Cuando tu jefe tiene la edad de tu hijo


Hoy llegaron los jefes de mi jefe. Son mucho mas jovenes que yo. Son de la edad de mis hijos y de mis hermanos menores.

Hoy en día la edad es un factor secundario a la hora de contratar personal supervisor o gerencial y cada vez es más frecuente ver en el organigrama de la organización muchas caras jóvenes en los puestos de responsabilidad supervisando a personas que podrían ser sus padres (y no exagero).

Independientemente de los factores coyunturales que originan este fenómeno, como la falta de profesionales calificados, la fuga de talentos o la deslocalización de las grandes empresas. Las consecuencias y los problemas son muy similares en la mayoría de las empresas, ya que se centran en factores sociales y culturales que por lo general subyacen inconscientemente dentro de la comunidad empresarial.

En la actualidad, las empresas buscan al jefe ideal, así que se centran en la competencia y la experiencia a la hora de escoger personal directivo y/o gerencial, lo que muchas veces desfigura el paradigma de encontrar “siempre” jefes más “viejos” que nosotros. Ahora tener un jefe más joven ó mucho más joven, es un variable común y bastante corriente.

Pero…¿Qué sucede con el resto de implicaciones sociales y cómo nos afecta que se haya roto este paradigma?

No podemos esconder el hecho de que un jefe joven dentro de un grupo de mayor edad es un factor conflictivo que seguro generará roces y fricciones a la hora de la toma de decisiones, ya que muy poca gente está acostumbrada (ó dispuesta) a recibir “órdenes” ó instrucciones de alguien con menos edad… Sobre todo en culturas tan paternalistas como la nuestra.

Así que en primer lugar tendremos que revisar nuestra forma de pensar y al mismo tiempo aceptar la situación, pues la única manera de poder llevarnos bien con un jefe menor que nosotros es adaptarnos, la otra alternativa es dejar la empresa, pues pretender que él/ella se adapte a nosotros es luchar contra la corriente y allí tendremos todas las de perder.

Entendiendo los factores implicados
Los jefes jóvenes llegan a las empresas con mucho ímpetu, con deseos de seguir triunfando y sobre todo con muchas ganas de innovar, de hacer cambios. Este hecho ya forma parte de la dinámica propia de las nuevas generaciones, que buscan crecimiento rápido y desarrollo constante dentro de las compañías. Este aspecto no es bien visto por los empleados más antiguos, que suelen ser mayores en edad, debido a que provoca desajustes en sus statu quo que no desean afrontar. Asimismo, las personas mayores aceptan muy mal los cambios y tienen propensión a la resistencia cuando dichos cambios se generan.

Por otro lado muchos de estos jóvenes, llegan con buena capacitación y experiencia en sus respectivas áreas, pero por lo general no poseen una debida experiencia en el manejo ó la gestión de personas en las organizaciones, lo que resulta en muchos problemas de comunicación y liderazgo que definitivamente afectarán el buen funcionamiento del departamento, pues no dan una verdadera imagen de líder.
Las empresas no han sabido compensar las desventajas que tiene el hecho de “cazar” talentos cada día más jóvenes y precoces, los cuales ascienden en las empresas de forma meteórica y desde muy temprana edad, cuya desventaja y debilidad es la poca exposición a la gestión de personas y a la verdadera acción de dirigir.

Igualmente, la prolongada edad de retiro de los empleados más antiguos predispone a muchos de ellos a tener jefes que podrían ser sus hijos. Así que para estas personas, una situación de este tipo equivale a invertir sus valores sociales y a sentir que deben recibir y cumplir órdenes de “niños”. A quienes por cierto consideran inexpertos, infantiles e inmaduros en la mayoría de los casos.

Según Gabriel Schwartz, Director de Psicología Laboral Consultores, son tres los factores que se conjugan para prolongar la edad de retiro de los trabajadores en la actualidad:

…”La falta de personal, que la gente no tiene donde caer si deja de trabajar y que las jubilaciones, en sentido monetario, no son buenas. Estas son las situaciones que llevan a que la gente trabaje más tiempo”…

Y a sabiendas de la crisis en la que vive el mundo actualmente y debido también al incremento de las tasas de longevidad, es de esperarse que esta situación no cambie sino que se acentúe.

Otro factor importante es la dificultad de encontrar personas “senior” con profundos conocimientos de las nuevas tecnologías, lo que en ciertos mercados es fundamental para el buen funcionamiento de las empresas del sector. Así que la escasez de este tipo de profesionales acelera la captación de personas con estos conocimientos que por lo general son mucho más jóvenes o mejor preparados en estas áreas a nivel profesional.


Por último, tenemos dos conceptos que por si solos representan la balanza que utilizan las empresas para escoger personas de menor edad, ya sea para dirigirlas o para ocupar posiciones de responsabilidad dentro de las mismas.
La idoneidad: Que se refiere a tener una experiencia sólida en un tema específico independientemente de la juventud y/o que poseen una vocación y habilidades muy específicas que lo califican para un cargo determinado. Con el auge de las tecnologías de la información, las empresas tienden a contratar ejecutivos jóvenes para dar una nueva dirección a la empresa.

