Copiar, mentir y robar
Sin duda mentir no puede considerarse una conducta éticamente correcta y mucho menos robar en una tienda, sin embargo el tema de descalificar éticamente a los que copian en los exámenes o plagian al bajar textos de Internet debería ser replanteado.
Por León Trahtemberg
Una de las virtudes de la sociedad norteamericana es que desde hace siglos le vienen dando una enorme importancia a la investigación científica, lo que le permitió desarrollar la ciencia y tecnología que hoy en día lideran el mundo. También en las áreas sociales y humanidades investiga intensivamente. De allí que resulte tan interesante tomar nota de los hallazgos de sus académicos, y a falta de investigaciones similares en América Latina, hacer el ejercicio de asumir por analogía que algo similar ocurre en nuestros países, aunque eso no sea estrictamente correcto desde el punto de vista académico.
En este caso, trataré el contenido de un estudio del año 2008 sobre la ética de los jóvenes de Estados Unidos, producido por el Instituto Josephson del Centro para la Etica Juvenil como resultado de una encuesta a 29,760 jóvenes de secundaria.
Lo que resulta es que el 40% de los jóvenes norteamericanos sostiene que para sobrevivir en estos tiempos, hay que copiar, mentir y robar. Los resultados precisos son los siguientes:
Sobre robar: el 30% de los jóvenes admitió haber robado de una tienda el último año, 4% más que en el 2006. El 23% dijo que había robado algo de sus padres o familiares y 20% de un amigo. Estudiantes distinguidos (24%) y líderes (21%) eran menos propensos a robar. Los hombres eran doblemente más propensos a robar de amigos que las mujeres (26% a 14%).
Sobre mentir: el 42% de los jóvenes dijo que a veces mentía para ahorrar problemas o dinero (49% de hombres y 36% de mujeres). El 83% confesó haber mentido a uno de los padres sobre algo significativo.
Sobre copiar: 64% de los jóvenes copió en algún examen durante el año pasado y 38% en más de uno, sin que haya diferencia de géneros. El 36% dijo que usó internet para plagiar una tarea.
A pesar de los altos niveles de deshonestidad, la autoimagen ética de los encuestados es muy alta. El 93% de los jóvenes dijo que estaba satisfecho con su carácter ético y el 77% dijo que cuando se trataba de hacer lo correcto, se sentían superiores a otras personas.
Los resultados reflejan una realidad que obliga a las familias y colegios a abordar más intensamente el tema de los valores.
Sin duda mentir no puede considerarse una conducta éticamente correcta y mucho menos robar en una tienda, sin embargo el tema de descalificar éticamente a los que copian en los exámenes o plagian al bajar textos de Internet debería ser replanteado. Por un lado, porque los exámenes con libro cerrado ya deberían ser erradicados para alentar el análisis más que la repetición de la información. Junto con ello, si el alumno copia es debido a que el examen está mal diseñado y permite que el alumno lo pueda aprobar copiando. Si el profesor propusiera preguntas que no se puedan contestar copiando, los alumnos tendrían que producir sus propias respuestas.
Por otro lado, bajar textos de Internet debería ser aceptado como una práctica común (siempre que se cite al autor) pero a continuación el trabajo debería formularse en términos similares a lo que se da en los blogs. Es decir, dado un texto, que el alumno tenga que agregar un comentario debidamente sustentado. Así deberá pensar, razonar, comparar, confrontar, lo cual es más moderno, interesante y estimulante para formar un pensamiento propio que los modelos tradicionales que incentivan y premian la copia y la repetición.
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