Que les parece mi amada Grecia a punto de hundirse completamente, Europa, una bella historia a quien todo el mundo le canta un requiem. Asistimos a la crisis de una democracia que mucha gente vive como una manipulación de valores en función de los intereses de una minoría poderosa. Hay más pobres, más desesperados, un futuro cada vez más angustiante. Las noticias nos llegan por todas partes, redes... sociales, televisión, radio, y no podemos evitar implicarnos. Hay un movimiento autónomo, incontrolable, que es aquel de las sociedades civiles organizadas que no necesita de nosotros para seguir adelante. Nuestra presencia es relativa (en tanto que escritoras) si no sabemos implicarnos, si seguimos nuestro propio derrotero. Esta idea merodea en torno a aquella de estar comprometidas con lo que está pasando en el mundo, con nuestra época y con la realidad más próxima. Me siento tan afectada con lo que pasa en Grecia, como con lo que sucede en Perú, Palestina, o Somalia, no siento que por ser peruana las cosas que suceden en mi país sean más importantes. Depende de la dimensión del tema, pero la pobreza, el hambre, la desigualdad, el racismo, la indiferencia, el desamor me duele.
Que les parece mi amada Grecia a punto de hundirse completamente, Europa, una bella historia a quien todo el mundo le canta un requiem. Asistimos a la crisis de una democracia que mucha gente vive como una manipulación de valores en función de los intereses de una minoría poderosa. Hay más pobres, más desesperados, un futuro cada vez más angustiante. Las noticias nos llegan por todas partes, redes... sociales, televisión, radio, y no podemos evitar implicarnos. Hay un movimiento autónomo, incontrolable, que es aquel de las sociedades civiles organizadas que no necesita de nosotros para seguir adelante. Nuestra presencia es relativa (en tanto que escritoras) si no sabemos implicarnos, si seguimos nuestro propio derrotero. Esta idea merodea en torno a aquella de estar comprometidas con lo que está pasando en el mundo, con nuestra época y con la realidad más próxima. Me siento tan afectada con lo que pasa en Grecia, como con lo que sucede en Perú, Palestina, o Somalia, no siento que por ser peruana las cosas que suceden en mi país sean más importantes. Depende de la dimensión del tema, pero la pobreza, el hambre, la desigualdad, el racismo, la indiferencia, el desamor me duele.
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