Romy y la quena

Me gustan las películas antiguas. Hace unos días vi una con la bella Romy Schneider y el apuesto Yves Montand, Claire de Femme, no tengo idea del titulo en nuestro idioma porque en Lima le cambian los títulos a todas las películas, me imagino que se puede llamar Luz de mujer, es un canal latino que presenta películas antiguas y mi marido y yo siempre estamos chequeando para ver si enseñan alguna que no hayamos visto o que vimos hace ya mucho tiempo, siempre he sido muy cinemera, cuando vivía en Lima, iba al cine casi todos los días, no exagero, mi abuelo Fernando era así, vivía a una cuadra del cine Leuro si mal no recuerdo su nombre, y también íbamos al Pacifico, Alcazar, Canout, San Antonio, corrían las décadas de los sesenta y setenta. Esta película es de esos tiempos, con excelente fotografía de Ricardo Aronovich (Argentino) amigo de mis amistades en Buenos Aires. El argumento: se trata de dos personajes muy adoloridos y golpeados por la vida, (como yo) muy reales y auténticos ambos. No hay nada falso en sus personalidades. El dolor los define. Montand (me gustaba a morir cuando era joven) un hombre roto y desesperado, y la Schneider, haciendo el papel de una mujer de 45 años, recientemente viuda y sin su marido y su única hoja debido a un fatal accidente de carro. Hay una escena que me hizo sentirme tan cerca de mi adorado Perú que es cuando en su casa suena música de quenas. Lo que me deja pensando es que en la vida real la bella alemana perdió a su hijo en un terrible accidente y me parece si mal no recuerdo y la memoria no me traiciona, que ella termina suicidándose y en la vida real no llegaba a los 45 años. Romy fue mi heroína en esas películas de la emperatriz Sissi cuando era jovencita y estaba en amores con el otro conocido actor franchute, Alain Delon.

En el aeropuerto de Miami a veces contrato a un muchacho peruano que se llama Frazer que es un excelente músico y que domina con maestría la quena y la ponzoña. Sigo con mucha tos y me estoy preparando para unos días de reposo medico después de que me hagan un intervención quirúrgica, nada mayor, nada serio, parte de ser una mujer madura con algunos problemitas de mantenimiento en la plomería de su cuerpo. Muchas veces en estos días he estado con ataques de tos y he pensado que me asfixiaba, la tos es como el dolor no me abandona.

Por allí leí un texto sin autor, que dice: "que existe un instrumento hecho de huesos humanos. Lo llaman Quena. Tiene su origen en el amor que un indio dedica a su amante. Cuando ella muere, fabricó con sus huesos una flauta. La quena posee un sonido más penetrante y más rico que la flauta ordinaria. Los que escriben, conocen el secreto. Pensaba en esa flauta mientras sentía que escupía el corazón. Solamente que yo, yo no espero que muera mi amor".

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