Cartas de dos personas que visitaron Cuba

Mi amigo Jorge de nacionalidad Hondureno-Aleman me manda un email que contiene dos cartas de dos personas que fueron de visita a la Habana, Cuba hace algun tiempo atras.

Una de es de una de sus familiares la otra es la de un doctor de El Salvador.

Esto es lo que dicen las cartas:

Yo fui a cuba en el 2004 a participar en una conferencia de turismo y regrese completamente horrorizada de lo que vi. En la parte ambiental una ciudad sucia, con una refineria sin controles que si hubiera sabido la cantidad de plomo que respiraria no hubiera ido ya que estaba embarazada. Impresionada por la belleza de los edificios historicos pero triste de ver su deterioro debido a la falta de ciudado. Para los que han ido a mi casa tengo un cuadro precioso de la catedral de La Habana que me encanta pero que me impacto aun mas cuando lo compre por solo US$ 100. Y todavia me decian que regateara y yo dije imposible una obra tan bella por ese valor. Pero lo inolvidable fue cuando le pague al pintor un pobre anciano al que se le tiraron sus dos hijos encima a arrebatirle el billete de US$ 100 y a mi me empujaron a un lado y me sacaron de alli por el alboroto que causo el billete verde.

Camine por las ciudad viendo y respirando la pobreza, los monumentos a Fidel y me entristeci mucho de ver las condiciones en las que vive la gente, si a eso se le puede llamar vivir. Fui al a zona de los "ricos" donde viven los allegados a Fidel con las grandes casas y que se llevaban con los extranjeros y las jineteras en los restaurantes de turistas y dije que injusticia!!!! En un modelo capitalista puedes salir adelante pero en Cuba solo puedes si estas en el circulo de confianza de Fidel! Yo regrese impactada al respecto y se lo he comentado a mi madre y mi hijo en numerosas ocasiones la tristeza que me dio ver a Cuba como lo que es y lo que podria ser con esos grandiosos recursos naturales y patrimoniales que tienen........


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Esta es otra carta interesante sobre un medico salvadoreño que narra las impresiones de su viaje a Cuba.

Hablar de Cuba es hablar de un paraíso donde la belleza natural se entremezcla con el sueño de todo un pueblo bueno y trabajador.

Estoy sentado en el balcón de un hotel de La Habana, viendo uno de los atardeceres más alucinantes que jamás haya imaginado, con una mezcla de sentimientos tan fuertes como el olor de los puros cubanos.

Pensé que escribir unas líneas sobre Cuba iba ser de lo más sencillo después de estar aquí por una semana, pero es difícil ser objetivo cuando las ideas se nublan y los ojos se humedecen constantemente con la cantidad de sensaciones vividas en estos días.

Fui invitado por las autoridades de salud de este bello país con motivo de un congreso médico, perfectamente organizado por los galenos cubanos.

En el congreso tuve la oportunidad de ver al legendario Fidel Castro, que no es más que los restos de lo que ha de haber sido un fornido guerrillero. Llegó fuertemente custodiado en su caravana de tres Mercedes Benz negros, exactamente iguales a los que utilizo el general Pinochet y tambien Idi Amin, dictador del Africa. Casualidades de la vida, pensé.

Vimos a un anciano vestido de verde olivo hablar confusamente en el foro por más de una hora sobre mil cosas, palabras sueltas sin mensaje alguno, desde la guerra en Iraq hasta los mosquitos que causan el dengue.

Como médico llegué a Cuba sabiendo que si bien aquí no habría libertades, el sistema de salud era uno de los mejores del mundo, pues así lo reflejan sus indicadores de salud y sociales y nos lo repiten constantemente los dirigentes del FMLN.

No sé que parámetros utilizan los políticos en Cuba, pero ayer un niño que parecía de siete años me contó que acababa de cumplir 15 años, y en sus pellejos traslucía una desnutrición severa y crónica.

Pedimos visitar un hospital y se nos llevó a un hospital turístico exclusivo para extranjeros, elegante e impecablemente limpio, para después enterarnos de que los hospitales públicos están paupérrimos y se ven más destrozados que nuestro hospital Rosales .

