La felicidad no se compra




Los sabios dicen que la felicidad no esta en el dinero, (pero que tranquilidad y que rico se siente cuando uno lo tiene) dicen que no esta en el poder, (pero hay que mirar y abrir grande los ojos para ver lo que los poderosos tienen y consiguen) no esta en el amor, (pero que bien se siente uno cuando ama y se siente correspondido y quien no quisiera estar con la persona amada y que esta fuera la persona ideal) no, la felicidad no esta ni depende de las personas que nos rodean, (pero que maravilloso y que lindo se siente cuando nos llevamos bien con el prójimo y existe la armonía, la alegría, el espejismo de la perfección) en un mundo perfecto, en un mundo ideal (solo en el cine) en donde todos podamos lograr nuestros anhelos de tener las tres cosas, salud, dinero y amor... y es que la felicidad no se encuentra al final del arco iris, ni ganándote la lotería, ni casándote con tu príncipe azul, ni ganando los millones de Bill Gates o de Donald Trump, irónicamente tampoco se alcanza cuando logras alcanzar las metas, vencer los obstáculos, llegar a la cima, vencer a los monstruos, ni cuando te vistes de plenitud espiritual, alcanzas la belleza física ideal o la estabilidad mental, tienes el palacio, o el carro mas lujoso, no la felicidad no se compra y te pasas la vida entera persiguiéndola, buscándola...

Y es que la felicidad vive, mora, se encuentra en cada uno de nosotros, ahí siempre a la mano, con nosotros, dentro de nosotros, dentro de cada una de nuestras células. No, no es nuestro cerebro o nuestra mente, no es nuestro espíritu o alguno de nuestros órganos, porque todo eso es el conjunto de lo que somos, pero créanme ella la felicidad existe, no es permanente, no es duradera, pero existe. Mi tía Antonieta siempre me decía que la felicidad te llegaba en cuartos de hora, y que de vez en cuando todos experimentábamos y éramos felices pero que duraba solo 15 minutos... y que ella había tenido varias veces esos interludios limitados a 15 minutos (un orgasmo no dura mas que segundos)

La infelicidad es mucho más fácil de adquirir, es más contagiosa y popular, es de las enfermedades peor que un cáncer. Mira no mas cuantos infelices te rodean, y generalmente la infelicidad esta acompañada de otros vecinos que se llaman odio, injusticia, venganza, maldad, vicios, pecados, enfermedad, pobreza, violencia, muerte.

La felicidad es como la vida nos pertenece desde que somos creados, desde chiquitos. Para ser feliz hay que conocer desde temprana edad la presencia de Dios en tu vida, hay que conocer su esencia, descubrirla, sentirla, capturarla, soltarla, compartirla, dividirla, repartirla, perseguirla, conforme crecemos y maduramos la reconocemos y valoramos mas, la felicidad es como la salud, como la vida, como el amor, no comprendemos lo importante que es hasta que la perdemos.

Hay que aprender a eliminar todo lo superficial, la vaciedad, el materialismo, todo eso que te ata y te atrasa tanto. Las personas felices no le tienen apego a las cosas materiales, no le tienen miedo a la pobreza, no le tienen miedo al futuro, no le tienen miedo a la vida, no le tienen miedo a la muerte y mucho menos le tienen miedo al trabajo. Las personas felices tienen luz, energía buena, fuerza, disciplina, entusiasmo, ganas, ilusiones y sobre todo creen en DIOS, en los Ángeles, en los milagros y en la fuerza del bien.

Para ser feliz tienes que buscar la libertad, la justicia, la verdad, pero sobre todo seguir las enseñanzas de JESUS que repito a cada rato "Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu próximo como a ti mismo" "Amaos los unos a los otros" y les digo que yo no soy una persona religiosa, espiritual si, creyente de Dios y de la Divina Trinidad si, pero religiosa no lo soy, no creo que cuando te mueras y vayas ante nuestro Padre Celestial, EL te pregunte si eras católico, luterano, bautista, mormón o judío, si eras demócrata, republicano o del partido comunista, no creo que eso sea importante para EL. Te va a preguntar cosas como: "Le diste de comer al hambriento"? Supiste compartir tus bendiciones? Fuiste buen padre? buen hijo? Buen esposo? Buen amigo? Buen jefe? Vecino? ayudaste al necesitado? cuidaste tu cuerpo? porque EL nos dio el libre albedrio para tener esa libertad que tenemos cada segundo de nuestras vidas y para decidir que hacer con nuestras vidas.


