Palabras, palabras...


Tengo meses que me hago la misma pregunta. Vivo en Miami pero quiero estar en Lima, y cuando estoy en Lima me hace falta Miami, anhelo poder vivir en las dos ciudades, pasarme meses en Lima, no 10 dias como lo hago siempre, y al regresar me quedo con las ganas de volver, y cuando se complica la vida, como ahora, y no puedo regresar como habia prometido a mis amigas; "las veo en Mayo" les dije hace unos meses, voy a estar para el dia de la Madre regalando canastas a nuestras madres en necesidad; Dios sabe cuanto queria estar en Lima para ese domingo que ya se acerca. Me siento triste de no poder llegar con mis regalos, los tengo almacenados, esperando por las sonrisas de las receptoras, quieren viajar, y por mi culpa no pueden, tienen que esperar que me recupere.

Y me pregunto con lagrimas en los ojos, cuando juntaré mi vida en un solo lugar, en una sola ciudad. Cuando deje Lima en 1978 no pense que estaria lejos de mi Miraflores por tanto tiempo, han pasado mas de tres decadas, treinta y tres primaveras para ser exacta. Ganas de ir a Lima, de estar con mis amigas queridas, compartir, conversar, reir, comer, caminar por mis calles, jugar con mis arenas, ver a mi tia anciana que no me reconoce pero que a los cinco minutos me dice que me quiere mucho, sentarme en la banca de la Iglesia de Miraflores, en el mismo lugar donde se sentaba mi abuela, ganas de ir a Madrid con mi marido, ganas de viajar a Europa con mis amigas, en un crucero que nos lleve a paisajes maravillosos, ganas de empacar todas mis cosas, mis libros, mis cuadros y empezar de nuevo. Quiero sentirme libre, libre de las ataduras del trabajo, de las obligaciones, de las deudas, de las enfermedades, de los compromisos, libre de tantas presiones. Claro, me dicen "No puedes ariesgar tu seguridad, tu trabajo, tu estabilidad economica" somos esclavos, del sistema, de la vida, de la rutina, de nosotros mismos, de nuestros muros invisibles, de nuestras trabas y obstaculos. Me repito todos los dias "eres lo que piensas" pon en tu mente tus anhelos, tus metas, tus deseos, piensa en todo lo que quieres hacer, visualiza, proyecta, decreta, el poder de las palabras es poderoso. Palabras, palabras...

Palabras, palabras, gracias a Dios por las palabras, por la necesidad imperiosa de escribir, sino escribo siento que voy a explotar. Me gusta hablar y las personas que me conocen me hacen apuestas de cuanto rato puedo estar callada, lo que no saben es que muchas veces me quedo sola, en silencio, por muchas horas, porque todavia no se me ha dado por hablar a solas.

El viernes cayó una lluvia con granizo que me tuvo asustada por un largo rato. Fue horrible, estaba camino al doctor y no veia nada, nunca habia visto tanto granizo, parecian pedazos de piedras de hielo y la bulla era terrible, no recuerdo nada parecido. Cuando me baje del auto cruzaba charcos altos de agua en puntas, tuve que apurarme para no empaparme toda, igualito llegue al consultorio mojada como un pollo y felizmente que no me resfrie.

Tengo hambre, no se que comer, tome una sopa a las 2 de la tarde y me acabo de dar cuenta que son casi las 11 PM y no he vuelto a comer nada desde esa hora. Voy a tener que contentarme con una manzanilla.

Comments

  1. Princesa que dualidad y yo proponiendo reiteradas veces que vengas al caribe jajaja! Y yo también te visualizo, te veo, nos vemos en la playa! Palabras si pero cargadas de afectos y buenos deseos!

    Un Besito Marino

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