Recordando mis horas en el barrio de San Telmo

























Ayer estuve dedicada a cuidar a mis dos angelitos. El menor de tan solo 28 meses lo toca todo, es inquieto pero tan dulce, el mayor se apodero de mi computadora y se puso a jugar por horas, es increible como tan chiquito ya sabe usar la laptop, se puso a jugar unos juegos nuevos de la nueva version de la pelicula "La pantera rosa" que estan muy simpaticos, pero no me dejaba ayudarlo en su investigacion como el detective Clusseau. Cuando ya vinieron sus padres por ellos, me puse a buscar musica de los 60,70 y 80 y a compartirla con mis amigos y familiares, canciones que me transportan a esos dias, a esos momentos.



De repente al escuchar a Silvana di Lorenzo cantando "Palabras" me vi parada en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires en 1975, conversando con Chabuca Granda que estaba esa noche trabajando en un cafe-teatro de esa linda zona bohemia en donde abundaban las tiendas de antiguedades con reliquias y muebles que eran de una belleza magistral. Esa noche cantaba "la flor de la canela" con la mismisima compositora, las dos fuera de nuestra amada Lima. Yo era muy joven, tenia solo 21 primaveras y habiamos viajado en grupo con otros matrimonios amigos. Me encanta Buenos Aires, es Europa en Latino America, sus calles, sus arboles, las palabras que se quedaron en los rincones de mi memoria, las miradas, el aire frio de un dia de invierno saliendo de una sala de cine de ver una pelicula de estreno, la linda casaca de cuero negro que me pude comprar y que todavia conservo aunque ya no me sirve porque no pude mantener mi figura de aquellos dias, me veo regresando en Aerolineas Argentinas de Buenos Aires con dos lamparas en la mano que deben de estar alumbrando en algun hogar peruano donde deben de haber forjado su residencia desde que me fui de Lima hace tres decadas y deje todas mis pertenencias, mis platos de porcelana francesa, mis palomas de ceramica blanca, mi coleccion de botellas de leche, el mantel de corazones que borde en punto cruz y que era mi forma de matar las horas durante mis largos embarazos, sobre todo durante el segundo en el que se me hicieron los meses eternos , en cambio ahora, en esta parte del camino, el tiempo se me hace corto y no me alcanzan las horas para todos mi proyectos, para volverme la mujer pulpo y ser esposa, abuela, madre, hija, hermana, amiga, vecina, proxima, profesional, relacionista publica, agente secreto, detective, investigadora, decoradora, cocinera, lavandera, y encima aspirar a ser poeta, cantante y escritora.

Hoy encuentro unas fotos de Buenos Aires, tomadas por unos amigos en una visita de hace pocos meses, aqui publico algunas, son de San Telmo de ese barrio que se asemeja a Barranco en Lima, a Coconut Grove en Miami, que tiene esa magia contagiosa que te transporta. Que ganas de regresar a Buenos Aires a sentir su viento acariciando mis mejillas.

Y me regresa a la memoria ese tango que dice: "Mi Buenos Aires querido"

Marisabel

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