Carencia afectiva y la ausencia de la madre

Otro capitulo de "Los Sapos no saben leer"


Esta mañana empecé a recordar eventos de mi niñez que indudablemente estaban bloqueados o escondidos en algún rincón oscuro de mi mente. Debido a todos los acontecimientos dolorosos de estos últimos meses, parece que se han prendido varias alarmas y hoy mientras mi esposo me llevaba al trabajo empecé a contarle…

Quería recordar como había sido mi madre cuando yo tenia 4, 5, 6, 7 y hasta mi adolescencia, y lo que podía recordar de ella era la imagen de una mujer rubia, siempre muy bien arreglada y maquillada, siempre con los labios rojos y fumando constantemente acompañada de una taza de café. En aquellos días mi madre solo tomaba café y se fumaba dos cajetillas de cigarrillos diarios que me mandaba a comprar a la bodeguita de la esquina de la casa. Empezó a fumar a los 14 y lo sigue haciendo hasta la fecha, sin parar, uno detras de otro, a pesar de las terribles consecuencias y de sufrir del corazon. No la recuerdo comiendo porque siempre fue esclava de su figura, vivía a dieta por no decir pasando hambre porque nunca pudo pesar mas de 125 libras, se que iba al gimnasio todos los lunes, miercoles y viernes y que tenia una figura perfecta, la tuvo hasta que cumplió los 60. Siempre fue vanidosa, presumida, egocéntrica, creída, malcriada, rabiosa, mal geniada, renegona y de un temperamento muy fuerte. Nunca nada la hizo feliz, a todo le encontraba peros y defectos, y siempre criticaba a todos los que la rodeaban y al planeta entero. No recuerdo que nos llevara a los parques a jugar o a los restaurantes ni a las fiestas infantiles, no recuerdo que se sentara a la mesa a comer con nosotros ni que se sentara a repasarnos las tareas escolares. Para eso teníamos a las empleadas de servicio, casi siempre tres, además del jardinero que llegaba a arreglar los jardines y las plantas todas las semanas, y Felipe un hombre orquesta que era el que hacia de plomero, electricista, pintor en fin todo lo que tuviera que ver con el mantenimiento y los arreglos de la casa, este mismo hombre era el que hacia todos los arreglos en casa de mi abuela, así que supongo que era la abuela quien lo enviaba y quien se ocupaba de pagarle, lo mismo que a las otras criadas. Teníamos una niñera adorada y que era la consentida de la abuela por ser una mujer de su entera confianza y de una nobleza extraordinaria, que nos cuidaba los fines de semana.
Todos los fines de semana de mi infancia nos llegaban a recoger el chofer de mi abuela, un muchacho joven, alto y bien parecido que se llamaba Juan Quispe, que venia con mi mama Clemencia que se bajaba del carro y tenía siempre que esperar porque cuando llegaba por nosotros nunca estábamos listos. Solia llegar a las 9 o a veces mas temprano y mi madre a esa hora seguía durmiendo o echada en la cama, algo muy normal y siempre echada en la cama fumando quemando las sabanas y con su taza de café, cuando nos acercábamos al cuarto buscand amor y que nos mimara o nos oyera nos decía que nos teníamos que ir a la calle a jugar, que no la molestáramos. Siempre olía a cigarro, toda la casa estaba cubierta por el humo constante de su peor hábito. La vi llevar sus embarazos, un total de nueve sin dejar de fumar. Todos sus hijos nacían prematuros y no pesaban más de 2 kilos.

Hoy recuerdo como la mama Clemencia nos preparaba el baño, había una terma de gas y en los días de invierno no nos bañaban, así que cuando llegaba el día sábado a recogernos y nos encontraba todavía en piyamas nos desvestía para encontrar que teníamos las mismas medias de varios días sucias y con mal olor y debajo de las medias la suciedad pegada a la piel por la falta de aseo. No recuerdo que nos obligaran a lavarnos los dientes o las manos antes de las comidas,no teniamos supervision, de lunes a viernes éramos unos niños salvajes, la única educación que teníamos era la que estábamos recibiendo en el colegio pero que no estaba funcionando. Un dia mi hermano Almendro me contaria que cuando chico nunca iba a la escuela, como teniamos que ir a pie, muchas veces se ponia el uniforme y salia de casa con sus libros pero se pasaba el dia visitando parques y en el estadio nacional. Cuando traia malas notas, sabia hacer la firma de ambos padres, lo increible fue que pudo llegar a terminar la secundaria. Los otros en cambio todos se quedaron sin terminar el colegio. Manny llego al segundo grado el cual repitio tres veces y nunca mas quiso estudiar, a pesar de ser de todos nosotros el mas inteligente de todos.

