Consolando a mi nina interior

Consolando a mi niña interior




No te has perdonado, crees que lo has hecho, pero no te has perdonado. Sus palabras quedaron grabadas en mi mente y su voz al decirmelo había quedado en alguna parte de mi cerebro. Esa tarde después de haber hablado con ella por varias horas me había sentido con una paz de la que ya me había olvidado hacia mucho tiempo. Estaba sufriendo de ataques de pánico a menudo, muchas veces varias veces al día, agorafobia, presión alta, taquicardias, pies y manos heladas, problemas para respirar, llantos incontenibles, angustias, miedos, estaba estacionada, muerta en vida. Al colgar el teléfono y levantarme del sofá sentí como que me habían quitado una tonelada de encima. Respire profundamente, me fui al ordenador a buscar en google como consolar a mi niña interior. Tus hijos son tus hermanos, los cansaste, por eso te dejaron de hablar. Había estado visitando a la psicóloga por más de doce meses y esta desconocida, un contacto del Facebook que se había equivocado en etiquetarme me había escrito por el privado para pedirme disculpas por invadir mi muro. Le conteste de inmediato, para mi era una bendición su presencia en mi vida, era un ángel, una joven escritora de la que no sabia nada, entonces visite su pagina de Facebook y me entere que tenia un Blog. Esa noche me pase varias horas leyendo sus notas. Me gustaron. Era una gran escritora. Me sentí muy identificada con su manera de sentir; claro ella era mas cruda y realista que yo que suelo escribir lo que siento pero midiendo mis palabras para no soltar alguna palabrota. Yo y mi trauma de niña buena! Me mire en el espejo de la sala, tenia unas ojeras muy pronunciadas, estaba pálida y no me gustaba para nada la tristeza infinita de mi mirada. Me repetí en voz alta:”Perdona de una maldita vez al jodido mundo, perdónate a ti misma, a tu madre, a tu padre, a tus hermanos, a tus hijos, a todos los jefes hijos de p… para los que has tenido que trabajar, a todos los maestros y personas que no te supieron agradecer ni valorar, a los mal agradecidos, a los indiferentes, a todos los que te habían usado y abandonado, pero empieza por perdonarte tu! Y a todos los demás, aunque tu vida no ha sido un campo de tulipanes, tampoco ha sido uno de ortigas, porque te has pasado toda la vida tratando muy duramente de complacer a todo el mundo y de salvar a la humanidad.


Deja de castigarte todo el tiempo, para!!! Pon un STOP!!! Deja de pelearte por dentro como lo haces desde que eras pequeñita, por todo, guarda al demonio en el interior y deja que el tipo de la sonrisa trabaje para sí mismo. Relájate… mi niña, relájate… respira, levanta la mirada, el cielo hoy esta celeste, ha salido el sol y por favor ya no sufras por nada, ya que las cosas cambiaran por sí solo, todo necesita su tiempo… y tu tienes ese tiempo por primera vez para ti, has una elaboración precisa para que suceda, así que deja de preocuparte tanto y sobre todo tan constantemente en sacar el razonamiento a las cosas y vive, empieza a vivir porque hasta hoy no sabes lo que es vivir.


No me había duchado, eran casi las 5 PM y seguía en mi piyama. Abrí el ropero, escogí una linda falda y la combine con una blusa multicolor. En mi mente me repetía “saca lo mejor que tengas dentro y póntelo, no importa cómo te quede, es tu esencia… venia cosido a ras de piel cuando alguien te dio a luz y aunque eso forma parte del pasado, no deja de ser tu historia cosida a retales. Disfruta de las cosas conforme lleguen y acepta de una vez que no tienes el control sobre nada que no sea tu burbuja. Empecé a maquillarme como si fuera a una fiesta muy importante. No permití que las lágrimas inundaran nuevamente mi rostro. En voz alta, como cuando niña, empecé a reírme como cuando hacia travesuras. Abrí el joyero y me puse el collar de perlas, las pulseras y los anillos que habían estado dormidos por mucho tiempo. Me arregle el cabello. Abrace una muñeca vieja, le di besitos en sus cachetes, la volví a abrazar. Le dije susurrándole al oído…” Ya no sufras”… ni siquiera te cabrees, porque la experiencia de errores recurrentes te lo ha demostrado, por una sola vez, recuerda. Piensa en el pasado sin miedo, visita los lugares de tu primera infancia, regresa a la casona de Chosica, a la casa de la abuela en donde te quedaste atrapada en un hueco jugando a las escondidas y estuviste tantas horas perdida que te encontraron dormida, sin conocimiento, al borde de la muerte. Cuenta las veces que te has caído y levantado… No importan, ahora te das cuenta que eres fuerte, que siempre fuiste muy fuerte, que tuviste ovarios grandes cuando llegaste a este país con tan solo veinte anos y cinco bocas a las que tenias que alimentar, no tenias techo, no tenias trabajo, pero no tenias miedo y todo lo conseguiste, recuerda esos días, evoca tus triunfos, busca las medallas que te ganaste con tanto esfuerzo y sacrificio. Para que sufrir como lo estas haciendo, para que caerse, si es muchísimo mejor aprender funambulismo. Eres más fuerte de lo que crees.



