Puliendo y purificando


Puliendo y purificando la traducción

He vuelto a leer mi libro por segunda vez, he tenido que hacerlo, he vuelto a sonreír muchas veces y otras veces he terminado llorando a mares, y mientras hago las correcciones a la traducción al Ingles vuelvo a releer varias veces lo que escribí hace ya varios meses, tengo que parar y respirar profundamente porque mucho de lo que voy leyendo es muy intenso y me parece mentira que sea yo la autora, la escritora, y me voy preguntando si acaso he vivido todo lo que he escrito directa o indirectamente, si fueron otras almas viejas que visitaron los caminos de mi mente y revivieron todos esos recuerdos para reprenderme una vez mas por esta clara contradicción, escribo en primera y en segunda persona soy la autora y soy uno de mis personajes, la nieta, la madre, la hermana, la prima, sobre todo soy la abuela, me reprendo por esta visible contradicción: ¿no digo acaso todo el tiempo que una primera persona es ya una segunda o una tercera? Me parece que sucede todo el tiempo, la evocación, la imaginación, la creación, aunque uno lo desee, nunca es fiel a los hechos, no es posible porque somos humanos. Y mientras escribo en el presente mis personajes vienen borrosos de un pasado, y uno va acomodando los recuerdos a su modo, a su conveniencia, como todo. Entonces voy leyendo y tratando de capturar la esencia de mis palabras y poder hacer sentir lo mismo en otro idioma, ¿pero es que acaso para sentir el dolor, el amor, la felicidad, el miedo hay que saber hablar o escribir o leer? Entonces me doy cuenta de que hay partes que parecen mas poemas que historias, poemas que en pocas silabas van contando más que los capítulos de mis historias, ¿soy acaso más poeta que escritora? Leo detenidamente el poema dedicado a mi abuela que lo dice todo, aquel otro de resiste, aguanta, tu puedes, tu eres fuerte, inspirado en los días dolorosos de mi terrible enfermedad, otros llenos de nostalgia y pasión dedicados a los grandes amores de mi vida, aquellos inspirados por mis hijos, por mi abuela adorada, los que dedico sin nombre al amor de mis amores, al amor imposible, al amor.

Cuando uno va escribiendo queremos que una escena sea de una forma pero surge el trabajo poético con el idioma, la sintaxis, la gramática, la bendita ortografía, las dudas de no saber si usar una palabra u otra, de no ser vulgar o grosera, o de no llegar a la extrema exageración y convertirlo todo en un drama, tropezarse con una frase que explicaría mejor el momento o el evento, entonces tenemos que jugar con la invención, coquetear con la imaginación, buscar el principio del arte de la escritura, porque escritores hay muchos pero buenos de verdad muy pocos, y escribir es como hablar, puede ser muy fácil si eres hablador pero eso no quiere decir que uno no hable tonterías, como decía Atahualpa Yupanqui “muchas veces el silencio dice mas que las palabras” solo que no podría escribir un libro lleno de silencios y paginas blancas, pero ese libro de paginas en blanco es el futuro de nuestras historias, ese libro de silencios que aprenderán ha hablar en donde podemos escribir palabras maravillosas, contar historias que dejen una marca, hacer que las personas rían, lloren, se emocionen, vivan, amen, perdonen, reflexionen y mejoren al comprender y sentir todo aquello que los libros bien escritos nos pueden regalar.

Y mientras sigo con este proyecto de pulir la traducción de Luz de Almas Viejas les pido a mis Ángeles que me susurren al oído, que me ayuden que me inspiren, que me soplen, y que sigan guiando mi mente, mis manos, en este teclado que mis dedos recorren sin que mis ojos vean.

Comments

  1. Fantasmas... Ángeles... Almas... Ego...
    Escritura, cosa divina..

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