Mi alma gemela

Entro a oscuras a mi cocina, temprano no tuve tiempo para lavar los platos y guardar las ollas, es una noche de verano y hoy me hizo falta tomar mi taza de café americano, anuncian una tormenta tropical con mucha lluvia y vientos de setenta y cinco millas, las palmeras se ponen temblorosas y las aves se esconden en los rincones que solo ellas conocen, quiero quedarme en casa, viendo como el tiempo se va desgranando en esa rutina diaria de mi vida entre casa-trabajo, trabajo-casa.

Tengo noches de no dormir y hace semanas que tengo nuevas inquietudes, la angustia de no poder estar presente en lugares en donde podria ser y hacer la diferencia. No puedo contener la impotencia y mis frustraciones, quisiera que me crecieran alas para poder volar, subirme en las nubes y volverme invisible.

Salgo al patio a saludar a mis geranios, mis helechos frondosos se agachan y las gardenias se alegran juguetonas, me siento en el columpio envuelta en mis ensoñaciones, me encantaba mojarme con la lluvia, me escondo en el sonido mezcla de silencio y los susurros del viento, perturbada por el suave murmullo de las gotas al caer sobre las hojas de los árboles, respirando el olor a hierba mojada, cerrando los ojos y dejando que tus palabras invadan el huerto de mi alma sin oponer ninguna resistencia, me completa el aroma de tu piel, la dulzura de tus besos recorriendo mi espalda, cierro mis ojos y extiendo mis manos que recibes como tuyas. Somos dos almas en una. Me haces falta.

Llegas hasta mi y empujas el columpio que llega alto hasta tocar nuestra estrella, tus alas abres y me ofreces amparo, lo que siento al recostarme en tu espalda solo podría compararlo a las veces en que en mis pensamientos ibamos juntos a la costa, y jugando en la playa con la arena y la espuma blanca de la orilla, felices en silencio nos leiamos los pensamientos y nuestros ojos sonrientes y brillantes hablaban mas que mil palabras. Somos magia pura.

Y oia tus historias de barquitos pesqueros y pescadores barbudos buscando el alimento de sus familias, fascinada con el tono de tu voz y tu risa contagiosa.
Un rayo iluminando tu rosto varonil. Un hombre y una mujer corriendo para esconderse de la tormenta, las risas, la fuerza del amor, sus labios se buscan sedientos, se encuentran como hace miles de noches cuando eran marido y mujer.

Soy el amor me dices, soy el amor que desde siempre esperas... y el amor iluminaba mi rostro tembloroso en la penumbra de aquel rincón. Pura, virginal, transparente, buena, te pido con dulzura cruzar el campo de flores blancas.

Al final del camino hay un piano que nos espera, ambos hemos compuesto canciones que queremos compartir, y yo empiezo a cantarte:

Que tienes tu que con solo un beso
abriste las puertas clausuradas de mi roto corazon
para sacarme del oscuro cautiverio
de la prision de mi soledad infinita
para despertarme del sueno de decadas
sin sentir ilusion ternura, pasion
!Amor!

Que tienes tu amor mio,
que con tu presencia
has llenado todos los huecos de mi alma
y remendado uno a uno
los trozos rotos de mi cansado, sufrido
y atormentado corazon

Que tienes tu que has cambiado mi vida
siempre en invierno,
sin estrellas,
mis luciernagas sin luz,
para llenarla toda de nuevos amaneceres.

Que tienes tu
poeta, escritor, compositor maravilloso,
que cuando despierto en mis nuevas mananas
veo una expresion feliz en mi mirada
que tienes tu
verso de mis poemas
ruego de mis rezos
secretos de mis susurros
luz de mis luciernagas
angel de mis suenos
que cuando llegaste
cubriste toda mi vida
y me has devuelto el corazon
para acercarme de nuevo a Dios.


Para ti mi alma gemela