La historia de la Guayabera por Espinosa Gamboa



LA GUAYABERA, ENTRE LA LEYENDA Y LA QUIMERA
Páginas de Historia
Por Raúl Espinosa Gamboa


Una prenda de vestir que hizo historia
Y la llaman guayabera
por su nombre tan sencillo
por llenarse los bolsillos
con guayabas cotorreras.


La guayabera, como prenda de vestir, no cuenta una historia elaborada de manera metodológica, de ahí que lo que se ha escrito, en términos generales, está más influenciado por la leyenda y la quimera; por eso es que muchas de sus versiones tengan una expresión contradictoria.
La guayabera o chamarreta campesina es una de las prendas de vestir masculinas más populares de Cuba. Confeccionada generalmente de color blanco, que resulta muy fresca y cómoda para el clima de la isla.

La guayabera no es más que una camisa de faldones largos que se usa por fuera del pantalón.

Tiene cuatro bolsillos al frente, dos hileras de alforzas en el pecho y tres en la espalda, rematadas por pequeños botones. Hay algunos que afirman que la disposición de las alforzas de la espalda semeja el triángulo y las barras de la bandera cubana.
Entre las distintas versiones sobre su origen se dice que un campesino de la zona de Sancti Spíritus, en la región central de Cuba, le pidió a su esposa que le hiciera una camisa cómoda para las tareas del campo. Esta le confeccionó la camisa de cuatro bolsillos que hoy conocemos y que pronto se popularizó entre los campesinos del lugar.

El primer nombre -según la misma versión- de esta peculiar camisa fue yayabera, por usarse en la región que baña el río Yayabo. Se decía que "cosechaban guayabas, usaban sus grandes bolsillos para recoger el fruto". Posteriormente su nombre cambió a guayabera, como se le conoce hoy.

Otra versión apunta que la guayabera, se origina en efecto en el Yayabo, Sancti Spíritus, en el año 1709, cuando el alfarero José ‘Joselillo’ Pérez Rodríguez y su esposa procedentes de Granada, España, llegan a Cuba, estableciéndose a las márgenes del río Yayabo.
Como por entonces sólo se recibían las telas que la metrópoli española, la cual se enviaba sin tener en cuenta las condiciones climatológicas de la isla caribeña, estos esposos andaluces mandaron a buscar un paquete especial de lino español, para hacer una camisa que resultara más fresca acorde al clima de la ínsula, a la que se le dejó las refajos por encima del pantalón y cuatro bolsillos a los lados para los efectos personales; que igualmente dicen llenaban también de guayabas.

Era una prenda muy cómoda para el hombre de campo, abrochada al frente por botones de nácar, los mismos botones para los cuatro bolsillos y reforzando los puños, con los lados abiertos para facilitar la colocación del machete a un lado y el cuchillo al otro, por eso en muy poco tiempo los campesinos de la comarca empezaron a usarla.

Las primeras guayaberas en confeccionarse "se semejaban a un camisón español de mangas largas sin plisado, con tres bolsillos: dos abajo y uno arriba. Los pobres la portaban como parte de sus disfraces en los festejos populares. Luego evolucionó hasta adquirir cuello alto, el plisado en la parte delantera, formado por una banda a cada lado, hasta adicionársele los botones que remataban los triángulos de los bolsillos, y los yugos".

Guayaberas de los Ricos
Existe también la tesis de la guayabera "tenía características del traje del ejército español compuesto por cuatro bolsillos, mangas largas y faldas, usado por fuera del pantalón, así como otras particulares que los criollos adoptaron a las condiciones del clima tropical y que fue utilizada por los hacendados hasta llegar a ser, más o menos, como la guayabera actual aunque algunas versiones populares acotan que los cubanos le dicen guayabana, quizás porque fue en La Habana, como ciudad capital al fin, por donde comenzó a incorporarse el cuello a la ropa, otrora tipo militar".

En esa se comentaba que "Lo que hoy llamamos guayabera era confeccionada con de ‘dril kaki’ con el nombre de camisilla en los años veinte, por cubanos de nacimiento y muy criollos de costumbres. A fines de los años treinta el se impuso el uso a estos de las guayaberas blancas de puro ‘guarandol o de olán’ de hilo".

Los políticos cubanos empezaron a usar la guayabera en sus recorridos políticos por el interior de Cuba complementada con una corbata de lazo para imprimirle formalidad; así, la campesina guayabera entró en los grandes salones y hasta en las reuniones oficiales del gobierno, era pues la guayabera de los ricos.

