Hoy he decidido abrir el baúl imaginario, el de mis recuerdos, y esconder este amor que llevo como un tatuaje marcado desde el día en que decidí olvidarlo porque no podía ser. Hoy he decidido arrancarme del alma este sentimiento que tantas lagrimas y risas tanto sufrimiento y felicidad, si, todo al mismo tiempo, me ha dado.
Hoy entierro al amor de vida, no ha muerto en cuerpo pero he matado al pensamiento, al recuerdo constante que martillando a morado en mí, he terminado con el tormento, con la agonía, con la obsesión. Fue por mucho tiempo el que yo creía ser el amor, la mejor persona que he conocido, el hombre de mis sueños, el amigo, el compañero espiritual que nunca desfallecía, aquel que siempre trataba de ayudarte y que jamás me daría la espalda. ¿Pero saben? esa era yo, el nunca me amo como yo lo amaba y lo seguí amando toda la vida.
Hoy he decidido enterrar todos estos pensamientos y anhelos inciertos, resolver el dilema y aceptar que muchas veces hay amores que llegan a tu vida muy temprano, muy tarde, fuera de tiempo y lugar, bajo circunstancias imprevisibles. Ya no voy a repetir palabras como “jamás lo olvidaré”, he perdido muchos amigos de verdad que se fueron para no volver, y aunque se mejor que nunca que es muy difícil y muy duro tengo que sacar fuerzas de algún lugar, mirar al cielo que esta poblado de estrellas y buscar a mis Ángeles que lleguen corriendo para cargarme y cubrirme de esa luz celestial.
Al enterrar este amor tan grande que siento de toda una vida, limpio mis últimas lagrimas con la esperanza de que algún día, en la otra vida, me esté esperando en algún lugar especial en donde podamos ser libres y amarnos. Hasta ese día hoy me resigno a seguir viviendo sin su presencia.
Una parte de mi vida y de mi corazón se quedaron hace mucho tiempo en Miraflores. Hoy ya no puedo recuperar las horas perdidas pero todavía puedo recuperar las horas no vividas. Estés donde estés siempre te llevaré conmigo, siempre te querré, aunque hoy decida guardar mi amor por ti por el resto de mis días.
Gracias por todo lo que hiciste por mí, y también gracias por todo lo que no hiciste, por lo que me hiciste sentir y por todo lo que no pudimos sentir por esas cosas que tiene la vida. Por las palabras que callaste, por dejarme libre.
Hoy he soltado a todas mis luciérnagas, las he dejado partir a tierras lejanas, he abierto mis brazos, respirado profundamente, he vuelto a caminar soltando esas muletas que tanto me estorbaban.
Hoy soy de nuevo libre y cubro mi alma de LIBERTAD.
Hoy soy de nuevo libre y cubro mi alma de LIBERTAD.
El amor es siempre de dos. Un adios a tiempo hace otros barcos.
ReplyDeleteQue dificil es decir adios, soltar amarras, dejar ir.. hay gente que sin embargo lo hace tan fácil, que me resulta imposible entenderlo.
ReplyDeletePero la vida el destino, Dios, nos coloca antes ese camino, recordemos pues lo que vivimos sin dejar de mirar al presente y al futuro pues lo que se sintió y se vivió es y ha sido un regalo de vida
Un beso y ánimo.
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