…… así que ya llegando a mi destino he terminado admirando a aquel señor, imperturbable y decidido, bendito sea usted “Don”, ahora sería feliz si llego a su edad con la mitad de su valentía y entereza. Los Abuelitos son Angeles.


Gloria Angelica Morales (Mozzy)

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