Jueves 22 de enero del 2015 - Hoy fue un jueves de re-encuentros, supe de un amigo de mi juventud al que quiero desde siempre y para siempre porque fue mi gran consejero y mi alma gemela. Tuve que comprar una nueva bateria para mi carro y fui de compras a Costco, me encontre con un amigo que es Judio Mesianico y charlamos un buen rato. Me di gusto comprando caprichos como una bolsa grande de pistachios. Que entretenido es comerlos. Me encanta disfrutar de la ceremonia de come...r alcachofas, son deliciosas, me demoro saboreando cada hoja. Me gustan las cosas simples de la vida. Recibir en mi patio los amaneceres. Levantar mi vista al cielo y quedarme mirando la luna y contando las estrellas. Caminar por la orilla del mar al atardecer y sentarme a jugar con mis dedos en la arena. Escribir un poema con mis dedos para ver como se lo lleva el mar. Respirar profundamente y cerrar lo ojos para imaginarme caminando por alguna ciudad en donde la gente sepa sonreir y saludar.
Es posible disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, de los pequeños y modestos placeres que la vida nos otorga y solemos pasar por alto. La felicidad no depende tanto de la fortuna y lo material, sino de nuestros ojos ante las miles de cosas pequeñas que cada día se nos presentan y que son tantas. Las cotorritas que se escaparon del zoologico y se reproducieron y nos visitan a cada rato, las mariposas, la risa de nuestros hijos, de nuestros nietos, sus preguntas, sus travesuras, sus ocurrencias. Preparar galletas, regar las macetas, darse una ducha en el jardin con la regadera, bailar tango, montar bicicleta, trepar un cerro, saltar la soga, nadar, jugar con la pelota, planchar un mantel y poner una mesa muy linda con floreros llenos de rosas y tulipanesm refugiarme en un buen libro, pintar una mesa vieja. Las pequeñas cosas de la vida, las que no cuestan nada o muy poco y brindan tanta felicidad, las que marcan huellas en nuestras almas.
Podemos disfrutar de las cosas pequeñas que la vida nos ofrece: de un dia mas de vida, de los lazos de familia, los amigos, libros, flores, alimentos, el agua, el viento, la luz, el sol, el calor, la salud, el abrigo, el sueño, el paisaje de un camino abierto, la lluvia veraniega, el fuego de la chimenea en invierno, el alba, las canciones, el cielo estrellado, el amor en la juventud y los recuerdos en la vejez… ¿Acaso no son estas grandes simples cosas, la verdadera esencia de la vida?
La magia de lo simple, el mundo no parece tener nada especial cuando no lo miramos con buenos ojos. pero incluso el objeto más pequeño contiene algo inesperado si se observa con consciente atención. Interpretar y encontrar lo bello en las cosas corrientes debe, por tanto, ser una de nuestras principales prioridades. Después de todo, lo que realmente queremosy anhelamos todos es ser felices
Es posible disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, de los pequeños y modestos placeres que la vida nos otorga y solemos pasar por alto. La felicidad no depende tanto de la fortuna y lo material, sino de nuestros ojos ante las miles de cosas pequeñas que cada día se nos presentan y que son tantas. Las cotorritas que se escaparon del zoologico y se reproducieron y nos visitan a cada rato, las mariposas, la risa de nuestros hijos, de nuestros nietos, sus preguntas, sus travesuras, sus ocurrencias. Preparar galletas, regar las macetas, darse una ducha en el jardin con la regadera, bailar tango, montar bicicleta, trepar un cerro, saltar la soga, nadar, jugar con la pelota, planchar un mantel y poner una mesa muy linda con floreros llenos de rosas y tulipanesm refugiarme en un buen libro, pintar una mesa vieja. Las pequeñas cosas de la vida, las que no cuestan nada o muy poco y brindan tanta felicidad, las que marcan huellas en nuestras almas.
Podemos disfrutar de las cosas pequeñas que la vida nos ofrece: de un dia mas de vida, de los lazos de familia, los amigos, libros, flores, alimentos, el agua, el viento, la luz, el sol, el calor, la salud, el abrigo, el sueño, el paisaje de un camino abierto, la lluvia veraniega, el fuego de la chimenea en invierno, el alba, las canciones, el cielo estrellado, el amor en la juventud y los recuerdos en la vejez… ¿Acaso no son estas grandes simples cosas, la verdadera esencia de la vida?
La magia de lo simple, el mundo no parece tener nada especial cuando no lo miramos con buenos ojos. pero incluso el objeto más pequeño contiene algo inesperado si se observa con consciente atención. Interpretar y encontrar lo bello en las cosas corrientes debe, por tanto, ser una de nuestras principales prioridades. Después de todo, lo que realmente queremosy anhelamos todos es ser felices
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