Me repito más o todo el tiempo que tengo que aprender a escuchar y hablar menos, que tengo que aprender a caminar ligero pero sin prisa, y otras veces saber detenerme, bajar la velocidad, y volverme receptora y observadora. Con el tiempo, y la verdad, me he demorado toda una vida, he aprendido a “economizar” en todo el sentido de la palabra, dinero, tiempo, energías, no hacerme mala sangre por gusto, tomar las cosas con paciencia y tolerancia, sin desesperar. Hoy es lunes y siempre el diálogo con muchas personas no fluye como debería, como ya estoy acostumbrada a las caras largas y quejumbrosas de algunas personas que son parte de mi vida, pues me hago de la vista gorda y me pongo a trabajar, a llenar mis horas, siempre ocupada, siempre activa, siempre sobre todo productiva y buscando como ayudar al necesitado, es mi misión, así como escribir es como respirar. Estaba pensando que no me agradan las personas que se piensan y se sienten el centro del universo, yo, mi, me, conmigo, a mi me duele, a mi me gusta, a mi me parece, a mi, todo es a mi, y se olvidan que no vivimos solos… que hay una palabra fundamental que se llama “convivencia” y que es prima hermana de otra que se llama “subsistencia” y otras como dialogo y comunicación.
Y siguen las terribles noticias sobre las múltiples desgracias en el Japón, y es muy triste reconocer que el ser humano ante el peligro inminente es que se vuelve quizá más sensible, más humano, más real, menos “egocéntrico” yoista” y acaso hasta humilde. Siempre he querido ser mas suave o al menos parecerlo, muchas personas me perciben de personalidad muy fuerte y exuberante, y la verdad detrás de esa voz fuerte y esa personalidad burbujeante (eso dicen) se esconde una mujer extremadamente sensible y mucho mas dulce de lo que parece, claro, no soy monedita de oro, hay muchas personas a las que no les caigo bien, y eso antes me importaba muchísimo, hoy en día, ya no. Otras cualidades a la que aspiro desde siempre es ser simple, sencilla y humilde, llevarme bien con los pobres y los ricos y sobre todo encontrarle el balance a la vida, que la palabra mágica que es “adaptación” sea parte de cada minuto de mi vida, en las buenas y en las malas, no tenerle apego a las cosas materiales y aprender a dar sin esperar recibir.
Hoy lunes 14 de Marzo del 2011 empieza la tercera semana del tercer mes del 2011 con muchas fotos que bajar, pendientes en la oficina, en mi Centro Luz de Almas, en mi casa, en mi ser, tengo que terminar de pulir y editar los dos libros en los que estoy trabajando hace tanto tiempo y que tuve que poner en “Stop” por estos meses debido a mi tristeza y a como me he estado sintiendo físicamente, aunque no quiero vivir sentada es parte de mi realidad, trabajo detrás de un escritorio desde 1970…
La sorpresa y el regalo de Dios a primera hora fue la visita inesperada de mi queridísimo primo hermano, Luis, estaba de paso por el aeropuerto de Miami rumbo a Caracas y me llamo y paso a visitarme a mi oficina. Que alegría de volver a ver a mi guapísimo y caballeroso primo, que tiene un modo de ser tan fino y agradable. Encantador como siempre, hablo un buen rato con mi jefa y se la supo meter al bolsillo, pensé escuchandolo, que mi primo hubiera sido un gran embajador, un diplomático de primera, que don de gentes, que bondad, que carisma. Que lindo fue recibir su fuerte abrazo, cargado de cariño y de energía blanca, me dijo “prima que bien te veo, que bonita luces” me lo repitió tres veces. Me hizo bien oírlo, porque se que hace meses llevo la mirada triste y hace un par de dias otra persona me dijo "ahora luces como la de antes". Quedamos en encontrarnos a su regreso, estará unas horas en Miami y entonces podremos conversar, dialogar, compartir horas bonitas antes de que regrese a su hogar en Atlanta.
Mientras tanto algunas tiendas se quedaron sin electricidad, tuve que resolverles el estacionamiento a unos empleados, preparar unas facturas, entrar unas ventas, contestar a varios reclamos y ver como el día seguía caminando apresurado…
Y al dejar esta nota me viene a la memoria la voz de Demetrio Pérez, Jr., lo oigo cada mañana rumbo al aeropuerto en Radio Mambi antes de las 7 AM, hoy estaba hablando de lo que era urgente, y me dejo pensando… dijo algo como que era urgente darle importancia a lo que verdaderamente era importante, y no a las tonterías, a la frivolidad… urgente amar a Dios sobre todas las cosas, urgente orar, ayudar a los necesitados, urgente levantarse con alegría, optimismo cada día y agradecerle a Dios por todas nuestras bendiciones, era urgente darnos cuenta de que estábamos vivos, de la urgencia de mirar el cielo, la luz, las estrellas, las aves y todas las cosas bellas, urgente ser buenos padres, madres, hermanos, hijos, esposos, empleados. Urgente saber repartir nuestras horas de cada día, saber disfrutar de cada instante, de cada segundo, de cada rayo de luz, de cada gota de agua, de cada amanecer, de los alimentos y de nuestra buena salud, y si no tenemos buena salud era urgente cuidarla.
De verdad que apruebas todas las asignaturas de la vida con honores, me siento honrada con una maestra como tu!
ReplyDeleteUn Besito marino
Buenísimo texto y mejor contenido. Ojalá muchos pudiéramos y quisiéramos tener los mismos derroteros. El mundo sería mejor sin dudas. Y es claro que no somos un cúmulo de virtudes, pero reconocerlo es ya una virtud.
ReplyDeleteUn saludo cordial y gracias por los videos que mandaste entre otros, a mí.
roberto