El rescate de Atahualpa


CAJAMARCA –
PERU 1533- El rescate + grande de la historia – El rescate del Inca Atahualpa – El ultimo Inca

Junio de 1533 - Noticias procedentes de Cajamarca indican que el Inca Atahualpa está ya a punto de ser liberado por sus secuestradores. En efecto, cumplido el plazo y pagado el rescate, el capitán español Francisco Pizarro, analfabeto, de pequeña estatura, y quien seria el fundador de la ciudad de Lima en 1535, ambicioso y responsable del secuestro del ultimo Inca, llega al lugar en donde se encuentra prisionero el alto y fuerte guerrero, a quien supuestamente van a poner en libertad.

El pueblo espera con impaciencia el feliz desenlace de esta pesadilla que se prolonga desde hace siete mes. Un 16 de noviembre de 1532 fue capturado el máximo dirigente del pueblo Inca en un sorpresivo y sangriento ataque ocurrido en la ciudad de Cajamarca en donde el Inca solía bañarse en las aguas calientes de unos baños termales muy conocidos por sus curas medicinales.

Los conquistadores españoles bajo el mando de Francisco Pizarro secuestraron al jefe indígena y desde entonces lo mantienen prisionero poniendo condiciones. Para liberarlo, Pizarro y su gente han exigido una cifra exorbitante: una habitación entera llena de oro y dos habitaciones llenas de plata. Pactadas estas condiciones, comenzaron a llegar a Cajamarca por las cuatro rutas del imperio, los cuatro “Suyos” del Tawantinsuyo, caravanas de auquénidos “llamas” y de indígenas cargados con piezas de oro, jarras ceremoniales, joyas de un inmenso valor artístico, todos los tesoros se iban amontonando en las habitaciones señaladas. Para que ustedes los lectores se hagan una idea de la fabulosa riqueza que esto representa, les diremos que sólo la habitación de oro que ya se encuentra totalmente colmada mide 17 pies de ancho por 22 pies de largo. También disponemos de cifras exactas sobre la cantidad de oro acumulada durante estos meses de secuestro: nada menos que un millón 326 mil escudos de oro puro. ¡Sólo en oro, un millón 326 mil escudos! Ahora el largo cautiverio del Inca Atahualpa va llegando a su fin. Aunque el precio del rescate ha sido desmesurado, los familiares de Atahualpa y sus simpatizantes están llenos de alegría, ansiosos por ver nuevamente a su dirigente sano y salvo. De un momento a otro, el capitán Pizarro cumplirá su promesa y pondrá en libertad al prisionero.

Todos esperan con impaciencia, ya se cumplieron las condiciones requeridas y llegó el momento de la libertad del Inca.

Ya sale Francisco Pizarro, y el Inca (el Rey) Atahualpa, a su lado, el rostro sereno, aunque con claras señales de cansancio.

Pizarro se adelanta. Va a hablar...

PIZARRO —Ya tenemos el oro. ¡Ahora, mátenlo!

Y así fue. En 1533, el inca Atahualpa, el Hijo del Sol, fue vilmente asesinado por Pizarro, a pesar de haber pagado el precio de su rescate, el rescate más costoso de la historia. Lo mataron calculadamente y sin piedad ni justicia un 24 de junio, cuando su pueblo se preparaba para celebrar la fiesta grande del Sol, “INTIRAIMI”.

Y esto sucedió hace 476 años.

Después Pizarro se enredó sexualmente con las hijas del Inca y empezó el mestizaje, pero esa es otra historia.

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