Palabras para mi hermana-amiga

Hoy es 2 de Setiembre y me he levantado pensando en ella. Si, en mi amiga del alma, en uno de los tesoros que Dios puso en mi camino.  Hace algunos años que nos conocemos, y le escribo muy temprano porque hoy completa otro aniversario de vida y quiero saludarla con esta carta de Amistad cargada de mis profundos sentimientos que le prodigo dentro de mi corazón desde el primer momento que su angelical presencia en uno de mis tantos viajes a Lima, cuando la salud me dejaba llegar a mis rincones favoritos.

Mozzy linda, supiste día a día ganarte mi entera confianza, demostrar a cabalidad lo que era ser una mujer completa, un ser sensible y humanitario,  hacerte compañera de los sinsabores de muchas vidas y  cómplice de tantas alegrías. En un mundo de pobreza, enfermedad, clasismo, indiferencia y envidia, logramos juntas tratar de edificar un mundo "casi" perfecto, un oasis simple, sagrado, generoso en el que pudiéramos ser nosotras mismas en su esencia y descansar en la confianza y la comprensión. A pesar de las turbulencias y tantas piedras en el camino defendimos siempre con fortaleza y entereza nuestro lugar. No cedimos ante los compromisos, la falta de tiempo, el trabajo de largas, interminables horas.  Las madrugadas fueron todas nuestras aliadas.  Tu papel de madre proveedora y cuidadora siempre primero.  Tu hijita tan inteligente y traviesa, siempre con nosotras, compartiendo el pan y el abrigo con los pobres. Siempre quise tener una amiga sincera y humanitaria, sencilla y espiritual, y Dios te puso en mi camino de servicio para compartir nuestras experiencias con personas de extrema pobreza y las otras, las que no la conocen. Y eso es importante, ayer, hoy y siempre.

Cuando miro alrededor y veo lo difícil que se me hace la vida desde mi enfermedad que no he pudido "volver" a mi amada Lima, lo empinada que es la cuesta, que ya no puedo correr y muy poco caminar, se me dibuja una sonrisa y me sonrío por dentro pensando "no estoy sola, Dios nunca descansa, siempre lo tengo a mi lado, y pienso en mi Mozzy linda y entregada a todas sus obligaciones diarias con tanta entereza, sin quejarse, porque es paciente y detallista como lo era mi abuela, tengo una gran amiga en la cual apoyarme". Que tristeza que vivas en Lima y yo en Miami, que mis brazos hoy no pueden abrazarte y decirte lo importante que eres en tantas vidas que tocas con tu existencia.  La verdad, tengo que reconocer,  que hay ciertos trayectos de la vida que no hubiera podido transitarlos sola, me ayudaste a llegar a tantos lugares de extrema pobreza desde el primer momento que fundamos Centro Luz de Almas.  Sin tu apoyo y tus sacrificios no hubiera podido lograr publicar mi primer libro, hiciste que muchas personas se acerquen de nuevo, que otras llenaran sus barriguitas con hambre, y cubrieran sus cuerpitos helados.

He tenido momentos de franca desesperación, de angustia, llanto, dolor en los que tu mano salvadora llegaron justo a tiempo, o en los que tus palabras de aliento sirvieron para que no cayera, tantas veces. Amiga en las buenas, siempre, pero sobre todo amiga de verdad en los peores momentos, cuando algunos otros importantes, no estuvieron muchos por cisrcunstancias que lo impidieron, pero mucho porque no quisieron.  

Hoy, mirando hacia atrás, me quedo maravillada de los logros, de esas experiencias gloriosas de ver las caritas felices de tantas madres de familias pobres y no te puedo mentir que lloro a cada rato, con nostalgia y admiración, con agradecimiento por tu fortaleza y dedicación. No sé cuánta gente podrá decir esto de otra persona, ojalá que muchas, pero lo que en realidad siento es que no existen demasiadas personas como tú en este planeta y agradezco a Dios que te haya puesto en mi camino.

Si hay algo divino en los seres humanos es la capacidad de apiadarse, de ayudar, de levantar al caído y eso es lo más maravilloso que puede haber sobre la tierra. Lo más maravilloso para el que practica la verdadera la amistad tanto como para el que la recibe. En mi caso me hizo darme cuenta que no estaba sola en el mundo, que es tal vez uno de los mayores sentimientos de desolación que pueda existir para casi todos los que conocemos sentirnos muchas veces "solos" sin apoyo, que te tilden de "rara" de "loca" que no te comprendan.

Porque analizando logras entender que no sentirse sólo es ser feliz, es sentirse protegido, comprendido, aceptado, necesitado, es saber que a alguien le importa lo que te sucede. Piénsalo por un instante, ¿no es increíble? Parece algo sencillo pero en realidad es de una profundidad y una complejidad insondable. Hay muchas personas solas y sería estupendo que comprendieran que un gran amigo es una fuente inagotable de amor y calor.  Nosotras comprendimos que nuestro mejor amigo es Papa Dios, nuestro Padre Celestial, que nos puso muchos angelitos de carne y hueso en nuestra labor humanitaria, que por culpa de mi enfermedad no avanza como quisiera, pero siento que muy pronto se me va hacer otro milagro, y que cuando menos cuenta nos demos, volveremos a encontrarnos en la sala de espera del Aeropuerto.

