El don de gentes


Hay personas que tienen el don de irradiar luz. Son seres especiales. Tienen carisma, tienen "ángel", el don de la palabra, el don de gentes.. o como quieran llamarle a esa luz que irradian, que dejan a su paso... Esas personas indudablemente gozan de una serenidad interior, tienen alas invisibles, dejan huellas, marcas, se vuelven inolvidables. Tienen una fuerza que hace que quieras estar con ellos, un magnetismo, un no se que.

Estos seres saben contar historias que te hacen reír, llorar, sentir, reflexionar, y te acercan a Dios, en estos dias de reposo medico he tenido el privilegio de conocer varios (no en persona, todavia) pero gracias a la television, uno de ellos se llama Gregory Dickow y cuando lo oigo hablar es como si me estuviera hablando directamente a mi, otra es Joyce Meyer una excelente predicadora, hasta hace poco me fascinaba oir a Facundo Cabral y no dejo de reirme a carcajadas cuando veo a Charles Chaplin o Mario Cantinflas, todos son seres de luz... y podria mencionar muchas personas mas, mi abuelita Carmen Rosa, mi mama Julia, mi tia Maria Antonieta. Muchos de ellos tuvieron vidas duras y dificiles, porque es en la soledad en donde se refugiaban y oraban pidiendo fortaleza.

Todas estas personas tienen algo en comun, son nobles, bondadosos, generosos, amables, nunca te hacen daño, siempre respetan a sus colegas, siempre hablan a los mas jovenes con voz de padre o de madre, y siempre, siempre te hacen sentir bien.

Entonces un dia estas personas, como todos, se van, pero nos queda el recuerdo, nos queda su luz. Si eran como Charles Chaplin, Cantinflas o Facundo Cabral un gran artista, nos queda su arte, que es el legado más bello que puede dejar una persona. Dicen que la muerte a todos nos vuelve más buenos, pero a aquellas personas que no fueron excepcionales ni extraordinarias, también las sume en el olvido. Por eso yo escibo siempre sobre personas como mi abuela, mi madre, mi nana, mi tia Gata, mi amiga de la infancia Marion, mi amiga del alma Cecilia, mi gata Britta, porque no quiero olvidarlas, porque ellas viven en mis recuerdos, viven en el huerto de mi alma, viven en mis historias.

Las otras personas, esas que llamo seres de luz, nunca son olvidadas, la madre Teresa, el Papa Juan XXIII, el Papa Juan Pablo, Santa Rosa de Lima, San Martin de Porres, Gandhi, Cervantes, Leonardo Da Vinci, y podria seguir mencionando tantos inmortales. Pero NINGUNO compara al Rey de Reyes, al Hijo de Dios,a Jesus de Nazareth.

Hace unas semanas murió asesinado Facundo Cabral, a quien tuve el honor y privilegio de conocer en persona, y en esas pocas horas me llenó el alma de felicidad, me hizo viajar por el mundo, me enseñó cosas, me contó otras, me hizo reir a carcajadas, me hizo llorar, me hizo cantar. Hace poco perdi a otra amiga de la infancia, Lucrecia Pita, muy querida, a su funeral y a su misa fueron cientos de personas, porque era otro ser de luz, yo vivo fuera de Lima, no pude viajar pero le pedi a mi sobrina que fuera por mi.

Facundo Cabral nos dejo su música y su trayectoria para marcarnos un camino, el unico camino que es el camino de luz, el camino de JESUS, el hijo de Dios. Facundo era muy amigo de la Madre Teresa de Calcuta y visito 169 paises.

Ojalá todos pudieramos hacer nuestra salida final llevándonos todas las flores que recogió el de sus escenarios y ese enorme aplauso final, evidencia de que estamos vivos en el corazón de las personas.

Hasta pronto todos...... ya nos volveremos a ver.

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