Literatura moderna


Vuelvo a escribir. No es que no lo haga mentalmente, nunca dejo de pensar, ni cuando duermo, mi mente siempre activa, a veces repaso frases, me digo, debo ponerlas por escrito, pero la vida me gana, o los dolores de cabeza no me dejan tranquila. Tengo tantas ganas de seguir leyendo, mirando, oyendo, aprendiendo, creciendo, mejorando. De todas maneras he aprendido que ya nada es igual que antes, acaso convencida de que los tiempos han cambiado. Ya nada es igual que antes.  No hay manera de que leamos de la misma manera y de que comprendamos de la misma manera. El mundo se ha vuelto plano, indiferente, las personas no se visitan, creen que es suficiente hacerlo con mensajes, ya no se sientan en familia a almorzar, o a cenar, como antes, ya no conversan, se ha perdido el arte de saberse comunicar.   Es un mundo de información, nos enteramos en segundos lo que está pasando en cualquier rincón del planeta. Podemos viajar en horas a Europa o América Latina, visitar países, sus gentes, modos, tradiciones, costumbres, oírlos hablar, ver como se visten, creer que conocemos todo, compartir muchos momentos y sin embargo sentirnos que estamos solas, tan solas. Me refiero a una soledad moral.  
 
Al final entre todas las personas que vivimos en este planeta, hay pocas diferencias, la subsistencia es la misma, estamos confrontados a las  mismas cosas, los mismos miedos, las mismas necesidades, todos tenemos problemas políticos, sociales y económicos, en todas partes hay pobreza y desempleo, la gente se enferma, los niños nacen, no todos mueren de viejos.  Me doy cuenta que la gente casi no lee. Que muchos no cocinan, lo noto en las largas colas en los restaurantes de comida chatarra, la mayor parte de las mujeres que conozco no cocinan y se ríen afirmando que no saben cocinar ni quieren hacerlo, hay las que se admiran cuando me ven con los palitos de tejer, o se sorprenden porque leo de tres a cuatro libros al mes, Entonces, me pregunto porque la gente no compra libros como antes. ¿Qué sucederá con ellos? Me pregunto si cuando los discos de vinilo desaparecieron nos hicimos la pregunta. (Conozco personas que hacen dinero vendiendo los no existentes discos de longplay).
 
Me pregunto ¿la gente seguirá leyendo impreso? Lo primero que se me ocurre es que es un gasto de papel inútil en muchos casos, verdaderos libros, buena lectura, buenos escritores, libros que te dejen marcas, huellas, hay pocos. Cuánta energía y dinero se pierde en imprimir libros que nadie leerá!  Mejor me tomo una pastilla para la migraña y me dejo de filosofar.  Sigue lloviendo. Hoy no tuve que regar mis macetas, que son mis hijas, mis orquídeas que son mis nietas.  Me mortifica, me pone triste darme cuenta que pocos aman y entienden la escritura, el éxtasis de la lectura, están retrocediendo frente a la dominación de la imagen y la vida utilitaria de los tiempos modernos: nadie necesita leer tanto para hacer cosas en la vida, es suficiente con mirar en Internet, pregúntale a Google por algo.  Un amigo me dijo un día que ya no había nada que escribir que ya se habían escrito todos los buenos libros, que era una atrevida por pensar que podía contar mi historia cuando ya se había escrito “Cien años de soledad” y “La guerra y la paz” que los clásicos, los inmortales, habían superado el arte de plasmar con las vocales y las consonantes lo que los pintors no pueden pintar con sus oleos de colores.  A pesar de todo lo que digan, no pierdo la esperanza ni la fe de que voy a encontrar nuevos libros con frases que me alienten, que me compongan, que alivien el dolor de mi alma rota. No sé si es mi avanzada edad, quizás que ya leí bastantes libros, que los clásicos contienen una buena parte de lo que los libros actuales intentan mostrar, no sé, pero me invade la sensación de "deja vu".   Creo que nuestros mensajes, nuestros textos escritos con sangre, sudor y llanto  se pierden en una infinidad de mensajes.
 
La literatura se ha vuelto un poco como la comida chatarra, como los muebles modernos que no duran nada y hay que reemplazarlos. ¿No sucede un poco eso con los libros?, compramos entretenimiento, pasar el rato, nada durable, nada que baje al corazón, todo se queda flotando en la superficie.  A ver, voy a tratar de explicarme mejor: antes para escribir había que ser escritor, periodista, poeta, hoy en día el que quiere  puede publicar y editar libros, blogs, textos en general. Lo hacen sin saber escribir, con tremendas faltas de ortografía, lo mismo que todos se han vuelto fotógrafos y es que ahora tenemos los milagrosos celulares que son linternas, cámaras fotográficas, radios, televisores y computadoras, tienen hasta Skype.    Y yo insisto en seguir escribiendo, aunque sabe Dios si acaso son cinco o diez los que me dedican doce minutos de su valioso tiempo para leer lo que escribo, porque para mí, escribir es respirar, es vivir, es amar, es compartir, es comunicarme, es un llamado, una inquietud, mi forma de sacudir las inquietudes del alma.  

Comments

  1. Muy lindas tus palabras, y si, todavía hay gente que sabe apreciar la buena lectura y la cultura que se transmite desde un buen libro... Saludos desde Argentina, de una lectora adolescente :)

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