En la ciudad de mi alma

En la ciudad de mi alma
En estas calles sin calma,
oscuras, desoladas,
que no reflejan mis ojos,
el susurro doloroso del silencio
se escucha a gritos callados
y los versos que no escribo
pero que tengo grabados
ya no pueden ser borrados.


En la ciudad de mi alma
en estas avenidas sin gran historia,
tan lejos de todo y de todos
y tan cerca...
las lágrimas ya no lloran
las heridas ya no sangran.

Aquí, en las calles de mi alma,
sólo vagan sueños rotos...
fantasmas del amor que quema
seres sin rostros
carcajadas sin sonrisas.