A los 11 años una niña de mi clase me empezó a llamar “pesopoe” y me quede con ese apodo por algún tiempo, yo pensé que era un apodo de cariño, de camaradería, con el tiempo me entere que era que tenia fama de apestosa, de no usar desodorante, de tener mal olor, el apodo era un derivado de tres palabras “pezuña, sobaco y poto” es decir que tenia mal olor por todas partes.

No recuerdo que nadie me enseñara como jabonarme y como lavarme las partes intimas, todo esto lo aprendí sola leyendo revistas y mirando a otras personas cuando me hice mujer, contrario al ejemplo de poco aseo, crecí para convertirme en una mujer muy pulcra y extremadamente limpia en su hogar, es mas, yo diría que hasta un punto de tener manías de no poder acostarme si la casa no estuviese completamente limpia y brillante. No hay cosa que me moleste más que el desorden y la falta de limpieza. Nada me hace mas feliz ni me da tanta paz como ver toda mi casa limpia y ordenada y flores frescas en los floreros, y velas aromaticas.

Mis hermanos crecieron pero hoy me doy cuenta que no son muy limpios, pueden estar varios días sin bañarse, solo se lavan la cara y se mojan el pelo, como muchas otras personas que sufren de indiferencia o que no les importa tanto la limpieza. Tiene que ver posiblemente con falta de ilusiones o hasta con la pereza.

Mi padre no era mejor, recuerdo la cantidad de veces que estuvimos esperando por horas que nos viniera a recoger al colegio, muchas veces llegaba cuando ya era la noche. Todas las niñas se habían ido y siempre quedábamos las dos hermanitas solitas y abandonadas, porque nuestro joven padre (era muy joven y muy irresponsable) se había olvidado de que tenia que pasar al colegio por nosotras, por sus dos hijitas. Fueron tantas las veces que nos dejo plantadas a la salida de la escuela que llegue a conocer las habitaciones de las monjas en el convento y a verlas hasta sin esas tocas que se ponían en la cabeza. Una vez vi una monja que era completamente calva.

Una niñez con unos padres que nos mandaban todos los fines de semana a la casa de los abuelos en donde teníamos a las criadas que nos cuidaban y nos daban mas amor y mas atenciones y cariño que nuestros progenitores. Esa fue mi niñez y la de mis hermanitos hasta que mi abuela murió. Después empezó lo que ha sido una vida llena de calamidades, tropiezos y siempre la indiferencia de nuestros padres con todos "sus" problemas. Primero las infidelidades de mi padre, después fueron las venganzas de mi madre, violencia, pleitos diarios, amenazas, separaciones, hasta que un día cuando mi madre cumplió los 39 anos se fue para siempre, se fue del pais, pero no solo se divorcio de mi padre sino que lo hizo de los hijos.

Como hija mayor me tuve que hacer cargo de mis hermanitos. Un día mi primer marido harto de los problemas familiares de mi familia disfuncional se busco una querida y al poco tiempo decidió que era mas feliz con esta y que quería “OUT” así que se fue. Entonces me quede sola, destrozada, temerosa, abandonada, sin madre, sin padre, sin marido, sin abuela, sin mama Clemencia, con dos hijos y tres hermanos, con dos padres completamente indiferentes que estaban muy ocupados en lo suyo y a quien nnguno de sus hijos les importaba.

Así han pasado muchos años, años de sobrevivir día a día, de lucha, haciendo siempre lo mejor posible. Indudablemente había borrado muchas cosas o estaban bloqueadas, pero hoy están saliendo de su encierro. De repente tengo el recuerdo de mi madre saliendo de su dormitorio todas las noches completamente desnuda para cruzar al baño, ni siquiera se molestaba por cubrir su desnudez. La cantidad de veces que de pequeña no solo yo sino todos mis hermanos a la mitad de la noche porque estábamos enfermos de gripe o malitos del estomago nos levantábamos a buscar ayuda de nuestros padres y al abrir la puerta del dormitorio (nunca se molestaron en poner un candado) los encontrábamos haciendo el amor. Muchas veces, en pleno día, nos mandaban a la playa o a que jugáramos afuera por una o dos horas para que no los molestáramos porque querían dormir y nosotros nos mirabamos y saliamos en cola callados, pero sintiendo ese rechazo esa carencia afectiva.

