Bienvendo Julio 2013

Bienvenido seas mes de Julio


Son las 9:47 de la noche y muevo el ordenador a otra parte de la casa buscando "el espacio" donde poder escribir, es casi imposible, siempre hay bulla, música o televisión y si me voy para la calle es mucho peor, no importa si es en el parque o en la playa o el algún café... antes llevaba mi cuaderno y escribía tan rápido que después ni entendía mi propia letra, eso mejoro mucho cuando tuve mi primera laptop, voy por la tercera y tengo esta con varias teclas rotas y otras completamente despintadas, ella, mi teclado enfermo conmigo, sufriendo de un desgaste muy similar al de mi cuerpo, mente y alma… en otras épocas de mi vida un domingo como hoy hubiera almorzado con alguna buena amiga o amigo
frente al mar... mirando a la multitud adepta al bronceo, a los caminantes vanidosos luciendo sus cuerpos musculosos, a los deportistas jugando sin zapatos en la arena caliente para después de un partido refrescarse con la deliciosa agua del mar, a los diligentes tablistas, a los amantes de la cerveza, como siempre yo disfrutaba mirando, nunca me provocaba echarme en la arena en ropa de baño, por miles de razones, la más grande que era tan blanca que regresaba de un día de playa roja como un tomate y había tenido tan malas experiencias de pequeña que me volví amante de la playa después de las seis dela tarde, lo que siempre he amado y disfrutado infinitamente es la caída del sol y mis caminatas por la orilla del mar, desde siempre fui una romántica y detestaba la frivolidad de ir a lucir un cuerpo bronceado, me parecía muy comercializado, muy industrial, además nunca me había gustado la forma en que te desvisten con la mirada, cuando eres joven claro! Porque ya de mayorcita a ninguna mujer le gusta mostrar el paso de los años, como cambia la piel, los señores barrigones, las abuelitas cubiertas con largas túnicas y sombreros de paja.

Siempre me gustaron los parques, amaba mi parque en Miraflores, no dejo de visitarlo cada vez que regreso a mi amada Lima, los lugares de encuentro, el cine Pacifico, el Haití, había olvidado que eran tan alegres y ruidosos, siempre hay gente conversando, bebiendo, esos son los lugares de nexo social, las plazas, los restaurantes, los bares, las cantinas... son también lugares donde toda particularidad se borra, todos quieren beber cerveza, broncearse, la música a todo volumen, también me doy cuenta que todos se visten igual... allí es donde me siento como una extra-terrestre, será que me he vuelto una vieja cucufata??? Será que me choca el libertinaje, el mundo materialista, frio, pecador, el lenguaje brutal de los mal hablados, gente que parece disfrazada, los tatuajes que no son de mi agrado pero que hoy es parte de esta nueva generación, los extremos, los liberales, los conservadores, los indiferentes, los copiones, los que aceptan con toda naturalidad que se casen mujeres con mujeres y hombres con hombres, los que hablan de política, los que se han endeudado hasta la coronilla porque se han hecho varias cirugías plásticas, me da miedo, me da tristeza, me da pavor...

Y acaso me pregunto, como pienso yo que todo el mundo debe preguntarse, ¿por qué siempre regreso si sé lo que me espera? Porque pienso o creo que nunca sé lo que me espera y que debo recorrer estos mismos espacios una y otra vez como si fuesen una deuda con la humanidad, con el mundo, obligándome a estar en el ruido estridente y candente y ver si resisto, no sé si soy una sadomasoquista, es más luchar contra mi voluntad, mi querer estar en otros espacios, con otras presencias... quiero creer en la humanidad, quiero creer que existen conciencias despiertas.

Mi amiga muy querida me dice que tome las cosas con calma, que le dé tiempo al tiempo, ¿pero cuanto tiempo se necesita, cuánto? es mejor cambiar de ideas... mañana empieza Julio, los primeros seis meses del 2013 ya se fueron, y aquí en el patio de mi casa acompañada por una brisa caliente, por un gato callejero que me visita, por la luz de mis luciérnagas, mirando el cielo pienso que ya es tiempo de salir de este largo letargo, que sí hay que cambiar de ideas de vez en cuando, o al menos, no tomarse la vida tan en serio...



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