En qué medida el envejecimiento está explicado por factores genéticos o ambientales?
La Sra. Rocío Fernández Ballesteros, catedrática de psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, responde a esta pregunta en su libro “Envejecimiento activo”:
“La respuesta es comunmente aceptada: un 25 por ciento frente a un 75 por ciento, es decir la contribución ambiental es estimada en tres cuartas partes, mientras que a la genética los biólogos le atribuyen sólo una cuarta parte”.
Es lógico, los seres humanos no somos sólo organismos biológicos sino seres bio-psico-socioculturales, por eso cualquier enfoque sobre la vejez, el envejecimiento o las personas mayores, no puede reducirse a las condiciones biomédicas o creer que los remedios están siempre en la consulta del médico o en la farmacia. Para vivir más tiempo y especialmente para vivir bien, un 75 por ciento de los cambios debemos hacerlos en nuestras actitudes mentales, creencias y formas de pensar. Estas diez propuestas pueden ser un buen comienzo:
Cada momento presente refleja infinitas leyes de la naturaleza que le han traído hasta este pensamiento exacto, a esta reacción física precisa.
Este momento es como es porque el Universo es como es. No luche contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, es mejor fluir y ser uno con ese esquema.
Preste atención a su vida interior para que pueda guiarse por la intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que le conviene.
Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos.
Lo que más detestamos es lo que más negamos en nosotros mismos. Lo que más amamos es lo que más deseamos en nuestro interior.
Use el espejo de las relaciones para guiar su evolución. El objetivo es un total conociminto de uno mismo.
Cuando lo consiga, lo que más desee estará automaticamente ahí; lo que más le disguste desaparecerá.
Al juzgar imponemos nuestros conceptos personales del bien y del mal a situaciones que simplemente son.
Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgamos, nos apartamos de la comprensión y anulamos el proceso de aprender a amar. Perdonar, en realidad, es aceptar al otro y a las circunstancias tal como son, sin expectativa alguna, sin juzgarlas y sin intentar cambiarlas
El cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida, es el vehículo que le transporta en el viaje de su evolución.
La salud de cada célula contribuye directamente a su estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de conciencia que somos.
Eso sólo ocurre cuando encontramos la seguridad en el propio ser, que es amor. Motivados por la verdad interior, podemos enfrentarnos a cualquier amenaza, porque la fuerza interior es invulnerable al miedo.
F. Javier González
La Sra. Rocío Fernández Ballesteros, catedrática de psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, responde a esta pregunta en su libro “Envejecimiento activo”:
“La respuesta es comunmente aceptada: un 25 por ciento frente a un 75 por ciento, es decir la contribución ambiental es estimada en tres cuartas partes, mientras que a la genética los biólogos le atribuyen sólo una cuarta parte”.
Es lógico, los seres humanos no somos sólo organismos biológicos sino seres bio-psico-socioculturales, por eso cualquier enfoque sobre la vejez, el envejecimiento o las personas mayores, no puede reducirse a las condiciones biomédicas o creer que los remedios están siempre en la consulta del médico o en la farmacia. Para vivir más tiempo y especialmente para vivir bien, un 75 por ciento de los cambios debemos hacerlos en nuestras actitudes mentales, creencias y formas de pensar. Estas diez propuestas pueden ser un buen comienzo:
1 – Escuche la sabiduría de su cuerpo
El cuerpo se expresa por señales de comodidad e incomodidad, es necesario saber reconocerlas y actuar en concordancia con ellas. Aunque no seamos conscientes de ello, cada actitud, cada pensamiento y cada conducta, la hemos elegido. Cada cosa que haga, tome conciencia de ello y pregunte a su cuerpo qué siente. Si su cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, tenga cuidado. Si el cuerpo le envía una señal de comodidad y anhelo, continúe.2 – Viva el presente
El presente es el único momento que tenemos. Mantenga su atención en lo que existe aquí y ahora; busque la plenitud en todo momento. Acepte lo que viene total y completamente para que pueda apreciarlo y aprender de ello; luego déjelo pasar. El presente es exactamente como ha debido ser.Cada momento presente refleja infinitas leyes de la naturaleza que le han traído hasta este pensamiento exacto, a esta reacción física precisa.
Este momento es como es porque el Universo es como es. No luche contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, es mejor fluir y ser uno con ese esquema.
3 -Dedique tiempo al silencio interno
La meditación no sólo propicia el silencio interno, sino que es por definición el silencio interno, es el ejercicio de permitir al cerebro descansar libre de pensamientos. En esos momentos de silencio cerebral, tome conciencia de que está uniéndose a su fuente de conciencia pura.Preste atención a su vida interior para que pueda guiarse por la intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que le conviene.
4 – Renuncie a toda necesidad de aprobación externa
Cada persona es juez de su propia valía; su meta es descubrir el valor infinito de sí mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.5 – No luche contra sí mismo
Cuando se descubra reaccionando con enfado en oposición a cualquier persona o circunstancia, recuerde que sólo está luchando consigo mismo.Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos.
6 – Recuerde que el mundo de fuera sólo refleja su mundo interior
Las personas ante quienes su reacción es más fuerte, sea de amor o de odio, son proyecciones de su propio mundo interior.Lo que más detestamos es lo que más negamos en nosotros mismos. Lo que más amamos es lo que más deseamos en nuestro interior.
Use el espejo de las relaciones para guiar su evolución. El objetivo es un total conociminto de uno mismo.
Cuando lo consiga, lo que más desee estará automaticamente ahí; lo que más le disguste desaparecerá.
7 – Libérese de la carga de los juicios
Cuando dejamos de emitir juicios y cuando los juicios de los demás no nos afectan es cuando comenzamos a disfrutar de sentirnos ligeros, saludablemente ligeros.Al juzgar imponemos nuestros conceptos personales del bien y del mal a situaciones que simplemente son.
Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgamos, nos apartamos de la comprensión y anulamos el proceso de aprender a amar. Perdonar, en realidad, es aceptar al otro y a las circunstancias tal como son, sin expectativa alguna, sin juzgarlas y sin intentar cambiarlas
8 – No contamine su vida con toxinas
No contamine su cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas.El cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida, es el vehículo que le transporta en el viaje de su evolución.
La salud de cada célula contribuye directamente a su estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de conciencia que somos.
9 – Cambie la conducta que motiva el miedo por otra que motiva el amor
El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir y tomar conciencia de que eso ocurrió en el pasado, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Si trata de imponer el pasado al presente, jamás acabará con la amenaza del sufrimiento.Eso sólo ocurre cuando encontramos la seguridad en el propio ser, que es amor. Motivados por la verdad interior, podemos enfrentarnos a cualquier amenaza, porque la fuerza interior es invulnerable al miedo.
10 – Comprenda que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda
La inteligencia es una fuerza creativa e incognoscible, que organiza de forma invisible a toda la materia y a toda la energía. Como una parte de esta inteligencia reside en nosotros, participamos del poder organizador y creador del cosmos. El objetivo del universo es expandirse, así nuestro objetivo personal ha de ser también expandirnos. Nuestro cerebro es plástico y nos permite la expansión a cualquier edad. Una de las mejores edades es a partir de los 60.F. Javier González
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