Un domingo solitario

Es un domingo de casi mediados del mes de Julio.  Es un mes demasiado caluroso, imposible caminar en la calle.   No tengo carro hace dos semanas, ni dinero para arreglarlo, los gastos medicos me tienen muy ajustada, contando por primera vez en mi vida los reales para cumplir con los gastos basicos, con lo indispensable.   Mi esposo trabaja siempre los domingos, se va muy temprano antes del amanecer.  Yo trato de dormir hasta las 8 AM pero mi vejiga me despierta mucho antes.  Repito mi rutina, prendo el televisor en el canal 4, los domingos dan un programa que siempre trata de temas muy humanos, casos de la vida real, historias de esas que te dejan asombrado y maravillado. De esas que tocan las fibras mas sensibles de tu ser.  Cultura, valores, arte, inventos, familias y personas ejemplares, hoy hablan de la visita del Papa a algunos paises de SudAmerica y de otros temas actuales. 


Me lavo la cara, los dientes, procedo casi a ciegas mi camino a la cocina para tomarme mi primer vaso de agua en ayunas, antes me he medido el nivel de azucar en mi sangre, mientras lo tenga entre ochenta y ciento veinte estoy bien, me he tomado la presion que se me sube a cada rato, me he pesado, tengo que apuntar eso en una agenda que revisa mi medico de cabecera mensualmente, pongo la tetera para calentar el agua para preparar el primer cafecito decaf, dos cucharas de estivia y un poquito de leche de almendras, la que he tenido que aprender a acostumbrarme a tomar porque me hab prohibido la leche de vaca, pongo a tostar dos trozos de pan integral de 50 calorias cada uno,  he tenido que dejar de untar mantequilla y mermelada como antes para resignarme a comer pan sin nada encima, se puede, todo se puede, no es tan agradable, pero tengo que aprender a vivir sin uno de los productos que fueron uno de mis peores vicios o debilidades, para mi la felicidad se deletreaba m a n t e q u i l l a , (butter)  ahora tengo que verla como veneno... lo mismo que a todo lo que se convierte en azucar,  me preparo un jugo de naranjas que debo de mezclar con agua, el que bebo como si fuera el nectar mas divino del planeta, me sabe a cielo, es el dulce de cada comienzo de mi dia, y para finalizar corto una manzana gala en cuatro trozos y la saboreo extasiada y agradecida, otras veces es un pedazo de papaya o una docena de cerezas.  Cuando termino la comida mas importante del dia,  el desayuno,  me tomo mi primera tanda de pastillas, una para la presion, Micardis de 80 Milagros,  otra para la diabetes una combinacion de insulin con metformina que aveces me cae como una bomba atomica o una sesion de quimioterapia, y aunque es mi rutina de hace tiempo, como les digo no se porque mi cuerpo las rechaza, pero me caen como una patada en el trasero de esas que no te dejan sentarte, me dan mareos, a veces nauseas, otras veces taquicardias y hasta convulsiones y desmayos.


Hace unos meses empece a quitarme las otras pastillitas, baje las dosis a la mitad, al tercio, esas pastillitas chiquitas pero potentes que terminan en lan, lorazepan, alprozelan, clonozepan, esas que supuestamente te calman los nervios y te ponen boba, esas que te hacen perder la memoria y que hacen que te quedes dormida hasta sentada, que te vuelven una zombie, las que te da el psiquiatra como quien da caramelos, para calmar los nervios, para el estres, para los benditos ataques de ansiedad o panico, para la depresion severa, para el duelo, para los momentos de psicosis y el surmenage, para los maniacos depresivos y personas bipolares, para calmar el estres, para aliviarte la vida, para esa depresion terrible que te invade cuando pierdes inesperadamente a tus seres mas queridos, cuando pierdes el trabajo, o pierdes la salud, o tienes una historia familiar muy disfuncional y con episodios de esos que no hay quien pueda enderezar.  Solo Dios. 


Detesto escribir con este viejo teclado que no tiene acentos, pero ni modo, de vez en cuando encuentro alguna palabra de otro escrito que si tiene los benditos acentos y me la robo, cuando rezo le pido a Dios para que me cure, para que pronto pueda volver a trabajar y producir un poquito de dinero para comprarme una nueva computadora o al menos arreglar mi teclado roto, pero no importa, con teclado enfermito como la autora, sigo escribiendo para los pocos lectores que me dan su tiempo sagrado para leerme y a veces comentarme algo bonito, si porque todos los artistas buscan audiencia y necesitan aplausos, atencion, empatia, comprension.  Si alguien antes de que se derrumbara la montana y se convirtiera en aluvion, si alguien me hubiera dicho que esto iba para rato no se lo hubiera creido.  Yo siempre senti que me comia el mundo, yo que nunca le tuve miedo a nada ni a nadie, yo que tenia el sindrome de la mujer maravilla, de la mujer orquesta, yo que decia que a la reina del mambo nadie le venia con guarachas.  Mis amigas queridas, las que me escriben y me llaman cuando pueden, y me ayudan y me apoyan con sus oraciones y sus palabras, siempre me dicen que tenga fe, que rece, que tenga pensamientos positivos, que cuide lo que como, que lo tome con paciencia, me consuelan, me levantan la moral, me aconsejan que no saco nada llorando, que no hay mal que dure mil veranos ni cuerpo que lo resista.  Mi vaso no está medio vacío ni medio lleno, mi vaso estuvo tan lleno por tanto tiempo que se rebalso, mi vaso ahora vive lleno pero de llantos que mojan mi almohada a cualquier hora, sin importarle que todos piensen que me volvi loca, que tuve una crisis nerviosa, que el cuerpo me paso la factura,  que una tarde triste del mes de Octubre hace cinco de los meses morados me vino mi primer patatuz, el que me llevo a la sala de emergencias con unos niveles de todo tan altos que por poco me lleva la Parca, pero Dios no quiso, todavia no era mi tiempo.    Desde esa mala experiencia que se ha repetido siete veces, siete hospitalizaciones, cientos de miles de dolares, dias largos, noches de insomnia,  me he vuelto una ferviente oradora, he encontrado que el mejor ansiolitico es la oracion y los abrazos de las personas que me quieren, que para mi suerte y desgracia viven muy lejos de Miami.   Me he convertido en una vieja ojerosa y llorona,  Tengo que encontrar el sonido de mi risa, tengo que recuperar el sentido del humor que me caracterizaba.  Encuentro unas palabras acentuadas, bravo... pasé demasiadas mañanas metida en mi dormitorio, aturdiendo mi mente en el Facebook que se ha convertido en mi refugio, en mi escapismo, en mi sala de urgencias, en mi terapia, en donde puedo compartir imagines, paisajes, desayunosm cafecitos, pensamientos, oraciones, chistes, fotos, canciones, desear felicidades en cada aniversario de vida.  Es mi lugar de encuentro con mis amigos y amigas.  Me hacen falta tantas personas importantes.