El profesionalismo: Que ya habla de una mayor preparación en cuanto a estudio y menor especificidad respecto del conocimiento sobre el producto o servicio que brindarán. Hay jefes jóvenes que llegan a su puesto gerencial con una excelente preparación académica, y con ideas o métodos nuevos que buscan mejorar la industria en la cual trabajan.

Pero, en caso de tener un jefe más joven que nosotros… ¿Qué podemos hacer para facilitar la convivencia y la armonía?

Te recomiendo lo siguiente:

1.- No pretendas ser su padre/madre. No es necesario ser condescendiente ni paternal, pues no es tu hijo…Es una persona más así que trátala a tu misma altura. En la empresa los niveles no los determina la edad sino el organigrama.

2.- Reflexiona. No veas la situación de forma subjetiva, ni la midas en base a tus temores. Deja de lado tus prejuicios (pues es eso lo que es a la final) y supera los paradigmas que no te permiten ver la situación con claridad.

3.- No caigas en las comparaciones de (joven = inmaduro) ó (menor de edad = inexperto), pues podrías llevarte una sorpresa. Aunque tengas mucha experiencia y poseas una excelente preparación académica, la empresa lo escogió para ser tu jefe por alguna razón y a menos que sea el hijo del dueño, seguro que estará bien capacitado para hacerlo (al menos dale la oportunidad de demostrarlo).

4.- Asume tu papel de subordinado y cumple con tus responsabilidades sin dejarte influenciar por la edad de quién toma las decisiones. Dale tu opinión cuando sea necesario y muéstrate dispuesto a ayudarlo, pero no en plan “yo te asesoro y oriento” sino en actitud: “estoy aquí para colaborar contigo”.

5.- Aunque cometa errores, no hay que criticar o pensar “automáticamente” que el jefe no sabe nada. Un jefe de mayor edad también se equivoca (todos lo hacemos). Tampoco lo sabe todo, ni tiene la obligación de saberlo.

6.- Ponte en su lugar. Por ser más joven ya se encuentra en una situación bastante difícil y con mucha presión por parte de sus propios jefes. Tú al contrario sigues en una situación conocida y que dominas y en la igualmente ibas a tener un jefe, ¡Entonces! ¿Por qué no aceptar que es más joven y punto?

7.- Evita recordarle que tienes más tiempo en la empresa que él o que sabes más de algún tema y jamás comiences una frase con: “según mi experiencia…”. Diciendo esto corres el riesgo de ser mal interpretado y de que tus comentarios parezcan un ataque a la supuesta inexperiencia del jefe.

8.- Aunque te parezca un niño… Esa persona tiene no solo autoridad frente a ti, sino que además tiene más responsabilidades que tú, por lo que también tendrá más presión, así que conviértete en alguien de ayuda y no le des más problemas. Fíjate en el mensaje y no en el mensajero.

9.- Aboga por mejorar y hacer más positiva la relación tratándolo como tratarías a un colega o a alguien de tu misma edad y evita por sobre todas las cosas, crear conflictos innecesarios y mucho menos motivados por la brecha generacional. No creas que por ser más joven esa persona estará esperando una conducta distinta de tu parte.

10.- Es mejor pedirle su opinión antes de exponer la tuya, ya que puedes caer en el error de pensar que sabes más que él/ella, cuando en realidad él/ella posee información que ni te imaginas. Busca la mejor manera de acercarte a su jefe, pero recuerda siempre escuchar y luego hablar.

11.- Aunque a la final resulte que sabes más que el jefe. Siempre tendrás que aprender algo de él/ella. Así que compórtate como una persona mayor y ten la madurez necesaria para manejar la situación.

Si sigues estos sencillos pasos,al final en único ganador serás tú. Así que concéntrate en afrontar cómo te afectan las diferencias generacionales sin pensar en ellas como un problema y sobre todo no agregues más estrés laboral a una situación que debería ser tan natural como cualquier otra. Y si de verdad representa un problema para ti, lo mejor es que lo hables abiertamente ventilando el tema de forma sincera para que puedas ayudar a solucionarlo. Ten en cuenta que deberás aceptar ciertas cosas que no te agradan, pero es mejor no esconder el tema, ya que de otra manera seguirá siendo un problema, pero uno de los que no tienen solución.

Comments

  1. Excelente artículo, pienso que es de inteligentes aceptar que las preferencias e inclinaciones empresariales se ven dirigidas a las persona jóvenes, esto no se puede evitar, sin embargo estos jóvenes si son de calidad profesional y humana reconocerán que la experiencia y años te dan un inmenso valor agregado que no se compra, ni se enseña en ninguna universidad, serán los más inteligentes los que hagan a sus subordinados mayores cómplices y partícipes del crecimiento empresarial.. recordemos que el diablo sabe más por viejo que por diablo !!! que verdad !

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