Historias angelicales


Mi vida cambio su rumbo cuando empece a entender los mensajes de mis angeles que se habian pasado toda mi vida susurrandome al oido, pero yo, tonta, no estaba en esa frecuencia.
Hasta que un dia empece a tropezarme con personas, todas con historias angelicales, todas llegando a mi vida para contarme lo que callaban por temor a que los que no creen o no tienen fe se piensen que son locos, raros de gran imaginacion o que habian visto demasiadas peliculas de ficcion. Sin embargo a mi se me acercan, sin conocerme algunos, y me cuentan sus experiencias angelicales.

¿Cuántas veces hemos escuchado sobre personas que han tenido la dicha de ver un ángel cuando están pasando por una situación difícil o de escuchar la dulce voz de una virgen cuando piden ayuda divina?

Desde ese momento me he convertido en una investigadora a fondo del tema, desde ese momento tambien empece a escribir y no he parado. Empece este BLOG hace solo 48 dias y no he dejado de entrar notas desde ese 30 de Diciembre del 2008. Creo que si imprimo todo lo que he publicado debo de tener facilmente 200 paginas.


Yo no busco las historias de los angeles, ellas llegan a mi puerta. Son historias de ángeles, que se han aparecido a personas reales, que conozco, que conversando me han contado emocionadas estas vivencias. Desde luego, tú como lector o lectora sabrás si creer en ellas o no, pero ten siempre presente que la fe y el amor espiritual son una fórmula poderosa capaz de los milagros más inesperados. Yo creo en los milagros. Yo soy un milagro. Yo tengo la foto de mi angel. Yo sigo viva y soy una sobreviviente, uno de esos milagros, yo tambien he sido auxiliada muchas veces por mis angeles, muchas.

Mi amiga de un hospital infantil afamado en Miami, tenía muchos pacientes todos niños. Todos sufriendo de esa terrible e injusta enfermedad que es el cancer, criaturas lindas, sensibles, tiernas, adorables y con la enfermedad terminal. Niños que estan en el extremo de todo, pero en cuyo interior todavía brilla la luz de la vida. Una noche, la doctora se quedó trabajando hasta altas horas de la madrugada. Uno de sus pacientes había empeorado en las últimas horas y con el profesionalismo que la caracterizaba decidió aplicarle un nuevo tratamiento y quería ver los resultados. Hacia las cinco de la mañana el niño ya estaba estable y ella se le acercó para monitorear su respiración, que para su alivio en ese momento era suave y calma.

Habia notado que una mujer vestida de blanco estaba al lado del niño, lo que llamó la atención de la doctora, pues había mandado a sus padres a la casa. La mujer acarició al niño y luego le tocó con dulzura y suavidad una de las manos de la doctora. Cuando la señora salió, la doctora comprobó que su paciente estaba mejor que nunca y su corazón se alegró por primera vez en muchos días.
-Le pregunto a su paciente: ¿quién era esa señora tan dulce ?-
- Es la Virgen María, ella siempre viene a visitarnos...
La doctora es de familia judía, hoy cree en la Virgen y en los Angeles.


Historia de una maestra
La maestra habia tenido por tres años a Mauricio como uno de sus alumnos predilectos, hasta que un día cayo muy enfermo, con fiebre, vómitos y una gran debilidad. Sus padres ya no sabían a dónde llevarlo, todos los médicos le mostraban diagnósticos diferentes, lo estudiaban y ninguno de ellos acertaba realmente con lo que le pasaba. Se hablaba de un virus extraño y lo medicaban sin llegar al fondo del problema. Mauricio languidecía en una cama y sus extremidades enflaquecían al igual que su rostro cetrino y demacrado. Los que lo amaban seguían luchando para salvarlo, buscaban y buscaban médicos y tratamientos que le salvaran la vida, pero todo parecía en vano y cada vez se hacía más fuerte la sensación de que a Mauricio sólo lo salvaría un milagro.

Su madre fue viendo cómo su hijo se perdía entre fiebres y sudores y hasta deseó que la agonía del niño terminara de una buena vez. En uno de sus recorridos hasta la iglesia se le acercó una vendedora de flores que le llamó la atención por sus arrugas y el aroma agradable que salía de su ropa. La anciana la detuvo y ante su sorpresa le dijo: "No olvides que hay ángeles en tu ventana", y desapareció entre la gente.

La mujer fue hasta la iglesia con la emoción temblándole en la boca y entre las manos el nombre de su amado hijo. Mientras estaba en el templo sintió la enorme necesidad de volver a su casa y entonces pensó lo peor, que su hijo ya se había ido con Dios. Desesperada, abrió la puerta de su casa y corrió a la habitación de su hijo, curiosamente sentía las piernas ligeras como alas de pájaro. Al llegar a su casa una fuerza la detuvo ante la puerta, el silencio la cubrió como un manto y lentamente entró a la habitación, buscó a su hijo con ojos desesperados en la cama. El niño estaba levantado jugando con unos juguetes en el suelo de su cuarto.


Al entrar su madre, el enfermo levantó su rostro radiante y lleno de salud y le dijo: "Mami, en la ventana hay palomas". La madre maravillada se acercó lentamente a la ventana que daba al jardín y a través de los vidrios pudo ver unas plumas blanquísimas en la luz radiante de la mañana. Entonces supo que su hijo se había salvado. En la actualidad Mauricio tiene 29 años y dos saludables y hermosos hijos, vive en Buenos Aires.


Otra linda historia...
Una saludable mujer de 46 años que no suele asustarse por nada, fue a hacer turismo a las ruinas de Machupichu en el Cuzco. Cuando iba por la mitad de su caminata (las ruinas quedan a mucha altura y algunas personas sufren de zoroche) la turista empezó a sentir que sus piernas le pesaban mucho y que su cabeza se iba quedando vacía. Su familia ya había subido y de pronto se sintió muy sola y a la vez pensó que le sería imposible llegar hasta arriba. Repentinamente alguien la tomó del brazo, la ayudó a sentarse en los escalones y se quedó cuidándola, protegiéndola para que no se cayera. Ella se empezó a sentir mejor y de pronto razonó que su protector era uno de los tantos niños que ayudan a los turistas por unas monedas. Sintiendo mucho agradecimiento le compensaría con una buena propina. Se sintió muy bien para seguir hacia arriba y le pidió al niño que la acompañara. El muchacho le dijo que se llamaba Gabriel y la acompañó callado hasta que la mujer se encontró con su familia.

Cuando ella se dio vuelta para agradecerle y darle unos dólares, el chiquillo ya no estaba. La turista y su hija lo buscaron entre la gente, pero había desaparecido. Luego las dos supieron dentro de sus corazones que el niño era un ángel y que solamente había acudido a salvarla. Actualmente esta turista continúa sus investigaciones sobre ángeles en Santa Cruz, Bolivia.

Y la que escribe tiene muchas historias que tengo que desarrollar y que son parte de mi segundo libro.

Comments

  1. Son relatos maravillosos, no son historias, son vivencias, los ángeles existen están con nosotros, sólo tenemos que saludarlos, hablarles, sentirlos, y reconocer sus señales, pongan atención, quizás en este momento tu ángel esta a tu lado, cierra los ojos y respira profundamente, te sientes calmado ?? y extrañamente en paz ? es la enregía de tu angel la que te dá esa sensación, su compañía es tranquilizante...

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