Lo que me duele


No conocía un clima tan helado. Iba muy abrigada. Siempre me ha gustado la ropa invernal, las chalinas, los gorros, las botas altas, los ponchos, los abrigos. Hoy domingo mi mente visita aquel invierno en 1970. Regresa a aquellos momentos como si no hubiera pasado el tiempo, la vida... Por aquellos dias era una adolescente llena de salud y vida, nada me afectaba... estaba locamente enamorada del amor, y era feliz, increiblemente feliz... todos se quejaban y yo no los entendia... tenian hambre, tristeza en la mirada, dolor en el rostro, las marcas del color descolorido que dominaba el pueblo de la Sierra ese crudo invierno, el cielo gris, el viento frío que curtia la piel, la humedad que se metia en los huesos...

No quisiera volver, pero mi mente siempre regresa (cuando estoy dormida) y recorre las calles de mi infancia, las vivencias, los momentos, los rostros, las palabras, los pleitos, las quejas, los parques, la playa, los cerros rocosos, las casas de muros despintados con plantas de colores vivos, el ambiente cargado de polvo, el olor a pobreza, el hambre.

Dormida, entre llantos y risas, anoche se me encogía el corazón al ver los escenarios de mi juventud, la calle donde jugaba con mis vecinas, la Iglesia llena de feligreses, el parque sin grama con columpios oxidados, y el árbol donde una vez mi hermano fue atacado por muchos perros... todo hacía resonancia, todo me hablaba... eran acaso de nuevo los susurros angelicales?

Regreso interminable, muchas horas de viaje en carreteras dificiles, camiones desbarrancados, caminos de tierra, esa fea sensación de una población acostumbrada al maltrato, al insulto, a la desesperanza, me sigue hoy maltratando, me sigue doliendo, despierta y dormida. Ese desencanto es infinito a pesar de que todo parece mejorar.

Despierto, vuelvo al presente, a mi realidad, siento la incredulidad, la desconfianza. De nuevo pido ayuda persistente para Centro Luz de Almas y aunque tengo dos y mil y tantos miembros son muy pocos los que ayudan, me imagino que porque no pueden o no tienen tiempo, o no tienen dinero, o no tienen como hacerlo, o porque piensan que son los gobiernos los que deben de ayudar a los pueblos y a ellos tampoco les alcanza, la vida es dura para todos, unos tienen un poquito mas, pero todos tienen que lidiar con las piedras de su camino. Los tiempos que vivimos son cada dia mas duros. Por donde voy encuentro angustia, millones de personas que sufren del mal moderno... el estres, los ataques de panico, las depresiones... otros el mal de la botella, el mal de las drogas...

Siento una necesidad gigantesca de ayudar a los desamparados, la siento desde siempre, quisiera tener los medios para poder hacerlo, abrir comedores, hospitales, centros de emergencia, colegios, volverme un escritora famosa, de esas que las gentes lee, porque si pudiera vender miles de libros podria entonces donar el 90% de la ganancia de mis libros para poder cubrir las necesidades de miles de mis hermanitos pobres, de esos que me dejaron rota en 1970 cuando vivi con ellos unos dias de hambre y pobreza, cuando senti en carne propia lo que ellos viven todos los dias de sus vidas.

Al recordarlo cualquier detalle me exaspera el alma, los ánimos, me enciende, me rompe, y para que ocultarles, me enfurece. Si, tanta indiferencia ante la pobreza de los verdaderamente pobres, la indeferencia es peor que el desamor, que el odio, que el hambre y el dolor.

Es domingo. Es temprano. He tenido que interrumpir mis pensamientos y dejar esta nota dos veces para prepararle el desayuno a mi esposo... Tengo la presion muy alta, acabo de tomarme los remedios, Micardis de 80 mg, Nifedipine ER de 60 mg... y otras mas...las pastillas que me caen como una bomba al cuerpo, pero tengo que tomarlas el resto de mi vida y debo de acostumbrarme...

Es domingo y le doy gracias a Dios por otro dia de vida, le pido sabiduria, le pido que siga haciendo todos esos milagros que desde siempre hace en mi vida. Le pido que me inspire a escribir historias que sean conmovedoras, que lleguen a todos los corazones, que sigamos creciendo y multiplicando esfuerzos...

Es domingo, he encontrado en mi facebook un mensaje de una maravillosa cantante peruana, ha decidido regalarnos un tema musical para Centro Luz de Almas, ha escrito una cancion que me ha llegado al alma... cuando ya la tenga grabada tendremos el privilegio de disfrutarla... por cosas de la vida es amiga de mis amigas, fuimos al mismo colegio, no la conozco en persona, pero me siento muy unida a ella... Nada es casualidad, nada... gracias a estos medios puedo escribir... conocer a miles de personas, unos me dicen que mis palabras acarician sus almas, que me buscan para leer mis frases, notas o pensamientos diarios... eso me hace sentir que por eso Dios me mantiene viva, para cumplir con esta empresa grande que es la de escribir para aliviar el hambre, si, el hambre de los que quieren pan y leche, y el hambre del alma que es el que necesita mas del alimento de la luz. Por eso nos llamamos Centro Luz de Almas... porque nuestra mision es llevar luz, comida y abrigo.

Hoy es domingo, si pueden lleven sus donaciones de peluches, ropita infantil, mantitas a la parte trasera de la Iglesia de Fatima en Miraflores, cerquita de LarcoMar, pongan un letrero que diga "Centro Luz de Almas" todas esas donaciones las vamos a entregar a cientos de hermanitos pobres en diferentes ciudades del PERU y los que quieran unirse a los repartos quedan cordialmente invitados. Hay muchas maneras de ayudar. Dios me los bendiga a todos.

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