En los veranos todos los días íbamos a la playa, es decir, todos los días iban mi madre con mis hermanos a la playa, a un club privado de gente rica, pero a mi no me gustaba ir muy a menudo porque era muy blanca y me ponía colorada con mucha rapidez y la verdad es que no me gustaba mucho pasarme todo el día fuera de la casa con personas que me parecian frivolas y vacias. Mi madre se tiraba al sol por horas y siempre estaba dorada, luciendo su perfecta figura y saliendo en las portadas de las revistas porque usaba unos bikinis muy pequeños cuando todavía no estaban de moda.

Mi padre era mujeriego desde que puedo recordar, mirando a todas las mujeres, persiguiéndolas, enamorándolas. A mis amiguitas las trataba de besar. Le fue infiel a mi madre prácticamente todos los días de su vida matrimonial. Cuando niña mi madre lloraba y desde los ocho anos me decía cosas terribles de el y de todos los hombres. Tengo recuerdos de mi madre y de unas amigas de ellas que se cortaron las venas, tomaron pastillas para dormir, una se colgó, otra se tiro de un séptimo piso del hospital del Seguro Social. Muchas veces encontré cartas y fotos pornográficas y de mujeres desnudas y hasta preservativos y para proteger a mi madre se los desaparecía, antes de los 10 años le rebuscaba los pantalones a mi padre con el solo propósito de evitar confrontaciones y mas pleitos con mi madre y pensando que estaba salvando el matrimonio.

Tiempo después me entere que mi madre se hacia abortos, se quito varios hijos y hoy me pregunto si fue porque no eran de mi padre o porque ya no quería tener mas, lo que no entiendo es porque seguían teniendo mas hijos si ninguno de los dos estaban preparados para ser padres responsables. No se como llegaron a cumplir dos decadas de vida matrimonial, posiblemente por el apoyo que tuvieron de los abuelos durante la primera decada, pero a partir de la noche que fallecio mi abuela el matrimonio empezo a desmoronarse ladrillo por ladrillo.
Resultado de todo esto fueron hijos disfuncionales, todos crecieron y esto es lo que sucedió. La hija mayor se hizo una mujer luchadora y de apariencia muy fuerte, pero siempre con problemas de obesidad, creció para vivir siempre combatiendo los kilos hasta que un día se canso de tanta dieta y acepto que era una mujer gorda. Con el tiempo se dio cuenta que su gordura era ocasionada por las angustias y que era lo que se llama peso emocional, porque en los pocos momentos de su vida que tuvo un poco de paz y tranquilidad perdía peso, mucho peso, pero la familia no la dejaban tranquila, la chantajeaban emocionalmente y constantemente.

La segunda hija, Magdalena, creció para convertirse en una mujer anoréxica, nerviosa, que empezó a perder el pelo y llenarse de arrugas a muy temprana edad, con el tiempo se descubrió que había sido violada por un familiar y que ella había violado a un hermanito menor cuando ella tenia 17 y el solo 8 anitos. Este fue posiblemente el peor trauma que tiene Manny hoy en día y lo que a ella la dejaria marcada para siempre. Manny que creció para convertirse en un adicto a las drogas, el alcohol, la pornografía y la masturbación. Manny que se volvió un hombre psicótico y que no le importaba nada, ni bañarse, ni vivir en la calle como un vagabundo. Manny que se regreso al Perú a morir a los 40 porque no tenía esposa, ni hijos, ni familia, ni madre, ni padre, ni trabajo, ni ilusiones, ni futuro, ni vida. Magdalena se convirtió en una mujer conflictiva y solterona. Un día tuvo una hija de una relación con un menor de edad cuando ella tenía treinta y tantos y se enamoro de un adolescente que iba al mismo gimnasio. Decidió tener a la hija que hoy en día tiene veintitantos y esta llena de tatuajes y adicta a fumar marihuana y vivir con sus amantes de turno en la misma casa donde vive con su madre, una casa muy humilde y desordenada. Magdalena corre todos los dias, corre diez millas, corre todos los dias.

