La ladrona



La historia de la empleada ladrona

Sol se casaría por tercera vez con un americano pudiente y volvería a tener empleadas de servicio en su casa. Como había vivido tanto tiempo en Lima quiso contratar a una peruana para darle la oportunidad de ganarse un buen sueldo y porque sabía que se iba a sentir más cómoda con alguien que pudiera congeniar con ella y sus hijos.

Matilde vino a los Estados Unidos con visa de turista pero después se casa con un cubano por los papeles. Esta es su historia contada por ella misma:
" Tenía un trabajo asegurado gracias a una amiga peruana que vivía allá. Entre a una casa de familia como niñera de dos chicos, una nena de 4 y un varoncito de 2 años, eran dos bebes adorables y los empecé a querer desde el primer día y ellos a mi.

La familia era muy buena en todo aspecto, muy normales y el trabajo no era muy pesado y la paga excelente comparada con lo que ganaba en el Perú. Esta familia vivía en Miami, en una hermosa casa dentro de un condominio privado. Todo era como un sueño para mi, el lugar, la casa, los muebles, los niños, parecía que estaba en una revista o algo así… todo perfecto, la patrona cocinaba todos los días y me ayudaba muchísimo ya que era muy organizada, además nunca me trato como si fuera la empleada, todo lo contrario éramos amigas. Me llevaban de viaje con ellos y conoci varias ciudades dentro de los Estados Unidos, la verdad era como un regalo de Dios, pude hasta ahorrar dinero para ayudar a mi familia que era muy humilde.

Y así pasaron los meses y me gustaba la buena vida, la buena comida, y también de a pocos me llego la tentación. Al ver las ropas hermosas que la señora Sol tenia colgadas en su ropero, miles que nunca usaba y que estaban guardadas en su closet que era un dormitorio. Cada vez que me quedaba sola en la casa rebuscaba sus cajones y revisaba todo, me probaba las ropas y hasta el maquillaje y los perfumes de la señora. Ella era exagerada para tener cosas. Hasta que un día, probablemente el mismisimo diablo metió su cola, y ya no pude resistir la tentación, se me ocurrió guardar una blusa de seda con flores en mi habitación. Espere un poco más de un mes para ver si se daba cuenta pero no pasaba nada. Así fue como poco a poco le fui robando cosas a la señora de la casa, a mi buena patrona que era super confiada y que pensaba lo mejor de mi. En verano le sacaba ropa de invierno, y en invierno lo de verano, así no se daria cuenta, y es que tenia tanto y yo nunca habia tenido nada.

Algunas veces me sentía mal,me daba remordimientos porque la verdad ellos eran muy buenos conmigo Y yo siempre me justificaba pensando lo mucho que tenían y como le sobraban las cosas, y que no estaba haciendo malo que era una forma de pagarme las horas extras y los sacrificios de todo lo que yo hacia por sus hijitos.

Y así pasaron casi tres años, y yo tenía todo un ropero lleno de ropa de marca carísima que jamás me imagine tener y los domingos me cambiaba en casa de una amiga y me vestia como las mujeres de clase y me sentia importante. Hasta llegue a tener un carro nuevo que me ayudaron a comprar mis patrones con sus referencias.

Un buen día se termino el sueño, todo tiene un final, las mentiras tienen patas cortas y todo se descubre en algún momento, y llego el día fatal, esto es lo que aprendí y que precio tan caro he pagado.

Una tarde la señora recordó que tenia una blusa floreada de un diseñador italiano, la comenzó a buscar y a buscar y no la encontró. Ella no recordaba haberla regalado o donado a nadie. No me pregunto ni me dijo nada, y cuando salí en mi día de descanso ese domingo resulta que revisaron toda mi habitación y oh sorpresa fea que se llevaron cuando encontraron todo lo que yo había tomado “prestado”.

Cuando regrese el lunes siguiente me encontré con todas mis maletas y bultos empacados y ellos dos esperándome a la salida de mi dormitorio con unas caras muy serias y mortificadas. Los habia defraudado, les habia robado y mentido.

Tuve mucha suerte porque me dieron la oportunidad de irme sin demandarme, y no llamaron a la policía, pero eso si me dijeron que tenia que salir del país en una semana, o sino iban a llamarlos para que me llevaran presa por ladrona (me había robado varios miles de dólares en ropa y otros accesorios).

Me dio mucho miedo, pero lo peor fue la vergüenza que sentí que no se como explicar. Nunca antes había robado nada, y ahora pienso y la verdad no se que me paso. Todavia no puedo creer lo que hice. Esa misma semana saque mi pasaje y me regrese al Perú.

Y aquí estoy desde ese día, de vuelta a mi realidad y ganando una miseria…

Fue mucho lo que aprendí. Que la confianza no tiene precio, perdí una gran oportunidad con una familia excelente, no tengo excusas… soy una ladrona y una mentirosa, una farsante y hoy vivo con esa carga en mi conciencia.

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