Sol siempre fue grande. Siente que es un un alma vieja desde el Kindergarten. Nació siendo adulta, no entendia a las companeras de su edad y desde siempre su corazón estaba lleno de nostalgia y melancolía que no la dejaba dormir o soñar. Se daba cuenta de todo lo que la rodeaba, podia leer a las personas y sentir si eran buenas o malas. No podia explicar la emoción que le provocaban canciones de tiempos lejanos o cargar en sus brazos a sus hermanitos y sentirse maternal. Antes de amar y ser amada, ella presentia el dolor y la tragedia de las penas y decepciones del amor.
Sol siente que su nostalgia le llega desde los rincones de viejos recuerdos de otras vidas, conoce de los sinsabores y los dolores del corazón sin siquiera probar lo dulce y amargo que puede ser vivir en soledad, abandono y pobreza. Por momentos sabe con certeza que alguna vez en una vida anterior fue una mujer que amó demasiado y fue abusada, traicionada, encarcelada, sabe que amaba su patria y que cantaba opera y que la envidiaban tanto que otra cantante que la detestaba la maldijo.
Caminando una tarde por las calles de Paris en un viaje con su hermana Luna, reconoce una casa cuando ve la puerta y un letrero, le dice a su hermana menor que siente la necesidad de tocar el timbre y pedirle a los habitantes de la casa que la dejen pasar. Luna la mira boquiabierta, su hermana Sol siempre ha sido muy especial y de arranques. - Sol, ten cuidado mira que los parisinos tienen fama de ser poco amigables, le dice, pero a Sol cuando se le mete una idea en la cabeza, hasta salirse con la suya no para.
Sol mira a Luna y le dice: "Tengo que entrar porque yo conozco esa casa, tengo que asegurarme de esto que siento, mira, habian 13 escalones y cuando llegas al segundo piso a la derecha hay tres habitaciones muy pequenas, despues hay una sala inmensa y le sigue una cocina, y tienen un atico lleno de adornos de navidad, trenes de metal y soldaditos de plomo, que eran de mi nieto en 1854. Sol hablaba varios idiomas, no se como convence a la francesa que la deje pasar porque necesitamos urgentemente ir al servicio, sube las 13 escaleras, cuando llega se encuentra que el lugar es exactamente igual a como lo habia descrito. La casa la recibe con los brazos abiertos.
Sol no se explica como lo sabe, pero ella sabe con certeza que esas paredes la reconocen, y se siente un aroma de flores frescas y pan horneado con manzanas y canela, como si en ella existieran muchas historias que no logra descifrar, siente los besos de su amado, ve llegar corriendo a sus hijos y a sus nietos, lágrimas emocionadas que su alma no ha borrado. ¿Cómo explicar su afinidad de siempre con la gente mayor, con su abuela y sus tias viejas, su preferencia por los ancianos con quienes se pasa muchas horas, adora las noches de silencio y serenidad? Alguien una vez sugirió que debía ser más libre y suelta, menos tensa, comprimida y reponsable, tomar más riesgos y pensar menos, ser como las otras chicas inmadura, superficial, medio tontas, ya que Sol era demasiado seria y callada, demasiado vieja para su corta edad.
Y aunque trata de ser como las otras chicas, no puede, a veces hasta hace locuras porque quiere sentirse que no es tan diferente, no puede cambiar porque ella es un alma vieja, aquella que la cuida y le dice que no hacer, la que no entiende de actitudes y comportamientos "modernos" y liberales. Y asi es Sol, la hermana de Luna que es tan diferente, tan rara, Sol, tan sensible y sincera, tan madura desde siempre, la mujer de sueños infinitos, de corazón apasionado y tímido que ama la vida, el arte, los libros, los poemas, las flores, las estrellas, la lluvia, los amaneceres, la orilla del mar, que vive enamorada del amor desde siempre.
Y el tiempo pasa y Sol envejece sin encontrar a su alma gemela, se ha pasado una vida esperando... hasta que una noche recibe un mensaje escrito en el mismo lenguaje de otros tiempos, su alma reconoce al amor de sus amores y empiezan a escribirse cartas y poemas, se hacen el amor con las palabras, se besan, juegan con la luna y las estrellas.
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