Tengo que ponerme a caminar



Con el tiempo y la edad empezamos con los "achaques". Estoy sufriendo de presion alta y debo confesar que hace rato que no camino como "tenemos" que caminar (por lo menos media hora diaria y de corrido).

Las caminatas por los parques o espacios verdes de la ciudad en la que vivimos son una excelente alternativa si perseguimos el propósito de cuidar nuestra salud y contrarrestar un poco el fuerte sedentarismo que caracteriza al estilo de vida contemporáneo. El problema conmigo es que me levanto muy temprano (a las 5 AM) y regreso del trabajo a las 6 PM "molida" y con ganas de devorarme una vaca y despues irme a dormir, ultimamente no tengo ni energias de escribir o seguir en la computadora porque me paso 10 horas trabajando con ella.

Estoy obesa, ya decir que estoy pasada de peso es ser demasiado diplomatica porque lo mio es sobrepeso agudo a la cuadrada. Tengo que hacer algo pronto para cambiar mi rutina y rebajar poco a poco esa cantidad enorme de libras que debo de rebajar en cantidades de 8 a 10 libras mensuales si de verdad me lo propongo, comiendo debidamente y sobre todo haciendo ejercicio.

Caminar, lo que necesito es caminar, ya que no puedo imaginarme haciendo otro tipo de ejercicio. Caminar pasa prácticamente desapercibido en este caso, debido a que la actividad no insume grandes sacrificios corporales y a que además es posible disfrutar pacíficamente del paisaje circundante. Ahora solo me queda convencer a mi esposo y a algunas amistades para no caminar en solitario.

La gimnasia que insume caminar, altamente recomendada por los médicos para ser realizada en forma diaria, facilita que los pulmones procesen más aire con menor esfuerzo, fortalece el corazón y permite bombear más aire con menos palpitaciones. Además, contribuye en el mejoramiento del suministro de sangre a los músculos.

Dicen que caminar también trae otros beneficios, como el mantenimiento de una buena figura, el perfeccionamiento de los procesos digestivos y la formación de tejidos corporales más saludables, al aportarles mayores dosis de oxígeno. Asimismo, las horas de descanso y sueño se vuelven mucho más plenas y aprovechables.

Según los especialistas, luego de dos o cuatro meses de llevar adelante el hábito de una buena caminata diaria los beneficios remarcados anteriormente comienzan a hacerse palpables.

Sin embargo, como en cualquier actividad física, es necesario tener en cuenta algunas precauciones, principalmente la realización de una prueba de esfuerzo antes de iniciar la práctica para saber en que condición física nos encontramos. Esto nos permitirá descubrir en que cantidad, periodicidad e intensidad podremos realizar el deporte.

Caminar no es sólo uno de los deportes más saludables y sanos. Constituye además una excelente oportunidad para dedicar horas de nuestro tiempo libre al contacto con la naturaleza, despejando la mente y activando el cuerpo.

Entonces nos ponemos a caminar???

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