El tercer hijo, Almendro, se fue de la casa al ejército a los 17 anos porque quería ser soldado en los Estados Unidos. A los 13 empezó a acostarse con las empleadas de servicio, a los 14 empezó a practicar deportes de alto riesgo y convertirse en el mejor, a los 15 se metió en una secta religiosa buscando a Dios, hasta los 16 fue sacristán y hasta quería ser sacerdote. Almendro se caso con una extranjera, tuvo tres hijos, trato de tener un buen hogar pero un día la extranjera se canso de las locuras de mi madre y de mi padre, de los traumas de mi hermano que casi nunca hablaba porque se convirtió en un hombre callado, muy callado, de esos que todo lo guardan por dentro pero que cuando explotan lo hacen como una bomba. Almendro sufrió mucho con su divorcio, pero más sufrió su hijo menor que termino convirtiéndose en un muchachito problema, con adicción a las drogas y al alcohol desde muy temprana edad. El hijo de Almendro creció para convertirse en un muchacho sin guía, sin luna, sin sol y sin estrellas igual que su tío Manny, para terminar preso, encarcelado muchas veces. Los otros dos hijos siguen luchando para salir adelante, con sus traumas y sus deficiencias, pero al menos tienen trabajo, lo que si no se han casado.

El cuarto hijo, Jaimito, o Jimmy como le dicen cariñosamente, es de todos los hijos el que siempre he sentido recibió menos atenciones y amor. Este prácticamente creció amparado por una cholita que se llamaba Herminia y que lo quiso como una buena madre, hasta que un día la Herminia se enamoro y se fue para su tierra, quedando Jimmy que era un pequeño muy extraño. Hoy en día pienso que Jimmy era autista o que sufría del síndrome ese de desorden de atención, porque vivía en un mundo de fantasías y siempre que le hablabas te contestaba con respuestas extrañas. Si le preguntabas algo simple te decía cosas como que los marcianos habían venido a visitarlo y le gustaba mucho hablar sobre extraterrestres y cosas así. Jimmy creció en casa de unos vecinos, sus padres fueron los vecinos de al lado, una pareja de japoneses adinerados que vivían encariñado con este pequeño que tenia pelo rubio y los ojos muy azules. Cuando Jimmy creció siguió siendo un joven extraño, primero se hizo tablista y era muy bueno también en los deportes de alto riesgo. Después empezó a fumar marihuana y hasta el día de hoy lo sigue haciendo. Vivió con su hermana mayor hasta los veintitantos anos, un día lo arrestaron por trafico de drogas y estuvo preso por varios anos, después a los treinta y tantos conoció a una mujer un poco mayor que el y empezó a tener una relación con ella, hasta que un día le dijo que tenían que casarse porque iban a tener un hijo. Jimmy se caso y nació el otro Jimmy que es igualito a su padre (de físico), de todos mis hermanos fue el que hoy en día esta mejor. Jimmy se alejo de sus padres y hermanos y mantuvo la distancia. No pide nada, no quita nada, pero cuando me ve, me abraza y se pone a llorar en mis brazos porque sufre mucho, como yo.

El quinto, Manny ya lo conocen, es mi hermano adorado, mi consentido, el que se recupera en un centro de rehabilitacion, el que han diagnosticado como un paciente que sufre de bipolarismo y de ser maniaco depresivo. Manny, guapo, talentoso, pero con una carencia afectiva que lo traumatizo y lo dejo estacionado, parqueado en un pasado doloroso.
Y estoy tan disgustada con Martino el menor y el mas enfermo del alma de todos, locura, odio y narcisismo causados por la avaricia y la codicia de heredarle todo a nuestra madre porque siente que era muy chiquito cuando mi madre lo abandono y ahora inconcientemente quiere vengarse de todo y de todos y le lava el cerebro a nuestra madre que se volvio loca, que perdio la cabeza, diciendole que todos somos malos, que todos le queremos quitar su herencia, dinero maldito que muchos de sus hijos cambiariamos por todo ese tiempo perdido, por decadas de desamparo, por esos abrazos que nunca recibimos, por esas noches frias en donde ella jamas se acerco a nuestras camas para cubrirnos los cuerpitos, o para rezar con nosotros o leernos un cuento de hadas. Y Martino que hace, ha abandonado a su mujer y a su hijito, y se fue a vivir con su madre para permitir que cometa todas las locuras de una mujer que nunca supo ser madre.

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