Buscando


Por algún tiempo largo es que he estado en la búsqueda infinita. Muchas veces, la mayor parte del tiempo, no se que es lo que estoy buscando. A veces es tratar de entender lo que hago y porque lo hago, otras veces es encontrar distintas salidas, llenar mi vida con múltiples proyectos, otras refugiándome en el escapismo, recorriendo el sendero de la luz de mis amadas luciérnagas, sendero que vengo caminando desde que recuerdo, otras yo diría que a cada rato, la búsqueda de la liberación, de la libertad, de ese lugar en donde me sienta segura, afianzada, estacionada, tranquila, feliz, amada, en paz, satisfecha. Buscando, siempre buscando, sin descansar, ¿es que acaso es eso la vida, la búsqueda eterna, la búsqueda infinita?

Hoy siento esa sensación inquietante y aguda de que mi vida esta incompleta, que mis ríos se han secado, y la cumbre de mi montana no tiene la capa de hielo acostumbrada, siento ese constante cosquilleo o esa mosquita que ronda incesantemente en los rincones de mi mente y que no me deja tranquila, es como si hace miles de lunas hubiera escondido algo entre las nubes de mi mente o de mi existencia y cada vez que quiero encontrarlo no puedo, nado entre las nubes, me sumerjo en la profundidad de las aguas pero no puedo encontrar eso que hace mucho rato estoy buscando.

Busco justificación a cada acción, me consuelo pensando que soy igual que todos los demás seres humanos que vivimos buscando respuestas a todo lo que nos sucede durante el trayecto de nuestras vidas. Pruebo diferentes técnicas, respiro profundamente, camino, bailo, rezo, analizo, escribo, medito, me relajo, descanso, trabajo con dedicación y entusiasmo, lleno mis horas de actividades artísticas, leo, tomo fotos, contemplo atardeceres y recibo todos los días el amanecer de un nuevo día, le sonrío a la vida, lleno mi casa de flores, juego con los niños, cocino, tiendo mi cama, trabajo cada día con mas ardor y entusiasmo, pongo lo mejor de mi en todo lo que hago, le doy las gracias a Dios todos los días por todo lo que tengo, pero siempre sigo inquieta, ansiosa, intranquila, sintiendo que todavía tengo mucho por hacer, que nunca es suficiente, que el camino es largo y que yo estoy todavía muy lejos de la meta.

No se si es esta sociedad, o que estoy acondicionada al medio ambiente y a la idiosincrasia de este pueblo o de estas épocas (aunque yo me siento tripartita en eso de las nacionalidades y que tengo mucho de varios lugares) quien sabe si es que acaso me persiguen los recuerdos de otras almas viejas, de vidas pasadas, o los golpes de mi juventud, los traumas, los dolores del alma, si es que todos aquellos sueños que no puedo comprender tienen algo que ver con mi eterna búsqueda, con la búsqueda infinita.

Alguien me decía el otro día cuando le hablaba de mi problema de peso y de porque no podía rebajar mas libras así como de otros aspectos de mi personalidad y de mi vida que quisiera mejorar, me contesto con mucha calma y seriedad, y este caballero (un pasajero) era un inteligente doctor en filosofía que me comentaba que mi peso era en parte genético y que ya todos veníamos al mundo con un mapa trazado. Que yo no había nacido para ser una mujer flaca. Menudo consuelo. En inglés dicen algo así como que así estamos “wired” (como si fuéramos parte de un enjambre de alambres). Me dejo pensando.

Siempre he oído decir que el otro lado es más verde, también me he dado cuenta que todos pensamos que las otras personas, aquellas que lucen más alegres o felices tienen mejores vidas y menos problemas que uno. No. No es así. Todos tenemos problemas, todos cargamos cruces. No quieras estar mucho tiempo en la casa de tu vecino para darte cuenta de que posiblemente ellos tengan problemas o conflictos mucho más terribles que los tuyos o de aquellos que ves en el cine o en la televisión, o lees en los periódicos. Aunque “mal de muchos, consuelo de tontos”

A la hora de la verdad y para concluir con esta nota filosófica de hoy lunes, primer día de regreso a la escuela en esta parte del camino, todo esto se reduce a una sola frase: “Mi búsqueda es la búsqueda de la felicidad” ¿no es acaso lo que todos anhelamos, llegar a encontrarla, llámese como se llame y luzca como luzca? Todos queremos ser felices.

Y entonces vuelvo a mi pregunta de siempre ¿y a ti, que te hace feliz?

Comments

  1. Quizá la felicidad llega cuando aceptamos lo que tenemos.
    Que no nos marquen la senda, los obstinados, como diría Her Hesse somos así, siempre buscando el camino- como el grial- pues la meta está en el camino recorrido y no en el objeto anhelado.
    A los problemas con la báscula, le remito al acepción de curvas del libro de Perez Reverte " la reina del sur" (la camarera de la taberna)

    Aullidos afectivos y deseos de recuperación para su hermano.

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  2. 2 comentarios:
    Anny dijo...
    Feliz hoy me hace caminar tomando el sol en la mañana, pero otro dia me parece interminable y tedioso. Feliz ayer de tener alguien, feliz hoy porque no lo tengo. Feliz por la esperanza de el amor, feliz aunque este lejos...

    26 de agosto de 2009 4:52
    Anónimo dijo...
    A mi me hace feliz leer todo lo que ustedes publican en la Gaceta de Medianoche que es tan profundo e interesante. Me hace feliz compartir mi sentir y poder plasmarlo en el mundo maravilloso de las palabras. Me hacen feliz los poetas,los escritores, los cantantes, los pintores, el arte, el amor, LA VIDA.

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