Los amigos y los abrazos


Los que me conocen saben que siempre digo lo que pienso, que soy espontanea y sincera, por no decir extremadamente franca, al pan, pan y al vino, vino, sin pelos en la lengua, a veces posiblemente demasiado intensa para muchos que esconden sus pensamientos y sentimientos y se tapan con mascaras, que ponen murallas ante los "enemigos" porque no creen ni en su propia sombra.   Hay muchos seres en el mundo que no creen en nadie, que no superan la cruda realidad de la vida, de la convivencia, de la lucha diaria desde que nos hacemos "adultos" algunos antes de llegar a la adolescencia, porque los hay que nos hacemos mujeres y hombres responsables a muy corta edad, y otros que se estancan y nunca "maduran".



Yo, gracias al ejemplo de buenas personas en mi infancia, aprendi a que todos los seres humanos eramos "iguales" ante los ojos de Dios y trato al mendigo, al anciano, al pobre, al rico, al negro, al chino, al indio, al blanco, al gobernante, al rey, al que trabaja en hospitales, en hoteles, en aeropuertos, en asilos, por igual, no me importa si son bonitos, feos, gordos, enanos, flacos, de tal o cual nacionalidad o credo, si tienen zapatos o si visten como Cantinflas con ropa llena de parches y sacos que no son de sus tallas o medidas, para mi, todos los seres humanos somos iguales - a todos cuando los conozco les pongo de nota 100.



Cuando las personas pasan de ser conocidos para convertirse en "amigos" en personas cercanas, en nuestros "proximos" entonces es que mi tabla de medida empieza a funcionar y cambiar de posiciones, por ejemplo tengo amigas que ahora tienen 1,000 puntos porque se los han ganado con su amor, con su deligente conducta como madres, hermanas, abuelas, profesionales, con sus vidas ejemplares, mujeres u hombres que simplemente son "excepcionales y extraordinarios" y soy afortunada de tener varias personas en mi vida con altas califaciones.  Pero existen otras que en vez de seguir en 100, 200 o en 300, han ido perdiendo puntos en la vida y ahora no llegan ni a 10 y los tengo a otros muchos - alejados de mi vida - con menos 20, menos 200, y otros los que fueron intoxicando mi vida con venenos y mentiras, con envidias y malas intenciones, ya ni siquiera son parte de mi "entorno", han sido eliminados, he cerrado circulos, enterrado la basura otras veces la he quemado, lo que no sirve se elimina.   Uno no puede navegar en un lago lleno de basura, de desperdicios. Uno debe de ir limpiando el lago de su existencia diariamente en todos los campos de su vida, en el cuerpo, en la mente, en el alma.  
Yo quisiera no tener el sexto sentido y poder ver los defectos y la vena negra en los otros.  Pero lo tengo,  Soy una profeta moderna, una dama ordinaria que con la voluntad divina es por momentos como cuando trabajas para Dios, una mujer extra-ordinaria, y no lo digo con soberbia, todo lo contrario lo afirmo con toda humildad.

Siempre me ha interesado, desde que recuerdo, y tengo muy buena memoria, el llegar a
conocer bien a las personas, para tener muchos amigos. Siempre he sido muy amiguera, muy gregaria, muy habladora, hablo hasta con las piedras, con los desconocidos, no me tienen paciencia mucho de mis amigos, especialmente mi esposo a veces se desespera porque dice que hablo demasiado, y no miente.  Mi respuesta es "siempre he sido asi". Hay personas, muchas de ellas que buscan nuestra amistad porque hay intereses de por medio, personas que no dan puntada sin hilo, los interesados, los lambizcones, los que te usan y te exprimen, de esos abundan, pero uno debe de saber "eliminarlos" y a mi me pasa muy a menudo.  Muchas veces les doy muchas oportunidades hasta que me canso y entonces los voy alejando de mi vida, porque como dicen "ni muy, muy, ni tan, tan" y esta bien cilantro pero no tanto.  Las personas - no todas - pero muchas se acuerdan de uno cuando necesitan "algo" es muy humano, y es muy internacional, pero hay nacionalidades en las que ya se pasan y se vuelven "abusadores" o como dicen los peruanos "son muy frescos" y atrevidos.  Quieren todo "gratis" te exprimen los limones hasta que no queda una gota.    




