Cuando los hijos odian a sus padres...

Cuando los hijos odian a sus padres
 
 Carmen García Mateos

 
Los hijos que terminan rechazando a uno de sus padres por la manipulación aparente que hace el otro en las separaciones.

Quedé sorprendida hace unos meses tras leer en "El País "diversos artículos que daban cuenta de una problemática más o menos reciente que se denomina el síndrome de alienación parental por decirlo brevemente hace alusión a esos hijos que terminan rechazando a uno de sus padres por la manipulación aparente que hace el otro en las separaciones o divorcios , el motivo de mi sorpresa como digo es que a la hora de plantear o describir este síndrome una de las características que se daban es y cito textualmente" que el niño sea incapaz de dar razones o estas son absurdas es muy probable que haya alineación parental " y sigue " estos niños no pueden justificar por que odian a su padre o a su madre" el artículo en otro momento de la exposición plantea que sólo es considerado este síndrome como tal si por ejemplo no ha habido abusos , entonces si estaría justificado el rechazo ...... A mi me sorprende que los profesionales de la psicología sigan sin tener en cuenta las cuestiones inconscientes es decir, sigan pensando que la única realidad que existe es la realidad material , es decir ¿sólo el niño puede decir dentro de la realidad material lo que le pasa?, ¿entonces le pasa algo? , no hay razón aparente para el odio o absurda para explicar el rechazo , continua diciendo el artículo pero se pone claramente de manifiesto que hay una continuada manipulación de uno de los padres para atacar al otro , a mi me parece que lo de poner nombres y etiquetas a las diferentes problemáticas familiares está muy bien , pero también me parece que no sirven para resolver estas y que en ocasiones las problemáticas han de ser leídas desde una mayor profundidad y reflexión ,han de ser leídas desde otro lugar en definitiva que no se solucionaran si no son pensadas de un modo distinto . Hay casos donde los niños victimas de abusos sexuales no tienen rechazo a sus progenitores si no todo lo contrario , será después en el trascurso de su vida adulta donde puedan pensar que eso que les pasó no formaba parte de la normalidad , donde puedan pensar que las relaciones con los papás son de otra manera y en otros casos puede quedar tan reprimido que la neurosis o la nerviosidad ...den cuenta de ello , luego en esta problemática no hay líneas rectas , el camino del sujeto psíquico es mucho más complejo.
Los padres se quejaban de que eran tratados mal por sus hijos pero y yo me pregunto , los padres se separan y de algún modo hay un consentimiento de ambas partes que no voy a decir que sea consciente la intencionalidad uno de usar y otro de dejar que se use a el niño , y no se trata de que ninguno de los dos padres sean culpables de lo que pasa , pero si que ambos y de una manera u otro están implicados , por no poder dar respuesta como adultos a una cuestión como es la separación y hacer enfermar , o poner el conflicto en el hijo , para no resolver una problemática que es de los padres . En la revista extensión Universitaria nº 68 hay un artículo que se titula "Cuando los hijos son la tapadera" del médico- psicoanalista Miguel Martínez , donde deja muy claro como , en muchos casos y en muchas parejas la enfermedad o el padecimiento de un hijo es un instrumento en las parejas para no resolver sus conflictos . Cuando el niño rechaza , cuando el niño nos trata mal , ambos padre y madre han de preguntarse si no fue él, el niño ; el primero que fue tratado mal . Continuando con la propuesta que en el artículo de Miguel Martinez sobre los hijos como tapadera nos dice que :"Las dificultades que aparecen en el proceso educativo del niño surgen cuando algo que debería ser normal se hace anormal.
Tener un hijo siempre debe ser un acto de amor. Cada vez que se tiene un hijo con "alguna intención" podemos decir que ese hijo ya viene con "una etiqueta" colgada.
Por ejemplo, muchas parejas cuando entran en crisis y plantean separarse, el primer pensamiento que se les ocurre – en vez de acudir a un psicoanalista- es tener un hijo.
Piensan que ser de nuevo padres les va a hacer sentirse más unidos. La llegada del recién nacido les produce una aparente felicidad que más bien es un autoengaño porque la pareja "ha dejado a un lado sus problemas" y en vez de ocuparse de ellos ahora se ocupan del recién nacido.
Este hijo cumplirá la función de ser la "tapadera de los problemas de sus padres". Y mientras que el niño se cría y se desarrolla la pareja desviará o tapará sus problemas durante algunos años.
Lo que ocurre es que los niños crecen y cuando el hijo va creciendo e independizándose, los problemas de la pareja vuelven a aparecer pero con más fuerza.
Lo que parecía haberse solucionado en apariencia con la llegada del nuevo hijo no fue más que una maniobra de la pareja para reprimir y ocultar su problemática más que para solucionarla.
"Los niños tapadera" generan en la pareja una forzada y aparente felicidad construida en torno a ese hijo.
La pareja realiza en conjunto todos los actos que requiere el cuidado y la atención del bebe.
Le dan de comer juntos, lo bañan, lo duermen incluso en su cama: el niño "les ha vuelto a unir".
Pero nada más incierto. Ese hijo lleva sobre él una gran carga o estigma. Sobre su cuello "cuelga" un fracaso de pareja.
Todo lo que la pareja hace es en función de este hijo, incluso hemos visto casos donde ambos padres llegan a malcriarlo para que ese hijo se convierta en un adolescente problemático para que siga desviando y tapando la problemática de pareja.
¿Pueden unos padres llegar a manejar la vida de un hijo de manera tan egoísta? Desafortunadamente esto sucede con más frecuencia de lo que podemos imaginar.
En las consultas hemos visto a muchos padres que llegan a "construir hijos conflictivos" para que el foco de atención del problema sea el hijo y no la problemática existente entre los padres.
Lo interesante de estas estructuras familiares es que cuando los padres traen a un hijo pequeño o adolescente a consulta porque tiene un problema –sea de la índole que fuere- cuando el hijo comienza a mejorar lo que aflora después son los problemas de la pareja.
Y son los propios padres quienes retiran al hijo de la terapia porque si el hijo llega a curarse y deja de ser "tapadera" se destaparán los problemas que de siempre han existido en la pareja.
Ante una crisis de pareja lo mejor es acudir a una terapia de pareja. Nunca utilices la solución "aparentemente fácil" de tener un hijo para solucionar tus problemas de pareja.
No olvides que cuando esto sucede toda la problemática de la pareja se oculta en el hijo y las consecuencias futuras son totalmente impredecibles.
Por mi experiencia clínica te puedo garantizar que semejante decisión trae más problemas a la larga que soluciones.
Sin embargo algunas parejas prefieren tener un hijo y enfermar la vida de su hijo para que sus vidas sean la de su hijo y no las suyas.
¿Puede una madre y un padre llegar a semejante grado de egoísmo y crueldad? Desafortunadamente sí.
La experiencia cotidiana habla: se siguen teniendo hijos para ser "la tapadera de los problemas de pareja.
" ". Un hijo se debería tener cuando realmente hay un deseo de tener un hijo , no como solución a nada, por eso que el psicoanálisis nos permite saber de nuestros deseos y si así queremos trabajar a favor de ellos, aunque la cuestión es tan paradójica, que cuando se utiliza a un hijo como tapadera eso también responde a algún deseo de quien así lo hace , pero claro con un elevado coste para quien lo sufre.
 
 

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