Nostalgias de otro Primero de Octubre

Empieza el mes de Octubre del 2015. Mis pensamientos no me dejan dormir, mi mente llena de imágenes y recuerdos. Es ya de madrugada, los únicos sonidos que se sienten son los que hacen la secadora de ropa y la máquina del aire acondicionado. Ya es primero de Octubre, se fue el mes de Septiembre demasiado rápido, ya estamos en vísperas de los dos meses más ocupados del año. Tengo tantos pendientes, tantos deseos, tantas preocupaciones, pero las dejo de lado para ponerme a orar y pedirle a nuestro Padre Celestial por todas las madres que lloran por sus hijos, por las que han perdido a sus esposos y lloran a solas por las noches, cuando nadie las ve, por aquellas que han vivido dramas y tragedias, por las que tienen enfermedades serias. No quiero llorar, no lo puedo evitar.

Primero le doy las gracias, tengo tanto que agradecer, después le pido que me perdone por todos mis errores, faltas, pecados, por mis apegos a las cosas del mundo, por mis miedos, por mi poquita fe. Señor, Padre mío, no nos abandones, bendice nuestros cuerpos enfermos, cúrame de todos mis males y aflicciones que no me dejan avanzar, dame sabiduría, paciencia, aceptación, dame fortaleza para saber sobrellevar lo que me toca, para saber corregir y cambiar lo que debo cambiar. Ayuda a todas mis personas amadas, tú sabes Señor quienes son, tú sabes por quien lloro y a quien añoro.

Quiero sentirme bien para volver a mi Lima, trato de imaginarme mi próximo viaje, me encanta el mes de Octubre, el mes morado, el mes de Senor de los Milagros, del turrón de dona Pepa, la celebración del día de la canción criolla cuando es noche de brujas en otras partes del mundo, la jarana típica de nuestros aficionados, el vals, la marinera, el cajón, la guitarra bien interpretada por dedos talentosos que hacen magia. Me veo llegando a Lima, el viaje de madrugada, mis maletas llenas de regalos y encargos para mis pobres, el tumulto en el aeropuerto Jorge Chávez, la niebla gris, la gente esperando con sus carteles y sus caritas contentas. Imagino la voz suave y llena de ternura de mi mejor amiga, el aroma delicioso del recibimiento de mis seres queridos, olor a clavo y canela del arroz con leche que siempre me preparan, olor a armonía, agradecimiento, los abrazos afirmativos, que me dan seguridad... serenidad... amor...las casas de techos bajos de Lima, la humedad que la caracteriza, mi tierra, mi mar, mis orillas que conocen mis pasos desde siempre, el artesanal en donde me reciben con alboroto y me llenan de besos. Mis domingos caminando por las calles de Miraflores, mis ojos emocionados frente al mar, la presencia querida de mis amigas de toda una vida, los códigos reconocibles en el lenguaje, las inflexiones de voz, los tonos, los acentos, los sonidos llenos de magia, el lenguaje de mi gente querida... mis viajes en taxi... que falta me hacen, que falta me han hecho todo este 2015, este que ha sido un tiempo muy doloroso, lleno de horas difíciles, y entre pensamientos e imágenes, me abrazo a mi almohada y siento como se me aprieta el alma, como se extraña a los seres que se nos adelantaron, cuanta falta me hace mi madre, mi abuela, mi mama Julia, mis tías Gatas, mis amigas, muchas que no llegaron a viejas, las personas que tengo lejos geograficamente, y le pido a mi Padre Celestial que me permita, que me conceda el deseo que regresar a mi Lima, pronto, muy pronto.

Me hacen mucha falta las miradas de tanta gente, sus palabras que acarician mi alma que necesita a gritos de sus afectos. No puedo creer que ya estamos en Octubre, tengo que ponerme positiva, tengo que darme una ducha de fortaleza y llenarme de luz, tengo que vestirme con un traje de buena actitud, cubrirme con una manta de sabiduría y amor. Bienvenido seas Octubre, mes en que mi padre cumple años, completa sus 82 y le pido a mi Señor de los Milagros que me lo bendiga, que le de salud y larga vida, y sigo orando por el resto de mi familia y por toda mi gente querida.
Hoy empiezo el mes y me visto de morado, el día 3 cumple 9 anitos mi segundo nietecito, le pido a Dios por su salud y que me lo bendiga siempre, me gustaría tanto poderlo ver, hubiera querido estar por estas fechas en tantos lugares, con tantas personas queridas, pero entiendo que todo lo que pasa es por la voluntad de mi Padre Celestial y estoy en sus Manos, en su tiempo. Mi sensibilidad está en mi Lima, todo mi cuerpo, todo mi ser, tiembla, se estremece, escucha, aunque también sienta la presencia de un cuerpo, su sangre, sus latidos, la espera.

Pronto, sé que pronto de nuevo mis ojos, mis manos, mis piernas, mi persona toda, volverán a sentirse de nuevo en casa... Vivo fuera de Lima hace tanto, pero tanto tiempo, y sin embargo es como si nunca hubiera partido. Pronto, uno de estos meses, Lima... y siento que ya estoy con un pie allá, hoy en medio del calor de Miami, de la multitud de miles de pasajeros en el aeropuerto de Miami. Ya es casi el amanecer, vuelvo a abrir los ojos, escucho el cantar de las aves, el sonido del viento, llueve a cantaros, las gotas de lluvia golpean mi ventana. Me imagino que estoy caminando por el malecón de Miraflores, que camino a la Iglesia del Parque y que antes he pasado por el mercado de flores a comprar calas blancas.

Y orando empiezo el mes de Octubre, orando por volver a la tierra que me hizo como soy, y empiezo a cantar la flor de la canela.

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