Saber bailar en el amor


Entre los cientos de emails que recibi este largo fin de semana (no trabaje ayer lunes) me encontre este que ahora comparto con todos ustedes:

¿Sabes bailar en el amor?

Cuando estás en una fiesta en la que bailas por primera vez con otra persona
¿Cómo reaccionas? Bailas con él primero. Si no te agrada y te vuelve a invitar a bailar, le dices que no. Si a él no lo convenciste, y aunque a ti te haya encantado, no vuelve a bailar contigo. La magia empieza a ocurrir cuando ambos se acomodan ¿verdad? Sabes que has encontrado a tu pareja de toda la fiesta. En el amor es igual. Vas a conocer a muchas personas a lo largo de tu vida. Con alguna te vas a sentir en profunda sintonía, pero ella contigo no. Déjala ir. No luches por ella. No es tu pareja de baile. También, te encontrarás con alguien que no te gusta. Y no entiende. Es terco y se aferra a ti. Recuerda que alguna vez tú has sido una de esas personas. De forma firme y amable, dile que no te gustaría bailar con él en el amor. Y en ocasiones te tocará una pareja que te empeñas en querer cambiar. Quieres que haga los pasos de baile que a ti te gustan. Quieres que tenga el ritmo que tú quieres. Sabes que eso no funciona. A nadie le gusta que lo cambien. Busca a otra pareja de baile. También, te tocará estar con una pareja que quiera cambiarte. Sabes que tampoco eso funciona. Busca a otra persona. ¿Hay algo malo contigo? No. Solo tienes que encontrar a alguien que le encante como bailes. Que se enamore del ritmo de tus sueños y de los pasos de tus hábitos del diario.

Por ejemplo, hay mujeres que son muy coquetas. Hay hombres que no soportarían eso.
Hay hombres que si. Si lo encuentras, y a ti te agrada, has encontrado a tu pareja. ¿Eres floja? Hay hombres que les gusta que tú los atiendas. Pero hay hombres muy serviciales que les encantará atenderte, ir de compras, cocinar, etc. Entonces, has encontrado a tu pareja de baile en el amor. Sabes? Es un concepto que me costó trabajo entender.
Desde mi adolescencia pensé que debía ser perfecto para ser amado. Y me “preparaba” día con día para ser perfecto, mientras día con día, observaba que las chicas de mis sueños iban teniendo novios imperfectos. Me llevó años comprender que no debía ser perfecto para ser amado.
Debía ser yo mismo, ser sincero e ir con el corazón en la mano. Eso era todo. No importa los defectos que tengas, siempre encontrarás a alguien que baile para ti.

Comments