Hoy siento un dolor constante
me falta el aire,
desconsolada camino lentamente,
sigo entre los vivos
¿qué tiempo me queda?
le pido a Dios que no me lleve,
que me devuelva la salud,
mi mirada alegre, mis energias de antes,
mis ganas de reir, bailar, cantar, trabajar,
que me cure las llagas que no cicatrizan,
que borre la huellas que han quedado fijas.
Hace calor, pero mi alma tirita de frio,
mi voz tiembla y al hablar su quebranto
se convierte en constante llanto
cataratas, valles, rios, mares,
noches de desvelo,
cansancio viejo.
Me duele la espalda, la cintura,
los dedos, la nuca, los codos, las manos,
los ojos, el alma, la mente,
y no siento el aliento de un nuevo amanecer,
me hacen falta mi madre, mi abuela, mi nana,
mi amiga de la infancia, el amor de mi juventud,
sus palabras, sus miradas,
los abrazos que se quedaron en el recuerdo,
sus aromas, sus quejidos, sus quebrantos,
los tardes de charla repititiva,
los momentos de la vida.
En diciembre se fue mi madre,
se quedo dormida,
en marzo nos dejo nuestra gatita,
dejando nuestra casa vacia,
en abril mi amiga hermana fue consumida por el cancer,
no me quiso decir nada para que no sufriera por ella,
en mayo Miguel un hombre maravilloso,
esposo de Anabella despues de 19 dias combatiendo la leucemia,
no pudo mas y dejo a mi amiga en desconsuelo infinito,
mi amigo Julio, el maletero, perdio su trabajo,
se lleno de nervios y miedo y se quito la vida como Judas,
se colgo porque el que se suicida no le tiene miedo a la muerte,
le tiene miedo a la vida.
Desconsolada, adolorida, triste,
llorando a los que dejaron esta vida,
mi esposo me pide que el dia que el se vaya,
no me ponga a llorarlo tantos meses,
me pide que me vaya preparando y que piense
que ellos, los muertos, nos miran desde el cielo,
saben que los hemos querido,
saben que nos hacen falta,
quieren que sigamos viviendo,
con la frente en alto,
recordando los dias felices,
aprendiendo a valorar lo que tenemos,
la salud, la vida, la familia,los hijos,
los nietos, los amigos,
el trabajo, las mascotas, el amor,
el agua, el mar, el sol, la lluvia, el arte,
los deportes, la playa, las caricias, los abrazos,
pero sobre todas las cosas del mundo,
DIOS.
Quiero sentir los abrazos de mi gente,
ahora los pido constantemente,
los doy y los recibo,
No quiero compasión
solo que entiendan y respeten mi duelo,
mi tristeza, mi desconsuelo,
mi luto que no viste de negro,
no busco la salida,
no quiero compartir mi llanto,
mis copas repletas de lagrimas,
me muero de ganas de fumar,
de embriagarme, de tomar pastillas para dormir,
pero ni fumo, ni jamas he bebido alcohol,
y detesto las pastillas.
Hoy aunque lleno mis horas con reportes de trabajo,
ocupando mi mente con futuros proyectos,
aunque quiero entumecer mi mente,
adormecer mi dolor,
no puedo encontrar el brillo en mis ojos,
no quiero verme en el espejo.
Voy a tratar de cerrar los ojos y dormir sin mojar mi almohada.
Inspirado por mi madrecita que tanta falta me hace mi Barbarita, mi gatita Britta, mi amiga de toda la vida Marion, el esposo de Anabella, Miguel y Julio el maletero que ahora son angeles, estrellas, nubes blancas, almas en el paraiso.
En la foto Miguel es el primero de la izquierda, en el mes de Marzo del 2011 en la cocina de mi casa.
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