Están los que Dios pone en nuestro camino varias veces en el recorrido de nuestras vidas y llegan a ser como los angeles que aparecen en el momento preciso. Son tus amigos milagrosos, los que se aparecen con un cuadro pintado por ellos, con una orquidea, con un ramo de rosas o tulipanes, con una olla de sopa de pollo, los que vienen a ayudarte en la mudanza, los que vienen a limpiarte la cocina y a cocinarte una deliciosa comida, los que te llaman antes de ir al Mercado o la farmacia y te preguntan si algo te hace falta.  Los amigos que te invitan a cenar a un restaurante sabiendo que por pagar la cuenta no van a poder comprar comida para la semana pero no les importa el sacrificio porque tu amistad es mas importante que lo que les queda en la cuenta corriente.  



He conocido a muchos que con un detalle inesperado te roban el corazón, los inolvidables, los que dejan huellas profundas en los caminos de tu mente, los que con un abrazo trasmiten todas sus virtudes y talentos, las que nos brindan sin miedos y con confianza sus confesiones, sus pecados, sus secretos, sus historias, y nos hacen partícipes de su intimidad muchas veces criticada e incomprendida y no aceptada por la sociedad conservadora y de doble moral. 



Las hay por conveniencia, para llenarse la boca de palabras y decir con tono vanidoso y soberbio, soy importante porque conozco al famoso, al rico, al que vive en el Castillo, en la gran residencia, al Mandatario, al Gobernador, al Alcalde, al Presidente, al Doctor, al escritor, al premio Nobel, al famoso actor, artista, poeta, inventor, no importa, a mi, por cosas de la vida, por circunstancias laborales por estar en el lugar propicio a la hora precisa me ha tocado muchas veces conocer a los que pertenecen al grupo de los "famosos" a los que salen en primera plana en las revistas y en el cine, en la alfombra roja, y saben a la hora de los loros, son igual que todos, con mejores trajes, autos de lujo, muchas veces con joyas prestadas, con cinco kilos de polvos y colorete, y muchas arregladas con pechos y traseros hechos, con pelucas y botox, y sin olvidar que todos tienen sangre en sus venas del mismo color y se llenan de gases que no despliegan aromas de jazmines ni rosas.   Esos que se creen que son "especiales" porque pagaron el precio de la fama, que muchas veces termina con la eternidad de sus almas que van a arder en las llamas del infierno.


Yo me siento feliz, agradecida y afortunada, de las que han nutrido y siguen alimentando mi alma, de los que fueron mis amigos, se molestaron o se alejaron alguna vez y con el tiempo volvieron a buscarme porque crecieron y comprendieron el valor de la verdadera Amistad. 

Yo perdono a los que como Poncio Pilatos se han lavado las manos.   Los que me tienen tanta envidia que no me aceptan y me acusan inventando historias y nombres, insultos a mi cuerpo grande y con sobrepeso.  Los
que traducen brutalmente y destructivamente cada uno de nuestros sentimientos. Los que te critican, usan el dedo, te acusan y te acosan, te inventan amantes y pecados, defectos y te calumnian pero con su cara dura vienen a visitarte para sonsacarte a base de falsas premisas tus verdades.  Los falsos amigos, los que tienen doble cara y mala vena para en vez de ponerse felices por tus triunfos te desean hasta la muerte y se burlan sin sentir remordimientos. 