Se que no es fácil comprender o aceptar que no necesitamos todas esas cosas de las cuales llenamos nuestras casas, nuestros cuerpos y nuestras vidas, que muchas veces son solo adornos o excusas, pretextos, curitas, distracciones para la vida que elijamos, porque todos somos arquitectos de nuestras vidas y parte de ser felices es saber elegir, que decisiones tomamos y que estas decisiones sean acertadas.

Yo estoy clara cuando no me siento feliz porque se cuales son los motivos y cuales fueron las circunstancias o los eventos que hicieron que llegara hasta donde he llegado como he llegado. Nadie tiene la culpa de mis éxitos y mis fracasos, son míos, así como mis errores y el precio que uno tiene que pagar por cada decisión buena o mala, por cada acción, por cada día. Repito todos los días "somos arquitectos de nuestras vidas" y sigo insistiendo que "Hoy es el primer día del resto de mi vida" y sacándole el jugo a cada día.. y es que hay tanto por hacer, tenemos tantas personas que nos necesitan y el camino a la felicidad es ese, el camino del servicio a tu prójimo.

He conocido a algunas personas felices en mi vida, la mayoría gente mayor, algunos muy mayores, ancianos que llegaron a cumplir nueve décadas y cercanos a diez décadas, llegaron a esa etapa por eso mismo porque en el trayecto descubrieron los secretos para ser felices, todos ellos fueron almas generosas, fueron personas que dedicaron su vida ha hacer buenas obras, no desperdiciaron el valioso tiempo y supieron utilizar los regalos y los dones de Dios. Todos podemos contribuir a ayudar a nuestros semejantes a mejorar sus vidas.

Con el tiempo, y los golpes, he aprendido a oír mis voces interiores, como a escuchar, he aprendido a tolerar, pero sobre todo a tenerles paciencia a las personas y lo más importante no permitir que nada ni nadie me haga perder jamás mi humanidad, sobre todo mi sensibilidad. Yo soy un milagro entonces como no voy a creer en los milagros???

Les deseo a todos que se tropiecen con su felicidad, y que se den cuenta que la felicidad no se compra, que los amigos no se compran, que el amor jamás de compra, que la felicidad es como la belleza, como todo lo esencial, INVISIBLE, pero se siente y cuando uno la conoce entonces comprende el verdadero valor de todo, hace unos días me sentía deprimida, triste, mortificada, cansada, en el piso, hoy vuelvo a sentirme contenta, satisfecha, ilusionada, llena de ganas y energía y arriba en una nube, no se si es que me vestí de verde esperanza, y me puse mi capa roja, si fue que al caminar muchas personas me sonreían y me deseaban un feliz 2010, pero indudablemente como dice mi querido amigo Fernando lo importante es la ACTITUD, y como siempre termino mis notas filosóficas repitiendo que "somos lo que pensamos" y yo hoy me pienso feliz.

La verdad que no pensaba extenderme... pero ya me conocen.. bla,bla,bla,bla. Si al menos recibiera algún comentario...

Comments

  1. 2 comentarios:
    Anny dijo...
    Bella reflexion para empezar el año, y al igual que tu, pienso que la Felicidad es un estado de animo, una actitud, una decision, que tomamos o dejamos gracias al libre albedrio que nos ha sido concedido.
    Espero que tengas muchos intervalos de cuartos de hora, en los que seas el Arquitecto de tus pensamientos y emociones, donde compartas y disfrutes de la presencia del projimo y experimentes la felicidad que provoca la sonrisa de un niño, el rayo de luz que se cuela por la ventana y el cantar del gallo en la madrugada.

    6 de enero de 2010 02:49
    susana dijo...
    Que preciosa, constructiva y alentadora reflexión Mariángeles! has comenzado tu año con todos los recursos que hacen de una persona un ser humano apto para hacer del mundo y de la vida el lugar que muchos ansiamos y merecemos, a saber: Sensibilidad, pensamiento, fé, confianza, empatía, amor, y lo principal es que lo compartiste, y a todos nosotros nos infundió seguramente lo mismo...ganas de seguir siendo en nuestra vida buena gente.Un abrazo grande!

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