Son viejos, con filas eternas de gente esperando ser atendidas, escasos de medicinas y con un personal de salud exigiendo, por debajo de la mesa, algunos dólares extras a los usuarios si se quiere que el enfermo se atienda oportunamente y con las mejores medicinas.

Y mi mayor sorpresa fue saber que un médico especialista gana mensualmente la cuantiosa suma de $20.00... Así es, 20 dólares al mes, cuando una botella de agua cuesta $1 en la calle, agua que por cierto no se puede tomar del chorro pues está contaminada, según nos advirtieron los colegas de Cuba. Si todo esto sucede en La Habana, me imagino lo que será en las provincias rurales.

En Cuba verdaderamente no hay mendigos harapientos, ni niños descalzos deambulando por las calles. Pero sobran los viejos, jóvenes y niños que se acercan a los turistas en los restaurantes rogando por unas monedas o un pedazo de pan.

Los turistas tienen acceso a los lugares creados exclusivamente para ellos, hoteles gigantescos, restaurantes de lujo, todo en dólares por supuesto. Los cubanos solo pueden ser testigos pasivos de la buena vida que se le ofrece al turista extranjero. Como me comentó un amigo taxista, con los ojos humedecidos por la rabia y la tristeza: acá los turistas son los humanos y nosotros somos los extraterrestres.

Descubrir Cuba y su gente es descubrir el heroísmo y la valentía de un pueblo que vive o más bien, sobrevive en un régimen de opresión, miedo y miseria. Gracias al auge del turismo que hay en este país, los cubanos pueden ver ahora las diferencias entre ellos y el mundo libre.

Al bajar del avion se me acercó calladamente un señor y luego de preguntarme de dónde era, me pidió un periódico de El Salvador; están hambrientos de noticias reales del mundo real, no de este fantasma creado por sus autoridades, que acá ya nadie se la cree. Muchos me han preguntado por nuestro ex-presidente Flores, quieren saber cómo es su personalidad, están impresionados con él, ya que es el único que ha puesto a Fidel en su sitio.

De todo esto se han enterado porque alguien les ha contado, ya que esta noticia, como muchas otras, nunca se transmitió en Cuba. La semana pasada fueron fusilados en La Habana tres jóvenes por haber soñado con su libertad y haber tratado de huir de Cuba en una lancha robada. Por este grave delito, fueron juzgados en un día, y 24 horas después, fusilados salvajemente, como ejemplo para el pueblo de lo que le puede suceder al que esté en contra del régimen. Cuando me contaba este injusto hecho, una hermosa cubana con una mirada conformista, sólo se me ocurrió decirle que hay que tener fe en que las cosas van a cambiar pronto. Qué estúpido me sentí cuando me contestó que eso han esperado desde hace 48 años y acá siguen muriendo muchos. Unos a tiros, como estos tres jóvenes y cientos que viven pero que les han fusilado la esperanza de ser libres, de trabajar y superarse, de exigir sus derechos sin ser reprimidos.

Pero sería injusto hablar de Cuba y sólo mencionar las miserias de un régimen obsoleto y tirano..Y AHORA siguen Venezuela, Ecuador, Bolivia-Nicaragua, Argentina...

Hablar de Cuba es hablar de sus mujeres, de las más lindas del mundo, del ritmo y de la calidez de su gente, de la mirada buena de su pueblo, de las bellezas de sus calles con olor a sal, tabaco y ron.

Hablar de Cuba es hablar de un paraíso donde la belleza natural se entremezcla con el sueño de todo un pueblo bueno y trabajador que sigue esperando su verdadera revolución.


Dr. Rodrigo Siman Siri.
Director Nacional Programa Nacional de Infecciones de Transmisión
Sexual ITS/VIH/SIDA
MINISTERIO DE SALUD, EL SALVADOR
*Médico Pediatra

Comments

  1. Recibimos muchos comentarios sobre la realidad de Cuba, miles de personas dolidas en sus almas y cuerpos esperanzados en un cambio definitivo, el retorno al mundo y su globalidad, los derechos humanos, la equidad en el trato, abrir sus puertas a millones de exiliados ansiosos de retornar al terruño, regresas a sus orígenes, regresas a sus gentes y a sus hermanos cubanos.
    Esperanza, fuerza y fé !

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