Hace dias que no tengo Internet en casa. No he podido escribir nada, pero hoy a primera hora me encuentro con este "pedacito de mi vida", este maravilloso escrito de mi queridisimo Miguel y tengo que compartirlo con todos ustedes... dice asi:...
Adiemus
Diez años buscando esta melodía, la oí en un comercial de Continental Airlines hace muchos años, me atrajeron los tribales africanos, cánticos gaélicos, voces celtas y vientos incas; preguntaba a conocedores de world music, new age, ancient folk, etc., se las tarareaba, busqué en todas las producciones de Enya, Loreena McKennitt, Kitaro, Vangelis; recién la acabo de encontrar, es del galés Karl Jenkins e interpretada por la británica Miriam Stockley y se llama "Adiemus", es la primera pista del "Songs of Sanctuary" (1994). Adiemus, para Karl Jenkins, es un concepto musical novedoso, una colección de sílabas inventadas, donde la canción no tiene letra, la voz es un instrumento más, que armoniza con los coros y la orquesta, tal como lo hacen los celtas y los africanos. Adiemus, es también una palabra inventada por Jenkins, quien comenta que no sabía que Adiemus era una palabra en latín, que significa "nos reuniremos pronto"... curiosa similitud con el significado del concepto quechua del "Taripay Pacha", que predice: "El día en que todos nos volveremos a reunir", ésto me lo enseñaron hace tiempo, mis hermanos y maestros Hatun Q'ero, que viven en un hermoso pueblito inca llamado Pisaq, en el Valle Sagrado en el Cusco.
Fueron diez años de maravillosa búsqueda, mientras seguía viviendo esta maravillosa experiencia terrenal, diez años de aprendizaje de nuevos ritmos, nuevas melodías, nuevos cánticos, nuevos sonidos; diez años consultando, sin encontrar "mi música"; diez años escuchando y aprendiendo; escribiendo a personas desconocidas, entendidos de música, sin respuesta y cuando respondían me indicaban en el email, "entra a este link", llegaba a casa corriendo, para abrir el mensaje para ver el video adjunto... y nada, no era "mi música", pero empezaba una nueva amistad con un nuevo maestro.
La he tarareado en playas, bosques y desiertos, meditando, era mi mantra matutino de agradecimiento al Dios Maestro del Fuego, el Sol o Tata Inti; la he tarareado luego de hacer el amor, era mi susurro de Eros para mi bella y plácida durmiente; la he tarareado en misas de bautizos, matrimonios y difuntos, era mi oración de bendiciones; la he tarareado entre nuevos amigos de viajes y aventuras, en campamentos, trekkings y fogatas, era mi cántico de alegría, amor y amistad a San Valentín; la he tarareado en medio de las confusiones de los exámenes de postgrado y especializaciones, eran mi plegarias de Santurrón para que no me pesquen plagiando; la he tarareado mientras firmaba con mis clientes los contratos de mis proyectos, era mi speech de cierre táctico y enfocado de guepardo; la he tarareado en el último kilómetro, de los 42 que recorrí, en la maratón de la Adidas, era mi ruego al Altísimo para que no me abandonaran las fuerzas y no caer desmayado de agotamiento, deshidratación y dolor en ese instante; la he tarareado mientras nos dirigíamos con mis compañeros de Centro Luz de Almas hacia los pueblitos más recónditos de la puna, para llevar ayuda a los niños pobres de Lampa, era mi ofrenda a los Apus para que nos cobijaran del frío, la lluvia y el granizo y podamos llegar hasta nuestros pequeñines con los donativos; la he tarareado en aviones, buses, barcos, kayacs, alas delta y entre valles y montañas, era mi kirie de protección a los Dioses Maestros de la Tierra, del Agua y del Aire; siempre tarareándola y tarareándola, con la esperanza que alguien oyera mis casi silentes tarareos y la reconociera para ayudarme en este lindo viaje de búsqueda, que en realidad no quería que terminara.
Incluso aprendí a tocar la quena para expandir la melodía por mis viajes a la sierra de Arequipa, Cusco y Apurimac y ver si algún maestro músico viajero inca o celta o gaélico o maorí o tibetano la reconocía; imposible, pues tocaba pésimo y no daba con la partitura, "por favor, mejor tararéala", me decían invariablemente... tan mal toco la quena?. Fue entonces que hace algo más de un año creé mi perfil en Facebook, con la esperanza que alguien más pudiera ayudarme en esta búsqueda y miren toda la cantidad de buenos amig@s y experiencias vividas que me ha propiciado, viajes de aventura, excursiones, celebraciones de bodas, cursos de especialización, negocios, competencias, saliditas de flirteo con lindas niñas, invitaciones de políticos (todas desechadas) e invitaciones para visitar amig@s del extranjero (todas aceptadas pero en standby por ahora) y vaya que me ayudó el Face... y la he pasado tan bien con muchos de Ustedes, que hasta olvidé porque creé mi perfil en Facebook...
