Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez.
Amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad
que pulula por doquier, infectando almas
y atrofiando corazones.
La gente está tan acostumbrada a ser infeliz,
que la sensación de felicidad
les resulta sospechosa.
La gente está tan reprimida, que la espontánea ternura
le incomoda y el amor le inspira desconfianza.
La vida es un canto a la belleza,
una convocatoria a la transparencia.
Chamalú.
Sabiduría Quechua.
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