"Lo más probable, según la versión cubana de la región de Yayabo, es que el origen de la guayabera no fuera precisamente del ahí o ni los que la bautizaron con ese nombre, cosa común que ocurría en nuestro país, como nuestro primer ritmo exportado fue en España que le llamaron Habaneras", aunque se declaran convencidos "es que en Cuba se originó la guayabera, ya que mucho antes de que otros países la adoptaran, y era usada por los campesinos más humildes y nuestros poetas le dedicaban sus mejores inspiraciones".

Según el lugar, la guayabera fue adquiriendo diferentes nombres. En la zona de la Trocha Militar fue "trochana", en la provincia de Camaguey fue "camagüeyana" y en la ciudad de Manzanillo era "manzanillera. Hoy en día aunque es mundialmente conocida como guayabera hay zonas de España donde se le conoce como "cubanita".

La Guayabera Yucateca
Teniendo Cuba una posición geográfica estratégica en la época de los transportes marítimos, la guayabera llegó a otros países con relativa rapidez. En la península de Yucatán en México fue adoptada de inmediato. A las Filipinas también llegó en los barcos españoles. Su presencia en varios países de Sur América la han convertido en la vestimenta "criolla" por excelencia. Cada lugar ha aportado su toque, ya sea en el bordado, las alforzas o el orto, pero lo que sigue igual es su funcionalidad, haciendo que quien la lleva puesta simplemente la sienta como suya.

En Mérida, muchos investigadores han atribuido a don Pedro Mercader Gausch -de origen español- el ser el introductor de la guayabera precisamente de Cuba.
Don Pedro, a quién tuvimos el agrado de conocer, -llega a Progreso Yucatán y decide fijar su residencia en Mérida- solía contar que cuando arriba al país procedente de Cuba, "a principios de la segunda década del siglo pasado, los campesinos usaban una camisa larga blanca de algodón y camiseta de punto diario. Los citadinos pudientes vestían traje americano de casimir con chaleco".

Fue entonces cuando abrió su taller de camisería y luego el primer expendio de ropa hecha en Mérida, frente al actual edificio del Hotel Mérida. Entonces no se usaba la guayabera. Consideraba haberla introducido al adaptarla a las costumbres observadas.

El visionario se dedicó a confeccionar su modelo; observó que el clima de esta ciudad era parecido al de Cuba por lo que le vio futuro a su proyecto. Para que fuera una prenda peculiar, la fabricó con diseños alforzados, adicionándoles dos bolsas delanteras superiores con tapas y botones y convirtió en anchas las bolsas inferiores, lo que en Cuba era sólo adorno, y aprovechando el vestuario típico de la región, decidió que fuera en color blanco, dándola a conocer en México como "la guayabera".

La empresa de don Pedro llevó el nombre de Casa Mercader y en ella realizó otras modificaciones como las líneas rectas, el corte entallado, tabletones, que hacía rígido el cuello y las entretelas que las reforzaban. Las fabricó en telas de algodón y lino en colores, blanco y clásicos claros.

El uso de la guayabera permitió desplazar la rutina del traje, sin perder elegancia, de tal manera que pronto se extendió su usanza, poniéndose de moda en Yucatán, Campeche, Veracruz y después se extendieron a toda la República Mexicana.

En países como Filipinas, México, República Dominicana, Panamá, Puerto Rico, la guayabera la han convertido en parte de su cultura popular, de ahí la confusión de su verdadero origen. Se sabe con certeza que a Filipinas y Puerto Rico llegó procedente de Cuba en los tiempos finales de dominación española, pero no se popularizó hasta después de la intervención norteamericana, por considerar la metrópoli que era una prenda insurrecta de los cubanos.

El intercambio constante que hubo entre Cuba y Yucatán también transportó la guayabera que los yucatecos asimilaron creándole pequeñas variantes y perfeccionando su confección (llegando a popularizar el eslogan de que «Yucatán es la puerta al mundo Maya y Mérida es la capital mundial de la guayabera»), de ahí pasó a Veracruz, y los jarochos la tienen como su vestuario nacional; y hasta los panameños le llamaron "panameña".

La guayabera ante la fuerte competencia desatada por países maquiladores recibió un impulso durante el gobierno de Luis Echeverría quien las utilizaba en sus giras tanto en el país como en el extranjero, que pasó a ser un artículo de exportación en ese período, junto con la décima cubana que la coloca entre la leyenda y la quimera.


¡Que bonita guayabera!
¡Que bonita le quedó!
El sastre que la cortó
es una buena tijera.
Buena fue la costurera
que los puntos le fue dando;
el que la fue entallando
que buena mano tenía
pero ¡es mejor todavía
el que la viene portando!

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