Cuando Mariangeles duerme




Mariangeles estaba cansada y cerrando los ojos se quedo dormida en el sofa. Empezo a soñar, solo dormida recibia mensajes, oia voces, eran los susurros de sus angeles. Una voz dulce le soplaba al oido: "Sé feliz en el mundo de los sueños en donde estaras con todas las almas viejas que te quieren. "

Al despertar se preguntaria que paso? Soñé? estaba despierta, todo era tan real.

Y la voz le contestaria, "no estas sola, no tengas miedo, soy tu angel guardian y cuido de ti, no por derecho, ni por deber, sino, por .... amor. "

Muchos milagros y bendiciones siguieron llegando a su vida y a la de sus seres amados. Tienes mil años y empezaras a reconocer a otras almas que como tu tienen una mision de paz y amor. Desde este dia te dejaras llevar por lo que tu corazon te dicte, no temeras ante el peligro ni ante la enfermedad, no te preocupara el futuro incierto.

Un sueño, era solo un sueño, que significaban esas palabras, como explicar lo que estaba sintiendo, recibiendo, experimentando desde siempre, mientras dormida escuchaba voces y recibia las visitas de su abuela y de su amado, dos personas que habia amado intensamente y que se habian muerto hacia ya mucho tiempo. A soñar que su abuelita estaba a su lado y le tocaba el rostro y dejaba su dormitorio perfumado del perfume peculiar que siempre habia usado en vida, y otras veces la presencia de su amado Roberto que venia a verla con su uniforme de militar como cuando era soldado en Vietnam. No podia mencionar todo esto porque todos pensarian que estaba traumada, deprimida, que todo esto era su imaginacion, su necesidad de retener la presencia fisica de sus grandes amores.

Cuando Mariangeles duerme siempre sueña, es nuevamente feliz, escucha la dulce voz de su abuela, siente la tierna caricia de su amado, no se quiere despertar ...

Pero al dia siguiente por el resto de sus dias recibira el nuevo amanecer con una fortaleza desconocida, abrumadora, se volvera a sentir feliz. Se mirara al espejo para descubrir que el tiempo no ha dejado huellas en su rostro.

“Buenos Días” vida, te prometo que desde hoy seré feliz.

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