Cuando trabajaba como ejecutivo en Canon estuve a un triz de encontrarla, mi gran amigo Ernesto Málaga, más conocido en el ambiente de la alta montaña como "Pichón", tenía a su cargo una gerencia de producto y su oficina estaba al lado de la mía y él era fanático de la música de la nueva era, todas las mañanas salían de sus parlantes música tibetana, celta, africana, etc., y en una de ésas escucho "mi música", prácticamente salté el tabique de metro y medio que nos separaba y le rogué que me la grabara, "ya compadre, no te preocupes, ahorita te la paso en un CD", me dijo muy limeñamente, todos los días lo fregaba, "ya pues, Ernesto", "ya compadre, ahorita"... y hasta ahora; bueno también, el hombre andaba cabezón con las ventas de la línea de cámaras profesionales y encima estaba preparando su salida de escalada a Los Himalayas. Rogaba: "Diosito protégelo para cuando vuelva, pueda entregarme el CD". Supe luego que estuvo a punto de coronar el K2, que es la montaña más difícil de Los Himalayas; luego nos encontramos en una triatlón en San Borja y seguía con las mismas: "ya hermanito, te la paso por correo en un archivo ZIP", volví a creerle ingenuamente. Cuando preparaba su segunda salida a Los Himalayas y salía en entrevistas por casi todos los canales de TV, quería llamar al programa en vivo y reclamarle: "oye Pichón farsante, mi CD con mi música", pero no me atreví, nunca más lo he vuelto a ver a mi gran amigo, él anda en otras cosas más importantes. Un tipazo mi amigo y muy valiente, Ernesto "ya compadre, ahorita" Málaga.
Hace unos años estuve muy cerca, mientras salía en una travesía con un biólogo marino extranjero, una nueva amistad del Facebook que precio mucho, quien me había invitado a una excursión en alta mar por las playas al norte de Lima, para ver a los delfines, en medio del mar le tarareé "mi música", le encantó, la había oído también, pero no tenía la respuesta; luego cuando divisamos los primeros delfines, que nos acompañaban, guiándonos, llegamos a un lugar en medio del mar, los delfines desaparecieron y nosotros nos detuvimos; mientras nos colocábamos los wetsuits y aparejos de buceo, el timonel del yate, un anciano, discreto y humilde pescador de Chorrillos, recuerdo me dijo, unos segundos antes de lanzarme al agua: "pregúntele a los delfines, ellos saben la respuesta..."; lo tomé como una broma, buceé y nadé cerca de los seres más bellos, amorosos e inteligentes del planeta, pude mirar directo a los ojos de cordero más dulces y amistosos, enviaban sonidos de muchas frecuencias, entre ellas seguramente mi respuesta, no la capté, no estaba predispuesto, estaba en otra cosa, absorto por ellos, mis nuevos amigos, que en realidad me dejaron la sensación de haber sido un reencuentro con viejos amigos, mis delfines de mis sueños de niño.
Anoche, un nuevo grupo de amigos ambientalistas, los chicos de "Comando Ecológico", despertaron, sin querer, nuevamente mis esperanzas, ellos la habían puesto de fondo en uno de sus videos en Youtube, mientras estuve chateando con uno sus miembros, me alcanzó el link de su video, para que yo apreciara su última misión ecológica en Lachay y allí de fondo estaba "mi música", le pregunté por ella y él intentó darme una pista, indicándome: "creo que es el soundtrack de Avatar", me quedé hasta las 4.00 am. revisando los temas de las partes de "Avatar" que aún no había visto y tampoco estaba allí. Casi a punto de irme a dormir, aunque sea una horita, porque a las 5.30 am. salgo a entrenar, puse en Google, "buscar música por sonido", buscando entre varias páginas, había una que indicaba que puedes encontrar una canción tarareando o cantando la melodía por el micro y la aplicación por medio de un algoritmo podía dar con el tema, Midomi se llama el programa; así que tararee y tararee, encontraba listas de lo más variado, desde óperas hasta huaynos, es que también vocalmente no soy un prodigio que digamos, era frustrante, hasta que se me ocurrió poner la música del video de "Comando Ecológico" en Youtube desde la PC para que la laptop la leyera con el Midomi... apareció un tema llamado "Adiemus" de un tal Karl Jenkins de Gales, a ver démosle click... y era, ¡¡¡ Era "mi música" !!!, ¡¡¡ Funcionó !!!, busqué el video en Youtube y aparecieron nuevamente mis nuevos amigos, los delfines, bellos, humildes, alegres y sabios. Había llegado, con mucha pena y nostalgia, al final de este viaje de diez años. Estoy en casa ya, escribiendo ésto y compartiendo este video y "mi música" para tí, espero te guste, éso hará que haya tenido sentido mi búsqueda...
Miguel Angel Miranda Vargas
Video Adiemus Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=B7zJ0yVSSvE
Nota Adiemus Facebook: http://www.facebook.com/note.php?saved&¬e_id=10150098071768234
Artículo Delfines: http://www.animanaturalis.org/n/11457
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