Y que más vale prestarle atención a eso que a cualquier otra cosa en la vida pues ¿Qué clase de vida tienes sino aún en medio de la riqueza? Hacer un culto de la amistad verdadera, de ser hermana-amiga es la obra más grande que puede emprender un ser humano, y eso es lo que hemos hecho nosotros. Sembrar, cultivar y dejar que florezcan miles de momentos mágicos en nuestra labor de servicio al necesitado.

Hoy pensé en ti, tal y como hago a diario. Me hiciste volver a darme cuenta del hermoso regalo de ser amigas, sin importar los tiempos, la edad, las distancias. Hemos llorado y reido juntas tantas veces, hemos suspirado de alegría y de emoción no importando la ocasión. Tus palabras han sido las que han abrazado mi alma en noches de soledad y desconsuelo. Me enseñaste que las lágrimas de vez en cuando son buenas y que con ellas aprendemos a purificar nuestra alma y espíritu. Hemos orado tantas veces, y los domingos en Lima fuimos tantas veces juntas a la Iglesia a la de Miraflores, y por cosas de la vida, estudiamos en el mismo Colegio, y quien sabe si alguna vez te sentaste en mi vieja carpeta.

Demostramos que una verdadera amistad no conlleva necesariamente años, sino que se forma de momentos y experiencias especiales como las que tú y yo hemos compartido en poco tiempo. Me demostraste tu cariño siempre que podías. Me enseñaste a quererte de manera sin igual y a conocerte, aprender mucho, apreciarte y valorarte cada día más.

No importa que estemos lejos, nuestra amistad trasciende las barreras y desafía la distancia. No necesitamos decir una palabra cuando algo sucede pues nuestro silencio nos delata y es nuestro corazón el que por nosotras habla. Eres increíble, especial y por eso hoy te digo que conmigo siempre puedes contar. Sólo recuerda el no dudar, que eres mi gran amiga del alma. Y aunque tengo otras grandes amigas en mi vida, espero que ninguna se ponga celosa, que entiendan que eres mi socia, mis brazos, mi representante, mi mano derecha, mi mujer de absoluta confianza, la hija que nunca tuve.    

Una voz anoche me hablaba mientras descansaba.  ¿Por qué se debe vivir?
Se debe vivir, para servir...   Para mejorar la vida de otros...  Para cumplir con los mandatos de Dios...

No creas que me siento feliz hoy porque tristeza infinita siento de no poder llevarte un enorme ramo de flores primaverales, de llevarte a comer una deliciosa cena o de preparla con mi esposo con todo nuestro amor y agradecimiento, porque el respeto por nuestra amistad es mutuo. Nos haces mucha falta, y tienes nuestra casa siempre con las puertas abiertas, seguimos esperando que vengas con tu hijita y tu esposo, cuando Dios lo permita, porque siempre lo quiere.  

Amigos, ¿si lo son de verdad?, también quieren acompañarnos cuando nos encontramos tristes, cuando la vida nos da las bofetadas de vez en cuando, cuando te enfermas, cuando se acaba el dinero… Tenemos que aprender de eso, una noche me dijiste que te habían dicho que la vida es dar y recibir, que igual que nos gusta dar cuando nos apetece, también debemos de aprender a recibir cuando nos quieren dar.

Te quiero decir muchas cosas por medio de esta carta y sinceramente te las mereces... ¡Tu amistad vale mucho! Te quiero decir que si mañana dejo de existir, te observaré en el cielo, te cuidaré y, sobre todo, abogaré por aminorar tu sufrimiento.

No te canso más, espero que esto sirva para que pienses que la vida es muy bonita, que las trampas que se nos presentan son lo de menos, lo importante son los momentos de felicidad que también surgen de vez en cuando, y que nos recargan las pilas hasta que tengamos otro momento de felicidad.

Recuerda que la felicidad absoluta no existe, sólo existen momentos felices, y el ansia por que llegue el siguiente. Hace mucho tiempo que quería decirte todas estas cosas, hechos y no palabras, pero de vez en cuando es importante  demostrar el verdadero afecto con palabras.  De cualquier manera sabemos lo que cada una siente por la otra sin que lo digan con palabras. Pero sé que con abrazos, miradas de entendimiento y complicidad, gestos y acciones han sabido expresar durante nuestra amistad lo que ahora te escribo en esta carta.

Te mando un fuerte abrazo de luz, miel y caramel, y un saludo de 5,000 millas de distancia, desde el fondo de mi corazón, y espero que te haya gustado mi "testamento de carta" de amistad. Prometo que no será la última.

Tu amiga del alma, la aprendiz de escritora, la mujer que habla hasta por los codos, la que pasa del llanto a la risa en segundos, la que no puede vivir sin angustiarse por todos los que padecen hambre, soledad, abandono, olvido. La enamorada de Miraflores, la grindia que habla, canta y baila a escondidas la marinera, la que no puede vivir sin pensar en los tamales y la salsa criolla, las butifarras del Peruanito, la chicha morada a su llegada, los amaneceres y atardeceres desde su ventana en un edificio alto en la bella Costa Peruana, un fin de semana en Chaclacayo, una visita sorpresa a Tiwinza.

Mary (Marisabel)  Mariangeles

 


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