La lluvia y los otros
Hace días que llueve, y cuando siento la música de las gotas de lluvia, me entran ganas de escuchar canciones de mi juventud, música de los 70 y los 80, melodías de amor que van a la par con este tipo de clima medio huracanado y melancólico...
Hace días que llueve, y cuando siento la música de las gotas de lluvia, me entran ganas de escuchar canciones de mi juventud, música de los 70 y los 80, melodías de amor que van a la par con este tipo de clima medio huracanado y melancólico...
De pronto, me gusta tirarme en la cama acompañada de muchos libros y revistas, imaginando que soy una de las heroínas de las historias que voy leyendo, o escribiendo, pintando paisajes literarios en los caminos de mi mente y de rato en rato mirando la lluvia por mi ventana , viendo como cae y riega los jardines de mi casa y por momentos en mi cocina preparando un arroz con leche con palitos de canela y clavitos de olor y conversando con mi gata Britta como si ella pudiera contestar todas mis interrogantes, como si supiera y me entendiera… y en la sala de mis recuerdos oigo las voces alegres de mi abuela, las de mis tías, el eco lejano de sus risas y de sus días de gloria, las veo entrar y salir por la puerta, perfumaditas, bien peinaditas, amorosas, buenas, bonitas, radiantes, y me agrada y me hace inmensamente feliz el recuerdo de la calidez de sus voces que siento como si fuera real cuando reconozco que todo es un espejismo de esta tarde de lluvia, en este espesor de la vida que siempre me llena, me atrapa, me atrae, me seduce, me calma, la presencia espiritual de mis seres amados, de aquellos que no tienen cuerpos, pero que viven en mis recuerdos, en el huerto de mi alma, de aquellos que otros conocen como los "otros".
2 comentarios:
ReplyDeletesusana dijo...
Mariángeles!! me encanta como describis estados, momentos, recuerdos, con qué calidez, uno, se remonta a lo propio, y hasta revive tus propias sensaciones, ese es para mi el poder de tus líneas, amorosamente relatadas, los "otros" están siempre en nuestras vidas, los convocamos con la nostalgia, con la risa y con el llanto...hermosos tus relatos!! Un abrazo.
21 de agosto de 2009 0:22
Bitácora del Gran Lobo Gris dijo...
Quizá nadie que recordemos con cariño muere realmente...La lluvia que afina los cristales trae de regreso los mundos que se fueron y si sale el sol y llueve, puede verse el puente que une los mundos...
Aullidos afectivos
21 de agosto de 2009 0:22