Moscas en los tallarines


Al abrir los ojos cada mañana abro las persianas para llenarme de la luz que me saluda para darme los buenos dias. Me encanta el cielo de Miami, el calor del eterno verano, levantar mis ojos y encontrar figuras en las nubes, respirar profundamente y estirar los brazos mientras escucho el sonido de las aves y de la naturaleza. Desde hace varias semanas tengo cinco gatos que vienen a mi patio porque se han pasado la voz y se creen que tengo un restaurante funcionando, hay uno de ellos, el mas pequenito que esta muy enfermito, pero me parece que se esta recuperando con las tres comidas que le doy todos los dias, de los cinco gatos es el unico que ha decidido quedarse de residente fijo debajo de una silla o encima de una mesa, he tratado de tocarlo pero no se deja, sale corriendo.

Hoy fue un dia agradable, vino de visita mi amiga Magaly y me trajo a Christian su hijo de casi una decada de vida, un nino precioso, muy bien educado y sobre todo bueno y ocurrente. Me hizo varias preguntas que me hicieron primero sonreir y despues reir porque no hay nada mas refrescante que la inocencia. Los dos me acompanaron al doctor y esperaron pacientemente a que la consulta terminara, de alli nos fuimos a la Pasta Factory uno de mis restaurantes favoritos y pedimos pasta con salsa de carne... como al pequeno parece que no le gusto mucho la salsa empezo a decir que tenia moscas... (eran los condimentos) le tuve que decir que el mozo traeria una lupa gigantesca para confirmar que eran moscas, los ojos del pequeno se abrieron enormes y empezo a comerse los tallarines y se olvido de las moscas...

Me encantan los pisos de madera, me hacen acordarme de Lima, de todas las casas de mi infancia y primera juventud, quiza porque la madera es tibia en cambio los pisos de loseta son frios. El olor a comida me hizo recordar la cocina de la casa de mi abuela, los tallarines siempre fueron mi plato favorito. Mi amiga Magaly se dio cuenta de mi amor por Miraflores, de cuanta falta me hace volver a mi amado Peru, hace casi siete meses que no voy y la verdad me hace mucha falta. Lima es tambien mas humana, son los abrazos afectuosos de muchas personas queridas, son las palabras de las floristas, de mis vendedoras de frutas, las travesuras de Mozzita, las empanadas especiales de la San Antonio, la manera de hablar de mi gente, es el pan frances calentito con mantequilla Laive, que acompanas con el cafecito con leche, es el cielo gris y la garua, la humedad que a mi no me molesta, el parque de Miraflores, Larco, 28 de Julio, la Pardo, la Iglesia de Fatima, el Regatas, mis caminatas, los taxis que tomo en el dia, la capilla de mi colegio Belen, los almuerzos y las reuniones con mis companeras y amigas que son siempre tan divertidas e inolvidables, son tantas cosas...

Y bueno, para que me puse ha hablar de empanadas, que antojos, lo que daria por comerme una en este momento, tengo que contentarme con las que preparan aqui que jamas podrian llegar a compararse... y con el recuerdo de las moscas "invisibles e inventadas" en los deliciosos tallarines me voy a dormir con una sonrisa en los labios...

Comments

  1. Yo comenté ayer diciendo que para tu amiguito una rica sopita de alitas de murciélago con patitas de cucaracha, mi favorita!

    Un Besito marino

    ReplyDelete

Post a Comment