Antes cuando mi madre vivia mi vida era muy diferente, mis domingos sobre todo. Antes cuando mis amigas eran parte de mis reuniones familiares, a mi se me fueron todas juntas, todas de golpe, he estado de duelo en duelo, he visto a muchas de mis amigas sufrir las perdidas de sus esposos, de sus padres, de sus hijos, es muy fuerte, muy doloroso.   Me hace mucha falta la presencia de mi madre. No me acostumbro a vivir sin su voz, sin sus llamadas diarias, sin sus visitas de cada fin de semana.    Teniamos muchos problemas pero juntas los resolviamos, mi madre no era facil, pero era mi madre y era mi mejor amiga.  Al final de su vida, mi madre se convirtio en mi hija y yo en su madre.  


Trato de ser feliz, Dios lo sabe, antes leía mucho, dormía mucho, trabajaba mucho. Antes.   Ahora me cuesta leer, dormir, trabajar, me cuesta hasta levantar los brazos y no sentirme agotada.  Otro domingo en soledad.  Me falta la bulla, el humo del cigarrillo de mi madre, su voz ronquita y las horas que pasaba en la cocina preparandole sus platos favoritos.  No suena el celular, nadie me llama, pienso que no saben que decirme, desde que se acabo la bonanza economica es como si me hubiera vuelto invisible, como si no existiera, mi esposo me dice que ellos tienen sus problemas, sus vidas, que no tienen tiempo, que cada casa tiene su historia.  Salgo un ratito a regar las plantas.  Me he vuelto jardinera, me gusta ver crecer mis plantitas.   Los vecinos me miran de reojo.  Al mediodía me hice una sopa de verduras con dos pechugas de pollo, ya no puedo cocinar como antes me supo horrible, el caldo caliente me levanto el decaimiento y me imagine que estaba saboreando la delicia de dieta de pollo que preparaba mi mama Julia, su sopa levanta muertos,  segui buscando algo mas que comer y encontre una cajita con almendras, para llenar el vacio que tenia en el estomago me tome dos vasos agua que me ayudaron mucho por un par de horas.   Cuando llego mi esposo con una bolsa de naranjas, otra de manzanas y unas verduras para prepararme un deliciosa ensalada me senti dichosa y afortunada. Mi esposo es el mejor companero domestico que se le puede pedir a Dios, me ayuda muchisimo en casa, y es que yo soy maniatica de la limpieza y el orden.   Hoy hubiera querido no ser diabetica y comerme un pedazo enorme de torta de chocolate con un vaso de leche bien heladita.   Hoy hubiera querido tener mi carro funcionando para manejar muchas millas y visitar a mis hijos y mis nietos que viven bien lejos. 


Ahora se lo que deben de sentir las monjas y todas las mujeres que viven en ayunas y cuidando cada caloria que consumen, las que son esclavas del ejercicio porque no pueden subir ni una libra y ya no es por vanidad, es por salud, es por mantenerse con vida.  Ahora se lo dificil que es tener deseos de comer dulces y contenerse las ganas porque se convierten en veneno. Dios mio que dificil es convivir con la enfermedad y aprender a quererse, a valorar la salud para envejecer sin tanto achaque, que terrible llegar a viejo sin salud.  


Deje de escribir  por un ratito porque tuve que ir a prepararme algo de comer (de nuevo) tengo que comer algo cada cuatro horas porque no me puedo dar el lujo de tener otro ataque de hipoglicemia, son terribles, las manos y los pies se me ponen helados y siento un frio estremecedor. No quiero volver a vivir una coma diabetica.   Regresé a seguir escribiendo que para mi es como seguir respirando.  


Tengo que empezar una nueva semana con mi mente en positivo, declarar solo frases de salud, abundancia y prosperidad, de cambios y mejorias en todos los campos de mi vida.   Tengo que ir al cardiologo, al ginecologo, al urologo, al endocrinologo, tengo que arreglar mi auto, tengo que sacar fuerzas y poner mi motor a funcionar.  Tengo que mejorme, tengo que curarme completamente. Para Dios no hay imposibles y yo quiero ser como la mujer que en el tumulto toco la tunica de Jesus y El le dijo "mujer tu fe te ha salvado" y quedo curada para siempre.    


Gracias Dios mio por otro dia de vida, por otro domingo solitario.   

Comments

  1. Te leí y entendí mejor la situación de mis padres.
    Un abrazo desde Monterrey, N.L., México

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