Los abuelos

Ya no son como las abuelas de antes. Desde la pequeña vieja señora estereotipada, con la cara dulce, redonda, arrugada, pelo gris, y un delantal atado para siempre alrededor de la cintura, hasta las abuelas de hoy que hacen aerobics en el gimnasio, y hasta participan en maratones.

Las abuelas de hoy son gerentes de corporaciones, profesoras de la universidad, políticos, escritoras, así como también mujeres jubiladas y retiradas. Las abuelas de hoy, parte de la explosión demográfica ocurrida después de la segunda guerra, tienen importantes diferencias entre ellas y sus propias abuelas: pueden ser cualquier cosa que deseen ser.

Las abuelas y nietas: Un lazo especial
En un aspecto, sin embargo, las abuelas probablemente nunca cambiarán. No importa qué tipo de vida elijan, nunca dejarán de tener ese lazo de unión con sus nietos, y tenerlos como lo más importante de sus vidas. Los estudios sugieren que la socialización entre mujeres mayores y más jóvenes, conduce a ese especial tipo de relación.

En todas partes del mundo, las jóvenes están más cerca del hogar y están más implicadas en sus tareas y responsabilidades que los jóvenes. Las muchachas por lo tanto, tienden a participar más en las relaciones intergeneracionales con sus madres, tías y abuelas.

En el mundo occidental, donde los estereotipos sexuales han disminuido perceptiblemente en la última parte de este siglo, las mujeres todavía tienden a poner más énfasis en los vínculos familiares que los hombres de su misma edad.

Las mujeres se esfuerzan más que los hombres para mantener los enlaces intergeneracionales por medio de cartas, conversaciones telefónicas, y visitas. Es generalmente la mujer, la que toma la responsabilidad de documentar y conmemorar los hechos familiares, sus fechas y acontecimientos.

Se cree que éstas características en las mujeres, las hacen más cercanas con sus abuelas que con sus abuelos. De hecho, el enlace más cercano parece estar entre una nieta y su abuela maternal.

Los nietos también tienden a sentirse más cerca de su abuela maternal que de su abuela por parte paterna.

Las madres jóvenes seguimos necesitanto a las abuelas, no solo para que nos ciuden los niños para ir a trabajar, sino para crecer a su lado, recibiendo el amor y la comprensión que ellas quizá no recibieron. Ser madres nos prepara también para el día en que seremos abuelas. Si lo pensamos, veremos que nuestros errores algún día servirán para que cuidemos mejor de nuestras hijas cuando sean ellas las madres recientes, formando parte de una cadena de amor entre mujeres que nos enlaza con las primeras abuelas de la historia.

La relación entre la abuela maternal y sus nietos es paralela a la mayor proximidad que ha existido tradicionalmente entre una mujer y sus padres, en comparación con la de un hombre y sus padres.

Abuelos Activos
La presencia de los abuelos en el ambiente de educación y cuidado, es extremadamente importante, para los nietos y sus padres. Cuando no están separados por grandes distancias geográficas, los abuelos pueden desempeñar un papel activo en las vidas de sus nietos y ser de gran ayuda en su crecimiento.

Los abuelos pueden ayudar financieramente comprando los juguetes y aportando las cosas que los padres no pueden producir. También pueden hacerse cargo del cuidado cuando los padres están ausentes, ahorrando el costo de una niñera y dejando tranquilos a sus padres. Pero lo más importante, es que compartir tiempo con ellos, genera un vínculo de respeto y amor único.

Respetar los Límites
La fuente más común de conflicto entre los abuelos y sus nietos, son los límites. A menudo, los abuelos consienten ciertos comportamientos que los padres no permiten. Además, suele suceder cosas como que les compran juguetes y golosinas en exceso, mimándolos como “muestra” de su amor.

Los padres y los abuelos deben ponerse de acuerdo y tener los mismos límites para los chicos, para no crear confusiones y evitar conflictos. Es aceptable que algunos juegos o golosinas que no se permitan en el hogar, sí se permitan en la casa de la Abuela para hacer la visita más especial. Pero eso debe partir de un acuerdo mutuo. Cuando los límites son consensuados, la relación entre el abuelo y el nieto puede mejorar mucho mejor.El enlace entre la abuela y el nieto se enriquece para todos. Para la abuela, la alegría de compartir su amor con los seres que más quiere en el mundo, y para el nieto, una forma de crecer junto a alguien que le regala todo su afecto y lo atesora con hermosos recuerdos.

Cuidado con esclavizar a las abuelas:
"Se trata de mujeres adultas con una gran fortaleza física y emocional, muy perfeccionistas con un excesivo sentido del orden y de la responsabilidad, que han asumido el rol de ama de casa, lo que les impide en muchos casos pedir ayuda. El contacto con sus nietos es altamente gratificante, de ahí que la mayoría de ellas opte por no confesar su cansancio para evitar disgustar a sus hijos",

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