Los que son chismosos y entrometidos, y hacen noticias de primera plana y de primer impactos de nuestros defectos y acciones del pasado, de muchos pecados que confesamos en "confidencia" creyendo en ellos, y como pregoneros van de puerta en puerta hablando de nuestras querellas, de nuestros
defectos, y lo llevan como jugando al telefono malogrado, difamando y  agrandando el cuento por los cuatro vientos, criticando nuestras debilidades, nuestros defectos, nuestras fallas, nuestros pecadillos y sacrilegious, como si ellos fueran santos varones y damas impecables que se casaron con la virtud entera, que llegaron virgenes al altar y castas hasta la muerte.



Las que con una palabra o una frase nos componen la vida en un instante.  Amigos, amigas como Mozzy, como Cesar, como Julio, como Raquel, como Luchy, Marion, La Negra, Carmen, Carmencita, la otra Carmen, Pilar, Rosario, Charo, Marjorie, Visi, Mary,  como Jose Domingo, y Danilo, como Saul, como Luis, como Enrique y Barbara, Maruja, Patricia, Teresita, Carmen Rosa, Ana Raquel, como Fernando y Roger, como Roberto y Nick, como Alfredo y Alex, como Lourdes y Barbara, Rosita y Rose Marie, Tania y Andrea, Claudia e Isabel, Monica. 


Como la can
ción de Roberto Carlos y la de Sandro que con sus palabras me hacen viajar al cuento encantado de mi primera experiencia de amor. 


Si me refiero a la verdadera
Amistad, al amor incondicional al que no le interesa la talla ni el peso de tu cuenta bancaria, ni el color de tu piel, ni tu nacionalidad, ni tu peso, ni donde vives, ni cuanto ganas, ni nuestros titulos universitarios o medallas olimpicas, ni nuestra preparación escolar o religiosa, o politica, que nos juntamos sin descriminar para ayudarnos a salir adelante, siempre tomados de la mano, apretandonos, siempre unidos por los hilos invisibles del amor de Dios que nos une en cualquier momento. 






Soy afortunada y millonaria en amigos, tengo en mi vida a personas excepcionales y de las cuales aprendo mucho todos los dias.  Soy agradecida de tenerlos en mi vida, los valoro, los quiero, me hacen falta, a veces cuando no puedo mas los molesto haciendo una larga llamada, porque no se hablar poco, porque soy como un manantial de aguas frescas, como un gordo diccionario lleno de muchas historias, de muchos sentimientos de muchas emociones que necesito compartir.  


Los quiero aunque los tengo lejos fisicamente, aunque algunos se me adelantaron y ya no tengo sus presencias pero sus almas siguen conmigo, me visitan, me los encuentro en el huerto secreto, cuando riego mis plantas, cuando limpio mis casas, la visible y la invisible, cuando camino por los prados, por los campos, los amo en silencio, los amo cantando, los amo orando, los amo cuando en la ducha siento el agua caliente que reconforta mi cuerpo enfermo y adolorido. Y entonces sin querer empiezo a levanter mi voz y muchas veces me acusan de ser gritona, de que no se mantener el tono adecuado, y es que soy como soy y aunque quiero ser callada no puedo porque tengo miedo de estallar en llanto.


A todos mis amigos y conocidos los quiero a mi manera, a los Buenos, a los no tan Buenos, a los que tienen dinero y a los que no tienen nada en el banco pero son millonarios en el banco del Cielo, a los que tienen salud y no lo saben agradecer y a los que siendo enfermos no se dejan amilanar ante el dolor y el miedo de que la muerte venga a llevarlos sin estar preparados.   A todos los perdono por no tener virtudes ni saber ser generosos con los pobres, a los que son envidiosos los comprendo porque no se han dado cuenta que la envidia es una forma de admirar lo que les falta, a los que se creen lindos siendo feos los felicito porque han aprendido amarse a si mismos y eso es muy importante, a los ociosos les recomiendo que tomen vitaminas para que no se vuelvan viciosos porque no hay mejor remedio que estar siempre haciendo algo para olvidarse de las penas y de los malos deseos, a los pecadores que existen dos caminos, el del bien y del mal, que Dios nos quiere frios o calientes, porque tibios nos vomita. 


