Noche de verano, calor.... Una abuela y su nieto de 6 años juegan fuera de la casa cazando estrellas fugaces.
El nieto adorado atrapa una y la lleva encendida en la palma de su mano, entra a la cocina y la deposita dentro de un pomo de vidrio invertido y se va a dormir para soñar con la última imagen de su farol encendido por una estrella.
Por la mañana al levantarse y al llegar a la mesa se escucha su grito con estupor, entonces dice entre lagrimas y decepcionado: ¡NO! Alguna mosca se comió mi estrella!!! Entonces lleno de esa furia infantil la aplastó contra la mesa con la palmita de su mano usando toda su fuerza. Del interior del insecto surgió un líquido viscoso fluorescente..
_ ¡Viste abuelita! exclamó el niño, se la comió y la tenía adentro...
_ Hijito de mi alma si era una luciérnaga..
_ ¡No abuelita, era mi estrella!!!
NNaa
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