Cierra los ojos y recuerda como sabias divertirte por una vez en la cuerda floja, nadar como una sirena, montar bicicleta y trepar cerros, entonces nunca tuviste miedo a terminar abajo en el precipicio! No le tenias miedo a nada! Que te paso??? De que sirve una vida entera cuando hay un manual enorme y pesado que esta lleno de cosas a las que temes.



La voz me repetía que me olvidase de todos mis temores, porque ningún mal por grave que sea nos suele causar la muerte. Exceptuando claro los registrados como letales… que sinceramente no debes experimentar, y yo con mi complejo de niña buena no tenía que preocuparme por eso porque nunca se me hubiera ocurrido probar ninguna droga, o hacer cualquier cosa de aquellas que hacen las niñas malas. Ya deja de tener ese complejo de culpa porque no fuiste monja! El resto… todo ese cumulo de temores escondidos debajo de unas losas que parecen más pequeños ataúdes que baldosas. No sirven para nada en absoluto, y sin embargo a pesar de que lo se, sigo estancada en esta cárcel domiciliaria, estacionada sin poderme mover.



Mi niña querida, mi niña linda, despierta, sal de tu cueva, ya no te escondas mas, ya no temas, llevas tanto tiempo anclada que ya no sabes qué rumbo tomar… la balanza de tu vida termino por inclinarse en el lado equivocado y esperas tan solo la citación con el juzgado de guardia. Por favor mi niña, confía de nuevo en ti misma… vuelve a sonreír, vuelve a cantar, a caminar por la orilla del mar, a saltar la soga, a jugar con la pelota. Vuelve a trepar los arboles y a perseguir a tus amadas luciérnagas, vuelve a navegar por aguas mansas, hay un sin fin de puertos con nombres alegres y que no tienen relación con las circunstancias que te llevaron a la tempestad en altamar.



Mi niña querida, abrázame fuerte, no me sueltes, sonríe confiada, porque en un barco los problemas que sobran se hunden en el fondo del mar. Tú sabes que las olas son gratuitas y están ahí para hacer la travesía mucho más agradable. Sé que quieres volver a sentirte en paz, quieres subirte de nuevo al avión… al que te llevara a las calles que necesitas volver a recorrer para re fortalecerte, si quieres magia cambia al aire por la sal y disfruta del viaje. Olvídate de las voces que te repiten sin parar que estas equivocada, esas voces mienten, atormentan, no sirven! Pero qué demonios sabrán ellos si ni siquiera saben donde acabaras amarrada. Nadie lo sabe… aunque tu momento ha llegado, se feliz… por favor vuelve a sonreír, vuelve a sentirte libre, anda rompe esas cadenas!



Mi niña querida, te regalo una caja grande de colores para que pintes tu mundo de amarillo, morado, rojo, azul, blanco y añade cascabeles de arlequín y plumitas, muchas plumitas. Te acuerdas cuando coleccionabas pétalos de flores y dibujabas sonrisas? Te acuerdas cuando aprendiste el nombre de las flores y disfrutabas colocando tulipanes, margaritas, rosas y claveles en floreros que ibas distribuyendo por todos los rincones de tu casa? Cuando acabes con todas habrá pasado un año entre pétalos y bellas palabras. Puede que el mundo se vaya a la mierda. Pero mientras queden flores, nada estará perdido.



Mi niña querida, te dejo descansando, te cubro con el manto que nos tejió la abuela, te veo dormir tranquila, me acurruco a tu costado y te canto tu canción de cuna favorita. Ya no tiemblas, ya no tienes frio, ya no tienes miedo, los monstruos han desaparecido, los has vencido para siempre!

Comments