La plegaria de una madre

Ayer me pareció verte. Estaba arreglando mis macetas en la terraza, y tú estabas a mi espalda, en la ventana de tu habitación. Me sonreíste, enseñándome los dientes, como cuando me sonreías sabiendo lo que yo estaba pensado, sí, sí tú sonriendo, sin ayudarme, con tu carita de burla y yo trabajando como siempre. ¡Cuántos pleitos por la falta de ayuda o la poca ayuda, por tu habitación siempre revuelta, por tus creencias, o por cualquier otra cosa! Eramos ambos muy jovenes, yo tenia 40 y tu hijo mio tenias 20. Vegetariano, bohemio, artista, libre como el viento, con tus opiniones tan tuyas, tu personalidad tan definida desde siempre, tus preguntas, tu extremada delgadez, tus medias de diferentes colores. Nos pasamos la vida ejerciendo de padres y madres para amar y educar a nuestros hijos. Pensamos que ya nos relajaremos cuando seamos abuelos. ¡Qué maravilla! Entonces, solo disfrutar, descansar, sin tantas responsabilidades, sin tanto trabajo en la casa, en la cocina. Ya están sus padres para educar, eso es lo que pensamos como abuelos y la vida corre apresurada, el tiempo se nos escapa de las manos, las horas aveces muy largas otras demasiado apuradas. Parece que fue ayer, 1954... 1961... 1969... 1974... 1978... 1982... 1992... estamos en el 2012? Tu tienes ahora 38, yo 58. Y entonces una noche inesperada, llega algo o alguien a tu puerta y cambia todos tus planes, tus anhelos, tus proyectos. En mi caso fueron tantas cosas, mi vida nunca fue facil, tuve que cambiar mi rumbo porque no tenia otra salida. De repente te encuentras sola apretando tu almohada mojada por un llanto incontrolable porque el dolor es tan grande que se te hace dificil respirar, funcionar, vivir. De pronto se acaban los pleitos, los reclamos, de pronto cuando menos te lo imaginas se terminan para siempre las miradas que dicen tanto, los besos, los abrazos, las caricias, el amor de los hijos, el amor de tu madre. De pronto todas tus personas amadas ya no estan a tu lado. Una vez, muy al principio, cuando era muy joven alguien me dijo: no temas, tus seres queridos siempre estarán a tu lado, les hablarás, les pedirás consejo, los verás. Entonces no pude creerlo. Entonces estaba concentrada en las cosas del mundo, preocupada por tonterias como la vanidad, el egoismo, el poseer cosas materiales, acumular, gastar, los placeres, los fines de semanas llenos de actividades frivolas, creia que eso nunca se iba a terminar, era arrogante, era joven y bella, era saludable. Hoy, te he visto de nuevo. Me sonreías igual que siempre, con esa mirada especial, levantabas tus brazos y me mandabas besos volados, te acercabas a mi para tomarme de la cintura y decirme lo especial que era para ti, que aunque muchas veces no pensabamos igual siempre seria tu madre y que el amor de una madre es siempre incondicional. Volvi a escuchar de tus labios "te quiero mamá", pero solo sonaba el silencio y de nuevo me puse a llorar. Hijo mio hace mucho tiempo decidiste quitarme el habla, fueron muchas tus razones, yo solo quise decirte la verdad, pense que entenderias mi dolor y que ya tendrias la madurez para digerir mi pasado y mi cruda realidad. Para ti soy una mujer fanatica de Dios, de Jesus y de los angeles, una loca equivocada, nunca has entendido como siento, como soy, hablo demasiado, me preocupo por la gente, creo en la bondad, creo en el amor, sobre todo creo en Dios, tu te has pasado la vida buscando y encontraste en la religion Indu y en no comer carne tu verdad, no crees en horarios de oficina ni en el infierno, ni en el cielo.

Mi cielo se vistió de morado de azul y brisa de mar, veinte calas tan blancas y hermosas como tu dulce mirar… esperaban tu llegada otro dia de la Madre desolado y triste Hijo le pido a Dios que regreses a mi todos los dias, le pido que regreses con tu hermano, al pelearte conmigo convenciste a tu hermano para que nunca me buscara, he perdido dos hijos y tres nietos, y no puedo sonreir desde ese dia, mis brazos buscan vuestros brazos, mis oidos suplican volver a oir vuestras palabras, tengo el alma rota, soy cataratas de llanto y en este dia de las Madres pienso en todas aquellas que han perdido a sus hijos, en las que los tienen lejos, en aquellas que tienen hijos presos, enfermos, lejanos, muertos. Me pueden perdonar??? Mi puerta siempre esta abierta esperando que regresen, mis manos implorando por vuestro retorno, le pido a Dios que me los cuide, que los cubra con el Manto sagrado de su Hijo amado, que no permita que nada malo los ataque ni atormente, le pido todos los dias que me los bendiga. Hijos mios, los amo, los necesito es que acaso no saben que estoy muerta en vida??? que las flores de mi huerto estan marchitas que un solo abrazo me puede devolver la vida.

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