Centro Luz de Almas

¿Por qué el nombre Centro Luz de Almas?

Hasta la edad de 55 años la fundadora del Centro Luz de Almas era una mujer como millones de mujeres en el mundo, una ciudadana de clase media, asistente administrativa desde muy joven o como antes le llamaban, una secretaria, madre, esposa, abuela, hija, amiga, hasta que un día vivió una experiencia angelical que le cambió su vida. Nuestra fundadora vivía una situación personal, como la de muchas mujeres que estaba fuera de su control. Añoraba profundamente tener una vida normal, saludable, plena, con paz espiritual, una vida con propósito y decidió cambiar su salud física y mental ya que por mucho tiempo había estado sumida en la depresión y el llanto. Ella oró fervorosamente y con esperanza. Dios contestó su petición con muchas señales de que ella estaba viva por una razón, que tenia una misión en esta vida y era la de escribir libros para aliviar el hambre del mundo y ayudar a los pobres y a los necesitados.

Una noche empezó a escribir notas, historias, poemas y desde ese día no hay un día en que no lo haga. Dice que le susurran los Ángeles al oído, que le hablan en sueños, que se levanta en la mitad de la madrugada y empieza a escribir sin detenerse, que cuando lee lo que ha escrito todavía no puede creer que sea ella quien puede plasmar en el papel todo eso que le sale desde todos los caminos de su alma. Hoy, existen muchas almas en todo el mundo lanzándole gritos a Dios en medio de su sufrimiento, hambre, temores, pobreza, soledad, carencia afectiva y nosotros los que colaboramos con el Centro Luz de Almas estamos listos para extenderles la mano. Cada vez que compras un libro de Luz de Almas Viejas y todos los próximos a ser impresos, estarás colaborando con $10 dólares de donación para el Centro Luz de Almas que ayuda a los pobres, al hambre y a los huérfanos del Perú y otros países de extrema pobreza.


Historia
El Proyecto Luz de Almas se inicia en el 2009 por Mary Elizabeth Fernández-Vásquez, Gloria Angélica Morales Ruiz, Fernando López Peralta y Carmen Costa Ferrand, en una de las visitas que hace la fundadora y nueva escritora Mary Elizabeth.
Mary escribe un libro de titulo Luz de Almas Viejas (la historia de una nieta y su adorada abuela, y muchas historias de mujeres de su entorno así como muchos poemas que llegan al lector) y con la ayuda de Gloria Angélica y Fernando logra imprimir 1,000 libros de la primera edición de Luz de Almas Viejas. En Junio del 2009 es invitada a participar de una corta entrevista en el programa de la televisión peruana “Oh Diosas” en donde con la naturalidad que la caracteriza explica que ella no es escritora pero que un día empezó a sentir los susurros de sus Ángeles y desde ese día empezó su nueva tarea que es la de escribir para ayudar con la venta de sus libros a los pobres. Nos dice: “Escribo para aliviar el hambre” escribir es mi misión y espero poder escribir muchos libros y publicar libros de nuevos escritores desconocidos y que no tienen los medios para hacerlo para que con el dinero que se recaude de la venta de estos libros se puedan hacer grandes donaciones a hogares para los huérfanos y comedores para los pobres no solamente del Perú sino de otros países del mundo como México, Perú, Honduras y otros, es mi misión, es lo que pienso hacer por el resto de mis días, y sigue: “Dios, mi Padre Celestial y sus mensajeros divinos, los Ángeles con quienes he tenido varios encuentros en el trayecto de mi vida, han abierto mis ojos para ver cuantas mujeres, hombres y niños están atrapados en la esclavitud espiritual, cultural y física. Todos los iniciadores del Centro Luz de Almas sentimos una necesidad muy grande de alcanzar a aquellas personas que están viviendo sin esperanza, sin amor y olvidadas, y desde ese día empezó a crecer en nuestros corazones una urgencia de dejarles saber que todos somos hijos de Dios, que sus Ángeles nos han estado dejando señales por mucho tiempo y que hemos entendido cual es nuestra misión, que somos muchos los que podemos ayudar y compartir los dones y las bendiciones que recibimos todos los días. Tener una vida con el firme propósito de dar, servir, de amarnos los unos a los otros, de ayudar a los necesitados no solamente con el pan de cada día.


Tenemos visualizados varios programas (entrevistas) para empezar a transmitirlos vía Internet con la intención de brindar apoyo y dar consejos.

Desde ese momento el proyecto ha ido creciendo y extendiéndose rápidamente. Cada vez que se vende un libro sabemos que estamos dando de comer al hambriento. En este momento estamos enviando cartas a varias entidades pidiendo apoyo económico para formar el Centro Luz de Almas con sede en Lima, Perú, México D.F., México, La Chorrera, Panamá y Miami, Florida.


DECLARACIÓN DE LA MISIÓN

Nuestro propósito es:

Crear conciencia y empatía por los sufrimientos de los pobres en el mundo, aliviando el hambre físico y espiritual.

Contribuir con donaciones para la construcción de hogares para los huérfanos.

Colaborar con comedores para aliviar el hambre de los indigentes y los desamparados.

Asistir a las mujeres que están siendo maltratadas emocional, física o espiritualmente.

Obedecer el mandato de Jesucristo de amar al prójimo como a ti mismo.

• experimentar el amor, la libertad y el poder de Dios mientras ellos enfrentan diariamente los desafíos de la vida.


• apoderarse de su destino y de la gloriosa herencia que Dios les dio en Cristo Jesús, cualquiera sea su situación cultural, social o económica.


• transmitirle a sus hijos un legado de fe, sabiduría y carácter piadoso.

Lectores:
Si desean comprar el libro: Luz de almas viejas, favor escribir a Brittafernandez@yahoo.com en Miami, o llamar en Lima a Mozzy al 99 444 0388 que ella se lo hara llegar hasta su domicilio, en Estados Unidos el libro lo pueden ordenar en BORDERS y cuesta al publico $17.99, pero si lo compran al Centro Luz de Almas se vende en $10 (diez dolares o el equivalente a su moneda) y todo el dinero va para la caridad. Gracias a todos los que ya compraron el libro, ese dinero es un regalo que le hicieron a los que pasan hambre y extrema pobreza.