A todos ustedes que pasan a visitarme y se dan el tiempo de leer mis palabras que salen de no se donde, porque mis dedos vuelan y siento que es mi angel cuidador el que escribe en el teclado gastado, sin letras, porque mis dedos acalambrados, dormidos ya casi no pueden ni trabajar, y sin embargo se hace el diario milagro de poder expresar.  

Me voy a preparer mi primer ca
fé y empiezo hoy 21 de Febrero a limpiar mi escritorio porque pronto con la venia ante mi Padre Celestial espero poder volver a publicar otro libro para poder el hambre de los pobres aliviar. 




Gracias a mis amigos que me llaman por teléfono desde otro continente y saben aconsejarme cuando los molesto con mis dramas y preguntas,  cuando no los dejo hablar.  Gracias a los que se interesan por mi estado de salud y el de mi esposo, padre, hijos, nietos y amigos, por mis largos escritos, por mis quebrantos y mis pedidos de alimentos para alimentar a las familias pobres de mi pueblito amado en las afueras de Lima.  



Gracias a todos los que me aman y me aceptan como soy, con mis conductas, con mis gritos, con mi personalidad que muchos no aceptan ni comprenden, con mi cruda franqueza, con mi sinceridad y mi amor a Dios, con mi respeto a la Palabra Sagrada de la Biblia, por ser creyente, por sentir a Dios tan cerca de mi vida, por ser un milagro, por escuchar los susurros de mis angeles cada vez que me vuelvo aprendiz de escritora.


No le tengo miedo a la vida, no le tengo miedo a la muerte, nada me intimida, nada porque "Todo lo puedo en Cristo Jesus que me fortalice" porque estoy con Dios y EL me cuida, y yo trabajo para EL porque es mi gran jefe.  


Gracias a todos los que han estado conmigo en las buenas y en las malas, ustedes saben quienes son, los que aunque me dejan de ver por mucho tiempo, cuando nos volvemos a juntar es como si fuera ayer y el tiempo se vuelve tiempo sin tiempo.


Gracias a los que me levantan la vida, los que me dicen que me voy a "componer" a los que creen en que "querer es poder" y logran convencerme de hacer cosas cuando casi no puedo ni caminar, lo
logran con su insistencia y perseverancia, con su ejemplo de vida.  Gracias a todos los que son como las baterias, (Las pilas Duracell y me inyectan energias para poder seguir remando en las aguas bravias en las tormentas de nuestra existencia en tiempos de Guerra y enfermedad, en tiempos de crisis y desempleo.


Gracias a los que pagan taxis y se gastan la gasolina en venir a verme, nunca voy a olvidar vuestros detalles, vuestras gestos, vuestros abrazos que son como la goma y van pegando los pedacitos rotos de mi alma, de mi vida, de mis duelos y lamentos, de los huecos enormes del abandon y la soledad. 

Gracias a todos los que han compartido  sus
noches y desvelos, sus horas largas, sus días tristes y complicados y han sacrificado callados con amor y generosidad lo poco que les quedaba para donarlo a los que nada tienen.



Gracias a todos mis AMIGOS y CONOCIDOS.  Los que me quieren y aceptan, y los que no me quieren tanto ni me "pasan" pero que me hacen parte de sus vidas y muy en el fondo saben que como soy de verdad. A todos los abrazo, a todos los "acepto" porque al final "todos somos iguales" ante los ojos de Dios, todos somos iguales y vamos a tener el mismo final mortal. Nacemos para morir.  


20 comentarios
Comentarios
Luis Runciman Felicidades Enrique, muy interesante tu artículo. Un abrazo para ti.
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Roberto Wong Taboada Un fuerte abrazo Enrique, nuestra amistad es eterna.
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Jorge Alatrista Montoya Cordiales saludo Enrique y Feliz día de la Amistad....un abrazo...y...SALUD.
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Rafael Pimentel Gracias por tu amistad querido amigo, te mando un gran abrazo.
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Dianita Abigail Murrieta Hermosa pintura Enrique Bustamante
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