Mi amado duerme

Mi amado duerme
y yo sigo escribiendo poemas,
Mi amado descansa su cuerpo cansado en las sabanas limpias
y yo siento celos de la almohada que toca su piel,
que acaricia su cuerpo relajado y varonil,
afuera hace frio,
salgo a conversar con las estrellas,
y escucho el susurro del viento
que me cuenta de sus querellas,
abro la ventana para que la luz de la luna
ilumine sus canos cabellos,
empieza a llover
y las gotas salpican mojandonos los pies
la luna presumida se esconde de las traviesas estrellas
y del claro amanecer.

Es tarde, debo de acostarme,
apurarme,
acurrucarme a su lado,
besar su frente,
besar sus ojos cerrados,
pegar mi cuerpo a su cuerpo caliente,
dormir a su lado
descansar feliz.