“No soy de aquí, ni soy de allá,
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad”
Facundo Cabral
No soy de aquí ni soy de allá (Fragmento)
El sábado 9 de Agosto del 2008 tuve una noche mágica de recibir tanto y de aprender, pero sobre todo una noche de plenitud espiritual. Vi como Facundo tenía el aura blanca y transmitía una paz como pocas veces en mi vida he sentido. Fue una noche feliz, otra noche para el recuerdo.
Facundo habló, cantó, recitó y hasta contó chistes por espacio de dos horas que se hicieron cortas de tan amenas. No quería que se fuera, que señor maravilloso. Con sus 71 años, guitarra, bastón, pantalones vaqueros, botas tejanas y una copa de vino tinto -con la que mojó su garganta casi al final de su presentación- transmite con naturalidad sus bellos mensajes.
Habló de todos sus maestros y amigos, de Jesús, de su madre, hermanos y familiares, de la madre Teresa, de Borges y de muchas personas más. Habló de la libertad, de sus experiencias, de sus alegrías y de su dolor, de lo que seguía aprendiendo, de lo que lo hacia feliz y sobre todo habló del amor. Cantó unas canciones que no conocía y otras que sí. Incluso una que le canto por teléfono a la Madre Teresa de Calcuta unas pocas horas antes de morir, una canción que él compuso en 1954, el año en que yo nací. Era una canción de cuna que habla de unos Ángeles que te hablan en sueños. Mientras cantaba podía ver como disfrutaba y sentía su arte.
Como el show era en Miami cantó la Guantanamera y recitó algunos versos de José Martí, a lo que la audiencia cubana respondió con emoción. Facundo recibía los aplausos con una pacífica sonrisa que lo iluminaba desde sus cómodas botas marrones hasta su cabellera canosa. ¡Qué sencillez y que sabiduría! ¡Qué lindo ser! ¡Cuánta falta hacen en el mundo más hombres como Facundo Cabral!
“Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo…”
Facundo Cabral
Cuando un amigo se va (fragmento)
Como quisiera que todos ustedes hubieran estado allí.
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad”
Facundo Cabral
No soy de aquí ni soy de allá (Fragmento)
El sábado 9 de Agosto del 2008 tuve una noche mágica de recibir tanto y de aprender, pero sobre todo una noche de plenitud espiritual. Vi como Facundo tenía el aura blanca y transmitía una paz como pocas veces en mi vida he sentido. Fue una noche feliz, otra noche para el recuerdo.
Facundo habló, cantó, recitó y hasta contó chistes por espacio de dos horas que se hicieron cortas de tan amenas. No quería que se fuera, que señor maravilloso. Con sus 71 años, guitarra, bastón, pantalones vaqueros, botas tejanas y una copa de vino tinto -con la que mojó su garganta casi al final de su presentación- transmite con naturalidad sus bellos mensajes.
Habló de todos sus maestros y amigos, de Jesús, de su madre, hermanos y familiares, de la madre Teresa, de Borges y de muchas personas más. Habló de la libertad, de sus experiencias, de sus alegrías y de su dolor, de lo que seguía aprendiendo, de lo que lo hacia feliz y sobre todo habló del amor. Cantó unas canciones que no conocía y otras que sí. Incluso una que le canto por teléfono a la Madre Teresa de Calcuta unas pocas horas antes de morir, una canción que él compuso en 1954, el año en que yo nací. Era una canción de cuna que habla de unos Ángeles que te hablan en sueños. Mientras cantaba podía ver como disfrutaba y sentía su arte.
Como el show era en Miami cantó la Guantanamera y recitó algunos versos de José Martí, a lo que la audiencia cubana respondió con emoción. Facundo recibía los aplausos con una pacífica sonrisa que lo iluminaba desde sus cómodas botas marrones hasta su cabellera canosa. ¡Qué sencillez y que sabiduría! ¡Qué lindo ser! ¡Cuánta falta hacen en el mundo más hombres como Facundo Cabral!
“Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo…”
Facundo Cabral
Cuando un amigo se va (fragmento)
Como quisiera que todos ustedes hubieran estado allí.
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