¿Por qué solo nos acordamos de Dios cuando tenemos problemas, necesidades materiales o cuando estamos enfermos o pedimos y pedimos por milagros como si Dios fuera un Papa Noel Celestial que está allí solo cuando lo necesitamos? Pero una vez que ya empezamos a sentirnos bien nos olvidamos de El?… ¿por qué somos los hijos tan interesados, tan ingratos, tan poco considerados, no solo somos así con nuestro Padre Celestial, nuestro Creador, sino en general somos así con nuestros propios padres terrenales, con nuestros hermanos, nos olvidamos de todo el amor, el esfuerzo, sacrificio y de toda la paciencia y consideración que nos tuvieron y nos tienen.
Hoy Padre Celestial te alabo, te doy las gracias por cada segundo de mi vida, por todo lo que hiciste y haces por mí, porque sé que eres AMOR y que amas a cada uno de tú hijos, perdóname que cuando me siento bien me olvido de darte las gracias por todas tuz bendiciones, por el pan de cada día, porque tengo un techo que me protege del frio, porque tengo ropa para cubrir mi cuerpo y calzado, por el transporte, por el trabajo, por mi familia, por todas esas personas buenas que aman a su prójimo, que se preocupan de cumplir con las enseñanzas de tu Hijo Jesús. Perdóname Padre y ayúdame a perdonar a todas esas personas frías, indiferentes, egoístas que malogran este mundo, a los que maltratan a los seres humanos y los maravillosos animales olvidándose que son seres vivos y parte de tu perfecta creación.
Por eso Padre Nuestro empiezo mi día orando la oración que nos enseñó tu Unigénito… Padre Nuestro que estás en los Cielos… y por eso creo Señor en el Paraíso, en el Cielo porque es en el Cielo donde vives y donde están todos aquellos que supieron escoger su lugar en la eternidad.
Hoy Padre Celestial te alabo, te doy las gracias por cada segundo de mi vida, por todo lo que hiciste y haces por mí, porque sé que eres AMOR y que amas a cada uno de tú hijos, perdóname que cuando me siento bien me olvido de darte las gracias por todas tuz bendiciones, por el pan de cada día, porque tengo un techo que me protege del frio, porque tengo ropa para cubrir mi cuerpo y calzado, por el transporte, por el trabajo, por mi familia, por todas esas personas buenas que aman a su prójimo, que se preocupan de cumplir con las enseñanzas de tu Hijo Jesús. Perdóname Padre y ayúdame a perdonar a todas esas personas frías, indiferentes, egoístas que malogran este mundo, a los que maltratan a los seres humanos y los maravillosos animales olvidándose que son seres vivos y parte de tu perfecta creación.
Por eso Padre Nuestro empiezo mi día orando la oración que nos enseñó tu Unigénito… Padre Nuestro que estás en los Cielos… y por eso creo Señor en el Paraíso, en el Cielo porque es en el Cielo donde vives y donde están todos aquellos que supieron escoger su lugar en la eternidad.
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